Cannabis y jóvenes: el fuerte impacto que tiene la marihuana en la salud mental

El consumo de marihuana en los jóvenes no es inocuo, diversos estudios científicos demostraron el impacto que tiene sobre el sistema nervioso y como a la larga esto puede producir problemas graves de salud. Ahora, una nueva investigación realizada en Estados Unidos arrojó que en los últimos años aumentaron más del 50 por ciento los diagnósticos de trastornos mentales provocados por el consumo de marihuana.

“Desde hace tiempo, ya no hay dudas que el consumo de cannabis se asocia con severas consecuencias negativas en la salud mental de personas vulnerables, tales como el desencadenamiento de un primer episodio psicótico con pérdida de contacto con la realidad y hasta síntomas similares a la esquizofrenia”, afirmó Pedro Gargoloff, médico psiquiatra y Colaborador de la Asociación de Ayuda de Familiares de personas con Esquizofrenia de La Plata y agregó que “también se relaciona con comportamientos críticos de riesgo para sí mismo o terceros, asociados a la presencia de delirios y alucinaciones, al serio empeoramiento en la evolución de la esquizofrenia y un ensombrecimiento del pronóstico, la reducción de la respuesta a los tratamientos y con cierta frecuencia culminar con una grave recaída”.

Pero a estos efectos sobre la salud mental que se estudian desde hace años, ahora se les sumó una nueva problemática: el cannabis que se consume actualmente es cada vez más fuerte. “Estudios recientes publicados en las revistas mas prestigiosas con revisión de pares y basados en las evidencias científicas más rigurosas, revelan que el cannabis que se consume en todo el mundo posee una concentración cada vez mayor del componente alcaloide psicotóxico conocido como THC o Δ⁹-tetrahidrocanabinol”, explicó Gargoloff.

Los altos niveles de concentración de THC sumado a la temprana edad a la que se comienza a consumir generan un combo sumamente peligroso. Así lo detalló el psiquiatra quien manifestó “al presente, esta dramática consecuencia es mucho peor. Hoy sabemos que hay una relación estrecha entre el consumo regular del cannabis, y más aún con las variedades de mayor concentración o potencia de THC, y la aparición de un mayor número de episodios psicóticos y trastorno mental por consumo de cannabis, particularmente entre quienes son consumidores adolescentes y adultos jóvenes”.

Si bien socialmente hay una mirada más benévola sobre la marihuana, los efectos están y los sufren más usuarios de los que se creen. “Más de un tercio de las personas que consumen marihuana desarrollan trastornos por consumo” aseveró Marcela Waisman, médica psiquiatra, neuróloga cognitiva, magister en neuropsicofarmacología.

Los efectos son diversos y no siempre están ligados a cuadros de gravedad como la esquizofrenia mencionada anteriormente, sino que las consecuencias van desde la “disminución de la capacidad cognitiva, disminución de la motivación para actividades placenteras competidoras al consumo” hasta “accidentes relacionados a la intoxicación (por ejemplo cruzar la calle y morir por la falta de respuesta de precaución) y un mayor riesgo de esquizofrenia entre otros impactos médicos como el cáncer por la inhalación de productos de combustión”, detalló Waisman.

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Los adolescentes y el consumo

Cuando se habla de consumo de sustancias es fundamental hacer hincapié en la relación de los jóvenes con las mimas, es que “la infancia y la adolescencia representan la oportunidad para aprender a sobrevivir, y más aún si logran aprender a cuidarse de iniciar el uso de sustancias psicoactivas”, indicó la psiquiatra y sostuvo que “la intervención educativa en esta etapa acerca de llamarlo un hábito, un vicio o el inicio de una enfermedad será la clave para disminuir el impacto”, que el acercamiento a estas sustancias pueda tener.

La adolescencia encarna una de las etapas de la vida más vulnerables y de ahí la mayor preocupación. Es un momento que “se caracteriza por el ‘ruido mental’, la incertidumbre del mundo de los adultos, se enfrentan a muchas decisiones importantes que pueden afectar su futuro, y esto puede resultar abrumador. A menudo, se sienten aislados y confundidos en este momento, ya que están lidiando con muchos cambios y emociones complejas. No es casual que las campañas de consumo para divertirse, para evitar el dolor y para desinhibirse a cualquier costo se aplican a esta etapa, a los desprevenidos”, desarrolló Waisman y completó: “Ahí inician el uso de productos que la sociedad les ofrece en la esquina de su casa, modifican el funcionamiento del cerebro con depresores (alcohol, marihuana) y estimulantes (cafeína, tabaco y bebidas energizantes)”.

Popularidad y prevención

Tal como se mencionó a diferencia de otras sustancias, la marihuana goza de cierta aceptación social en algunos sectores. Ante esto, la psiquiatra analizó que si bien “la reputación cultural de las sustancias psicoactivas cambia con las épocas el daño siempre es el mismo” y ahí radica el peligro y la necesidad de campañas de prevención.

“Tocar el sistema nervioso central -que no es más que nuestro amortiguador de emociones, nuestra central de pensamientos y resolución de situaciones- con productos psicoactivos implicara impacto. Puede ser leve, moderado o severo de acuerdo al efecto de acumulación y según frecuencia de consumo en determinado tiempo. Lo que minimicemos e incorporemos al cuerpo impactara. El sistema de salud espera a los pacientes, pero cada vez cuesta más recuperarlos”, sentenció.

Las evidencias científicas de sus efectos y la masificación de su consumo encienden una señal de alarma y como tal “no pude ser minimizada y debiera orientar el desarrollo de políticas de salud pública donde la producción, promoción y venta de productos con cannabis este regulada”, destacó Pedro Gargoloff y consideró que resulta fundamental “diseñar campañas de educación pública que den cuenta de las consecuencias negativas por el consumo, con contenidos sobre su reconocimiento y abordaje. No hacerlo implicará severos problemas para la salud y desarrollo de la población”.

Tan contundentes como las pruebas que hay sobre el impacto del cannabis en el sistema nervioso es la preocupación de muchos padres sobre el uso de esta sustancia que hacen sus hijos. Es por eso que además de las campañas de prevención pública es necesario prestar atención a lo que pasa con los adolescentes en casa, de ahí que la última recomendación del psiquiatra fue estar atentos y ante “la aparición de cambios en la conducta imprevistos en adolescentes y jóvenes que consumen cannabis consultar a profesionales de la salud mental con experiencia en esta área”, cerró.