Matías Santoianni
| 13 de Noviembre de 1999 | 00:00

Matías Santoianni continúa en el exitoso "Gasoleros". El joven actor demostró con claridad su forma de ser y repasó diversos aspectos de la tira de Pol-Ka, que sigue cosechando un interesante rating y está a punto de finalizar.
¿Están atrasados con "Gasoleros"?
"Sí, siempre se adelantan varios capítulos, pero por cuestiones ajenas a todos, como grabar en exteriores y que el tiempo no ayude, o que se atrasen escenas u otros motivos, estamos atrasados".
¿Te encariñaste mucho con el ciclo?
"Sí, porque compartís 12 horas todos los días y tenés afinidades diversas con la gente del elenco y los técnicos".
¿Con quiénes hay mayor afinidad?
"Con Dady Brieva, Cecilia Milone, Juan Leyrado, Juan Darthés. No significa que no haya onda con los que no estoy mencionando, sino que de pronto no coinciden los horarios o no grabamos juntos. Casualmente, el otro día, Mercedes Morán me dice: 'Nosotros dos nunca nos sentamos a charlar sobre nada'".
¿Cuál es la tendencia del resultado final de estos dos años?
"Todo da muy positivo. Este año se cayó un poco 'Gasoleros', porque dos años se hacen complicados no sólo para los autores sino para los actores y la gente misma a quien le resulta difícil estar prendida a las 21 a diario. Mi balance como actor da muy bien, porque es un empujón muy fuerte como para seguir haciendo comedias u otra cosa. No quiero que me encasillen; tampoco estoy disconforme".
Tanto vos como Cecilia Milone tienen un tic particular cada vez que le deben decir algo a Juan Leyrado. Es como si tartamudearan un poco y se ponen nerviosos. ¿Esto es así o no?
"Pasa eso. Es como que se respeta ese código de la familia italiana y entre todos tenemos un respeto enorme sobre el rol de Panigassi. En mi caso, aunque mi padre se equivoque, es palabra santa".
¿Cómo debían haber revertido ese bajón del programa?
"Es como cuando salís con una mujer: el primer año todo es perfecto y al segundo empiezan a aparecer los defectos. Hubo otras opciones como 'Campeones' o 'VideoMatch'".
Cuando se trató de conquistar un horario, ¿hubo entre ambos elencos algún inconveniente?
"No. Igual reconozco que este año el éxito es de 'Campeones' y nosotros hacemos 16 puntos que, por ser un segundo año, es una muy buena cifra".
¿Te sentís cómodo dentro de las comedias familiares?
"Sí, estoy cómodo y si pudiera decidir seguiría con ese estilo. Hice cosas dramáticas con María Herminia Avellaneda, pero la comedia me divierte muchísimo".
¿Te da más placer interpretar este tipo de rol, en vez de hacer drama?
"La comedia es el género más complicado. Que lo hagas bien o mal es otra historia, eso depende de la gente y la prensa. El drama, tal vez, es más sencillo. La comedia es atractiva".
Habrá un antes y un después en tu carrera por haber estado en Pol-Ka. ¿Te va a costar estar en otros lados cuando te tengas que ir por cualquier motivo?
"La libertad que hay en Pol-Ka no la encontré en ningún otro lado; tanto en los libros, como en la dirección, también hablar con Suar, todo es muy accesible. En un canal, todo es más empleado y fábrica; si voy a trabajar a Telefé no sé si me puedo sentar a dialogar con Gustavo Yankelevich, no creo. En cambio, con Adrián Suar sé que se puede".
¿Es muy importante esa clase de diálogo para los actores?
"Es lindo tener esa conexión y saber a quién dirigirme".
¿Hasta dónde llega el grado de confianza?
"Me puedo sentar a hablar hasta de cosas que me ofrecen de otros lados y comentarlas con total tranquilidad. De verdad, los actores de Pol-Ka estamos contentos y no es por tirarle flores a la empresa".
Bueno, vamos a tirarle un "ladrillito", ¿qué cosas fallan en Pol-Ka?
"Hay errores como en todos lados, pero son cosas menores como la citación de los actores, o que se atrasen las grabaciones por algún motivo. A ese nivel son las fallas, pequeños detalles que hacen al trabajo".
¿Qué aprendiste de los demás componentes del elenco?
"De Dady Brieva aprendí su humildad, es uno de los mejores cómicos que hay; lo admiro muchísimo. De Leyrado, aprendí las pausas y matizar los textos. También entre los jóvenes aprendemos y hay un ida y vuelta con los mayores".
¿Sabes qué va a pasar con vos en el 2000, en materia laboral?
¿Alguna vez, dentro de los cambios que hubo en el staff, sentiste miedo por saber qué iba a pasar con vos o estabas seguro de tu continuidad?
