En el Gran La Plata, tres chicos de cada diez confesaron haber consumido drogas

A la luz de los últimos procedimientos policiales, el Gran La Plata no parecería ser tierra fértil para las grandes bandas narcos. Pero igualmente la problemática de la droga existe y afecta por igual a todas las clases sociales.

Dentro de ese complejo contexto, pueden explicarse los números que arrojó un reciente estudio elaborado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina, dependiente de la Universidad Católica, para una población de jóvenes de entre 15 y 25 años de La Plata, Berisso y Ensenada: “Considerando todos los tipos de drogas ilícitas en su conjunto, casi tres de cada diez jóvenes probaron alguna vez en la vida alguna sustancia ilegal”, informaron.

Los especialistas consultados por este diario advirtieron que en la Región operarían distintos “kioscos” o puntos de venta de estupefacientes. Y eso también representa una dificultad para poder neutralizarlos.

Desde la conocida zona roja platense, con la oferta de sexo y droga en la vía pública, hasta un céntrico atelier o una casa de venta de empanadas, pueden convertirse en la fachada perfecta para esconder una actividad, que genera enormes volúmenes de dinero.

Las fuentes del caso mencionaron que, por lo general, la droga llegaría a la Región desde villas instaladas en la capital federal, como son la tristemente célebre 1-11-14; la Zabaleta o la 31 de Barracas.

Si bien nadie descarta la “producción local”, se trataría de una actividad más artesanal y que no reuniría las características de una estructura organizada, con sicarios armados como soldados y hasta conexiones internacionales.

“Alguien puede tener, por ejemplo, varias plantas de marihuana para secar las hojas, armar porros y venderlos. Pero son manejos de menor envergadura. No tienen ninguna relación con las grandes bandas que se operarían en otros puntos del país”, expresó un jefe policial a EL DIA.

En la zona, agregó, el gramo de cocaína, que también “viene de afuera”, tendría un costo aproximado de 300 pesos. Y el bagullo de 0,3 gramos de marihuana, “se consigue por sólo 100”.

En principio, para encontrar una “cocina” o laboratorio de droga, habría que remontarse hasta el 4 de febrero del año 2000, cuando, en uno de los golpes más grandes que se recuerden en La Plata contra organizaciones dedicadas al tráfico de estupefacientes, la Policía Federal logró incautar 50 kilos de cocaína de máxima pureza y detuvo a varios integrantes de una banda delictiva que, al momento del realizarse el procedimiento, se encontraban trabajando en el almacenamiento de la droga en un derruido galpón de Tolosa.

Respecto de las sustancias que más consumen los jóvenes en el Gran La Plata, el Observatorio de la Deuda Social Argentina, con apoyo de la Fundación Florencio Pérez, determinó que, sobre un total de 401 casos, siempre dentro del mismo segmento etario, el 23 por ciento dijo haber consumido marihuana; el 7% cocaína; el 4% tranquilizantes; el 3,7% alucinógenos; el 2,7% solventes e inhalables; el 2,2% hashish y el 2,2% pasta base y/o paco.

Asimismo, cuando analizó el consumo según las variables de edad y sexo, observó que en general los varones y los de mayor edad son los que presentan la mayor prevalencia.

Una excepción la constituye el consumo de pasta base-paco, donde las cifras más altas se registran entre los más jóvenes.

EL TABACO Y EL ALCOHOL, COMO DISPARADORES

Siguiendo las conclusiones del citado estudio sobre el consumo de drogas ilegales entre los más chicos, se destaca que, si se relaciona con la ingesta de alcohol y tabaco, dicha tendencia se confirma: entre los bebedores de alcohol la prevalencia de vida en el consumo de drogas llega al 23% contra un sólo 4% entre los no bebedores.

Del mismo modo, entre los fumadores, la distancia es aún mayor, pues un 35% consumió drogas, mientras que entre los no fumadores lo hizo sólo un 5%.

UN LUGAR DE TRANSITO

A lo largo del tiempo, en el marco de la problemática del tráfico de sustancias estupefacientes, en La Plata se han interceptado vehículos que llevaban grandes cantidades de droga, aunque en esos casos nuestra ciudad sirvió como lugar de paso circunstancial.

Fue el hecho sucedido el 20 de octubre de 2009, en la calle 44 entre 161 y 162, donde se decomisó la carga de una camioneta Ford Transit, que provenía de Chile y llevaba en sus dos tanques de combustible 100 kilos de cocaína de máxima pureza.

Ese mismo mes, la Policía descubrió otro importante almacenamiento de droga en la Ciudad.

Ocurrió en un depósito de Villa Elisa, que ocultaba 300 kilos de marihuana.

Y en una vivienda de Los Hornos, pero en febrero de 2009, ya se había detectado otras dos toneladas de esa misma sustancia.

Por último, el 30 de octubre de 1997, en el operativo denominado “Favela Blanca”, se desarrolló otro recordado procedimiento antidrogas, que dejó un saldo de 14 detenidos, 10 kilos de cocaína incautada y el secuestro de una importante cantidad de armamento, tres autos y una moto, además de 60.000 pesos.