Gimnasia vs Independiente Rivadavia.- El Lobo tuvo demasiados errores y lo perdió solo

El hincha de Gimnasia fue al Bosque como pocas veces en el último tiempo. Contento, confiado después de la victoria en Córdoba. En 25 minutos recibió un ¿baño de realidad? y a partir de ahí se fue desdibujando, mas allá de que Pablo De Blasis y Benjamín Domínguez fueron las banderas que mantuvieron en alto las posibilidades del Lobo de quedarse con algo ante Independiente Rivadavia. Pero no pudo ser en una derrota inexplicable por 3-2 en el primer partido de la Copa de la Liga como local.

El inicio tuvo algo de espejismo. Agresivo Gimnasia. Con una postura en el campo diferente a la del Kempes. Ambicioso, el Lobo buscó ser protagonista, desde la corta cuando pudo asociar a sus mejores intérpretes o desde la pelotas más profundas para los dos Ramírez o Domínguez.

Con un par de cabezazos avisó el equipo de Madelón en los primeros minutos. Desde el posicionamiento un poco más adelantado de Pablo De Blasis, Gimnasia manejó mejor el balón a pesar de que muchos avances se diluyeron en los últimos metros y no se convirtieron en ataques de riesgo para el arco defendido por Gonzalo Marinelli.

Cuando mejor estaba tras el 1-2 Insfrán y Sánchez cometieron un blooper fatal

Una mala salida de Rodrigo Gallo dejó mano a mano al paraguayo Arce, que definió, Insfrán alcanzó a tocar y Pintado salvó sobre la línea. Sin embargo, de ese córner llegó el 1 a 0, con un cabezazo de Arce que el Mono no pudo sacar.

Se nubló Gimnasia en desventaja y equivocó la forma de atacar. De todos modos, sin tener el predominio del juego de los primeros minutos, Benjamín Domínguez marcó el rumbo con desequilibrio a partir de una buena combinación y de un remate quizá apresurado, pero que casi empuja Troyansky.

Y con Leonardo Morales a punto de salir por lesión, todo se complicó más con una pelota que Gimnasia nunca pudo alejar del fondo, Saravia falló en el anticipo y Juan Manuel Vázquez, con tiempo a pesar de la distancia, clavó un golazo por sobre la humanidad de Insfrán. El 2 a 0 sorpresivo le hizo la historia muy cuesta arriba al Tripero, que además perdió a Morales, reemplazado por Felipe Sánchez.

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Dos errores puntuales y escaso nivel en algunas actuaciones individuales (Matías Ramirez, Gallo, en menor medida Troyansky) terminaron por dinamitarle el partido a Gimnasia, que se vio sorprendido por los altos rendimientos de Vázquez, Reali (no sorprende la actualidad del jugador formado en Abasto) y el oficio del paraguayo Arce. Nada hacía presagiar tras los primeros 15 minutos que Gimnasia iría al descanso dos goles abajo contra la Lepra pero las fallas propias escribieron la historia.

Para el segundo tiempo Leonardo Madelón decidió cambiar el ataque, con los ingresos de Lautaro Chávez, Ivo Mammini y Critian Colmán por los Ramírez y Franco Troyansky. Así, Gimnasia fue un equipo que buscó tener más peso en el área rival, además de buscar más desequilibrio con Chávez por afuera.

Avisó Mammini de movida, con un remate desviado después de una pelota que Colmán y él pelearon en la puerta del área. El Lobo tuvo otra vez la pelota con escasa claridad a la hora del último pase.

Benjamín Domínguez desde su gambeta fue importante para abrir el juego. Tuvo un buen remate desde la puerta del área y desde una infracción que le cometieron llegó la jugada preparada en forma de buscapié para que Felipe Sánchez convirtiese el 2-1.

El Lobo fue un malón. Colmán de cabeza perdió el empate y De Blasis no se animó a patear y la jugada se diluyó cuando la pelota se le fue a Benjamín Domínguez. Sin embargo, otro error defensivo puso las cosas 3 a 1 con el tanto de Asenjo tras una equivocación en la salida de Felipe Sánchez que dejó a Nelson Insfrán a mitad de camino. Un baldazo de agua helada para el triperío.

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Entró Lucas Castro por Gallo y Saravia bajó a jugar como central con Felipe Sánchez en el lateral. Mammini le metió una pelota bárbara a una diagonal de Castro y Marinelli le ahogó el grito de gol al Pata. Reali, mientras tanto, era la llave de la Lepra. Asenjo se perdió el cuarto, cuando el partido tenía más de potrero que de táctica.

Benjamín Domínguez pescó un rebote a la salida de un córner y sacó un derechazo seco y bajo para el 3-2. No le alcanzó el empuje final al Lobo, que se quedó con las manos vacías. Madelón reclamó un par de minutos más de adición, pero nada iban a cambiar. El equipo decepcionó.

Colmán se toma la cabeza luego de fallar un gol dentro del área. Gimnasia no jugó un buen partido

El análisis de Facundo Aché desde el Bosque