Powell en medio de la tensión entre India y Pakistán
| 16 de Octubre de 2001 | 00:00

El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell,
llegó ayer a Islamabad, Pakistán, para analizar el futuro de Afganistán
con el presidente Pervez Musharraf, mientras crece la tensión entre Pakistán
e India, que ayer ocupó 11 puestos militares del primero de estos países
en Cachemira. En ese sentido, el presidente estadounidense, George W.
Bush, hizo un llamado a India y Pakistán para que ambas naciones se "contengan"
en su disputa por la región de Cachemira, durante el ataque de Estados
Unidos contra Afganistán. "Es muy importante que India y Pakistán se contengan
durante nuestras actividades en Afganistán", dijo Bush a periodistas.
El ministerio de Defensa indio informó que su artillería bombardeó ayer puestos militares paquistaníes en la frontera de Cachemira, región por la que se enfrentaron en dos de las tres guerras que disputaron. Al respecto, las autoridades paquistaníes dijeron que una mujer murió a causa de ese ataque y 25 personas fueron heridas. "Se trata de una acción de castigo a Pakistán por armar y apoyar a militantes en Cachemira. Se trata de decirles (al ejército paquistaní) que no pueden seguir más con esto", dijo el brigadier P.C. Das.
Powell, quien también viajará a la India, se manifestó deseoso de que Islamabad y Nueva Delhi reanudasen el diálogo sobre Cachemira, a fin de evitar que las tensiones en torno a la región pongan en peligro la campaña antiterrorista en Afganistán, además de escalar una seria crisis, dado que ambos países cuentan con armas nucleares.
La llegada de Powell se realizó en el marco de un fuerte dispositivo de seguridad y a la espera que de la gira surja un acercamiento entre India y Pakistán, como también el análisis con Musharraf de un futuro gobierno que suceda a los talibanes. El vocero de la cancillería paquistaní, Riaz Mohammad Jan, adelantó que Islamabad iba a aprovechar la visita de Powell para "volver a poner de relieve que los objetivos tienen que ser claramente seleccionados en esta campaña y que hay que tomar precauciones para evitar víctimas civiles". Además, la llegada fue recibida con grandes protestas de los grupos islámicos.
La ciudad de Quetta (suroeste de Pakistán) quedó completamente paralizada y unos 15.000 islámicos radicales se manifestaron contra la visita de Powell. "Muerte a Estados Unidos", gritaba la multitud al unísono, mientras agitaban banderas talibanas. En Karachi, el llamado a la huelga general de los islamistas tuvo un apoyo masivo y numerosos comercios quedaron cerrados, algunos por miedo a represalias de los radicales.
El ministerio de Defensa indio informó que su artillería bombardeó ayer puestos militares paquistaníes en la frontera de Cachemira, región por la que se enfrentaron en dos de las tres guerras que disputaron. Al respecto, las autoridades paquistaníes dijeron que una mujer murió a causa de ese ataque y 25 personas fueron heridas. "Se trata de una acción de castigo a Pakistán por armar y apoyar a militantes en Cachemira. Se trata de decirles (al ejército paquistaní) que no pueden seguir más con esto", dijo el brigadier P.C. Das.
Powell, quien también viajará a la India, se manifestó deseoso de que Islamabad y Nueva Delhi reanudasen el diálogo sobre Cachemira, a fin de evitar que las tensiones en torno a la región pongan en peligro la campaña antiterrorista en Afganistán, además de escalar una seria crisis, dado que ambos países cuentan con armas nucleares.
La llegada de Powell se realizó en el marco de un fuerte dispositivo de seguridad y a la espera que de la gira surja un acercamiento entre India y Pakistán, como también el análisis con Musharraf de un futuro gobierno que suceda a los talibanes. El vocero de la cancillería paquistaní, Riaz Mohammad Jan, adelantó que Islamabad iba a aprovechar la visita de Powell para "volver a poner de relieve que los objetivos tienen que ser claramente seleccionados en esta campaña y que hay que tomar precauciones para evitar víctimas civiles". Además, la llegada fue recibida con grandes protestas de los grupos islámicos.
La ciudad de Quetta (suroeste de Pakistán) quedó completamente paralizada y unos 15.000 islámicos radicales se manifestaron contra la visita de Powell. "Muerte a Estados Unidos", gritaba la multitud al unísono, mientras agitaban banderas talibanas. En Karachi, el llamado a la huelga general de los islamistas tuvo un apoyo masivo y numerosos comercios quedaron cerrados, algunos por miedo a represalias de los radicales.
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