"Cada fin de año, por más que me digan que voy a estar, hasta que firme no estoy convencido de nada, pero es así en todos lados. A cualquiera le puede tocar irse y nadie es imprescindible en la televisión. En 'Gasoleros', todos sumamos algo y eso da un buen resultado final".
¿Están atrasados con "Gasoleros"?
"Sí, siempre se adelantan varios capítulos, pero por cuestiones ajenas a todos, como grabar en exteriores y que el tiempo no ayude, o que se atrasen escenas u otros motivos, estamos atrasados".
¿Te encariñaste mucho con el ciclo?
"Sí, porque compartís 12 horas todos los días y tenés afinidades diversas con la gente del elenco y los técnicos".
¿Con quiénes hay mayor afinidad?
"Con Dady Brieva, Cecilia Milone, Juan Leyrado, Juan Darthés. No significa que no haya onda con los que no estoy mencionando, sino que de pronto no coinciden los horarios o no grabamos juntos. Casualmente, el otro día, Mercedes Morán me dice: 'Nosotros dos nunca nos sentamos a charlar sobre nada'".
¿Cuál es la tendencia del resultado final de estos dos años?
"Todo da muy positivo. Este año se cayó un poco 'Gasoleros', porque dos años se hacen complicados no sólo para los autores sino para los actores y la gente misma a quien le resulta difícil estar prendida a las 21 a diario. Mi balance como actor da muy bien, porque es un empujón muy fuerte como para seguir haciendo comedias u otra cosa. No quiero que me encasillen; tampoco estoy disconforme".
Tanto vos como Cecilia Milone tienen un tic particular cada vez que le deben decir algo a Juan Leyrado. Es como si tartamudearan un poco y se ponen nerviosos. ¿Esto es así o no?
"Pasa eso. Es como que se respeta ese código de la familia italiana y entre todos tenemos un respeto enorme sobre el rol de Panigassi. En mi caso, aunque mi padre se equivoque, es palabra santa".
¿Cómo debían haber revertido ese bajón del programa?
"Es como cuando salís con una mujer: el primer año todo es perfecto y al segundo empiezan a aparecer los defectos. Hubo otras opciones como 'Campeones' o 'VideoMatch'".
Cuando se trató de conquistar un horario, ¿hubo entre ambos elencos algún inconveniente?
"No. Igual reconozco que este año el éxito es de 'Campeones' y nosotros hacemos 16 puntos que, por ser un segundo año, es una muy buena cifra".
¿Te sentís cómodo dentro de las comedias familiares?
"Sí, estoy cómodo y si pudiera decidir seguiría con ese estilo. Hice cosas dramáticas con María Herminia Avellaneda, pero la comedia me divierte muchísimo".
¿Te da más placer interpretar este tipo de rol, en vez de hacer drama?
"La comedia es el género más complicado. Que lo hagas bien o mal es otra historia, eso depende de la gente y la prensa. El drama, tal vez, es más sencillo. La comedia es atractiva".
Habrá un antes y un después en tu carrera por haber estado en Pol-Ka. ¿Te va a costar estar en otros lados cuando te tengas que ir por cualquier motivo?
"La libertad que hay en Pol-Ka no la encontré en ningún otro lado; tanto en los libros, como en la dirección, también hablar con Suar, todo es muy accesible. En un canal, todo es más empleado y fábrica; si voy a trabajar a Telefé no sé si me puedo sentar a dialogar con Gustavo Yankelevich, no creo. En cambio, con Adrián Suar sé que se puede".
¿Es muy importante esa clase de diálogo para los actores?
"Es lindo tener esa conexión y saber a quién dirigirme".
¿Hasta dónde llega el grado de confianza?
"Me puedo sentar a hablar hasta de cosas que me ofrecen de otros lados y comentarlas con total tranquilidad. De verdad, los actores de Pol-Ka estamos contentos y no es por tirarle flores a la empresa".
Bueno, vamos a tirarle un "ladrillito", ¿qué cosas fallan en Pol-Ka?
"Hay errores como en todos lados, pero son cosas menores como la citación de los actores, o que se atrasen las grabaciones por algún motivo. A ese nivel son las fallas, pequeños detalles que hacen al trabajo".
¿Qué aprendiste de los demás componentes del elenco?
"De Dady Brieva aprendí su humildad, es uno de los mejores cómicos que hay; lo admiro muchísimo. De Leyrado, aprendí las pausas y matizar los textos. También entre los jóvenes aprendemos y hay un ida y vuelta con los mayores".
¿Sabes qué va a pasar con vos en el 2000, en materia laboral?
¿Alguna vez, dentro de los cambios que hubo en el staff, sentiste miedo por saber qué iba a pasar con vos o estabas seguro de tu continuidad?
"Cada fin de año, por más que me digan que voy a estar, hasta que firme no estoy convencido de nada, pero es así en todos lados. A cualquiera le puede tocar irse y nadie es imprescindible en la televisión. En 'Gasoleros', todos sumamos algo y eso da un buen resultado final".
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