El fiscal está seguro de que los jefes “recaudaban para arriba”

El fiscal Marcelo Martini lleva 45 años trabajando en la Justicia, los 18 últimos al frente de una de las Unidades Funcionales de Instrucción que se crearon con la reforma procesal de 1998. Desde allí investiga ahora el hallazgo de los sobres con dinero en la Jefatura Departamental La Plata, que desnudó la ruta de una práctica que el imaginario popular daba por hecho, aunque no figurara en ninguna causa, ni tuviera a nadie preso.

A casi seis meses del secuestro del dinero y con órdenes de detención en suspenso contra seis jefes policiales, Martini se declaró ayer “totalmente convencido” de que lo que investigó “es una asociación ilícita que recaudaba dinero de otros ilícitos claramente demostrados”, bajo “un modus operandi que funciona desde hace tiempo”.

También está seguro de que ese dinero que las comisarías de La Plata, Berisso y Ensenada entregaban en las oficinas de calle 12 no moría allí, sino “que iba para más arriba”, aunque no tenga evidencias para demostrarlo.

Lo que sí está incorporado en la causa es que en los 36 sobres había dinero en efectivo y que en cada uno de ellos figuraban “el remitente y el destinatario”, comentó Martini, refiriéndose a la “seccional o comisaría y el jefe de la Departamental y los restantes jefes”.

“Tan impunes se sentían que lo escribían”, apuntó. Para el fiscal, el rol de los distintos involucrados “es inconfundible”, igual que “el origen ilícito del dinero”, que fue ratificado con “la denuncia de dos comerciantes a los que les habían pedido coimas a cambio de seguridad”, como a tantos otros, en lo que constituiría “un modus operandi” de la fuerza, explicó.

evidencias

Además de los sobres rotulados de puño y letra, se incorporaron como evidencia filmaciones de cámaras de seguridad que registraron el desfile de jefes policiales por la Departamental en horarios clave (poco antes del secuestro de los sobres), entrecruzamientos telefónicos, declaraciones testimoniales y el informe de Asuntos Internos que hizo el procedimiento del 1 de abril. Es que ese día personal de la auditoría realizó tareas encubiertas, pudiendo observar que efectivos de distintas seccionales bajaban de patrulleros, entraban en la Jefatura y “egresaban en forma inmediata, lo que permite inferir que el motivo era entregar el dinero reunido en forma ilegítima”, figura en la causa.

Todo esto Martini lo investigó con la ayuda de “un secretario y dos instructores”, además del “personal de Procuración que revisó los entrecruzamientos de llamados a mano y con un lápiz”. Por eso el funcionario reclamó que “se centre la atención en las fiscalías”, donde “el trabajo es incesante y somos pocas personas. Hay instancias de la Justicia que están más cómodas, pero esto (por la UFI) es la trinchera y tenemos que hacer investigaciones muy serias con poco personal”.

“es de toda la vida”

Consultado sobre la responsabilidad de los jefes policiales en la maniobra, Martini concluyó que “la mayoría son sospechosos”, aunque circunscribió “la investigación a los sobres” que secuestró y estaban rotulados. “Hay otros que no tiene remitente y no sé de dónde vienen”, aclaró. Y algo parecido sucede con los cuatro jefes para los que también pidió la detención pero la jueza Marcela Garmendia la denegó porque no accedieron a hacer un peritaje caligráfico. “Opinamos distinto y no puedo obligarlos a hacer un peritaje”, se limitó a decir.

A criterio del fiscal, la recaudación ilegal de parte de la policía bonaerense “es de toda la vida, pero algo se está haciendo” ahora, “estamos caminando y es la primera vez” se esperanzó. Cerró diciendo que “ojalá que los imputados digan a dónde va la plata”, porque esto “es el inicio de algo”.

“En las fiscalías el trabajo es incesante y somos pocas personas para hacer investigaciones muy serias. Somos la trinchera de la Justicia”

Marcelo Martini

Titular de la UFI 3