Gendarmes argentinos ayudan a ganar la paz en Kosovo
Un grupo de 115 gendarmes argentinos llegó a la conflictiva provincia de Kosovo, donde hasta 1999 se libró una feroz guerra civil que afectó a más de la mitad de esta provincia de poco más de dos millones de personas. Hoy el gran desafío es lograr la reconciliación
| 29 de Abril de 2001 | 00:00

PISTINA, Kosovo (Por Carlos Galligani, enviado especial).- Un grupo de ciento quince gendarmes argentinos llegó ayer a esta ciudad (la capital de la provincia que forma parte de Serbia y que originó el último conflicto bélico en Europa) para sumarse a las fuerzas de las Naciones Unidas que controlan la paz en este sector de los Balcanes, atormentado por las luchas étnicas y políticas.
Se trata de la primera misión de esa magnitud de fuerzas argentinas como personal de control policial en esta provincia que fue arrasada por una guerra feroz que finalizó en 1999, pero cuyas heridas aún perduran.
Los gendarmes argentinos arribaron al aeropuerto de Pristina y desde allí se trasladaron directamente a la zona de Prizren, en el sur de la provincia, donde se levantará el cuartel general.
La zona en que los gendarmes tendrán su cuartel corresponde al territorio controlado por Alemania y está a pocos kilómetros de la frontera con Macedonia, donde actualmente existen varios focos de conflicto.
Será precisamente en esa zona donde los gendarmes deberán realizar tareas de control policial, apoyo de allanamientos y otras relacionadas fundamentalmente con la prevención de atentados y disturbios.
La misión es denominada por la ONU como "UNMIK", una operación que ha recibido todo el poder para la reconstrucción de una zona virtualmente devastada en la que ahora se tratarán de levantar nuevamente 12 mil casas.
Un día soleado y frío recibió al contingente argentino tras un vuelo que duró poco más de 22 horas con escalas realizadas en Puerto Iguazú, Cabo Verde, una isla frente a Senegal, y las Canarias.
La policía internacional de Kosovo a la que se suman los gendarmes arribados ayer ha tomado el total control de la provincia y su servicio consiste en mantener la ley y el orden, patrullajes en las ciudades y poblados, control de las fronteras y el aeropuerto.
También se monitorean las estaciones de policía local que están en un proceso experimental. En la actualidad hay en Kosovo cerca de 5 mil policías internacionales desplegados en diferentes regiones.
El conflicto armado en esta provincia surgió después de que el pueblo albano-kosovar reclamó su independencia de la República Federal Yugoslava (que forman Serbia y la separatista Montenegro).
En marzo de 1989 el gobierno eliminó todo vestigio de autonomía en Kosovo y sometió a la región a la ocupación militar. Desde ese momento nació el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) que comenzó a luchar por la independencia de la región o su unión con Albania.
El 29 de enero de 1999 los aliados europeos y los Estados Unidos urgieron a las partes a sostener conversaciones de paz o sufrir las consecuencias de una ocupación militar.
Ante el fracaso de las negociaciones, el 24 de marzo de ese año la OTAN comenzó los ataques contra Yugoslavia. Poco más de dos meses después militares yugoslavos aceptaron retirarse de la zona, pero el odio quedó latente.
Miles de kosovares que huyeron dejando sus hogares y afectos, fundamentalmente para evitar la represión y las constantes vejaciones, ahora estaban de la otra vereda y no tardaron en llegar las represalias contra los pocos serbios que quedaron viviendo en la provincia.
En mayo de ese año, poco después de finalizado el conflicto armado en Kosovo, la Gendarmería Argentina a requerimiento de la ONU y por necesidades urgentes de esa organización, autorizó el traslado de 12 hombres de la misión de paz que desarrollaban en Bosnia para ser reubicados en Kosovo.
De la misma forma se destinó bajo la órbita de los Cascos Blancos, como misión humanitaria, a un oficial jefe quien se desempeñó como logístico del programa mundial de alimentos durante seis meses.
Autorizados por el decreto del PEN 875-99 y con el fin de colaborar en la organización de una nueva policía local, fueron destinados a UNMIK en julio de ese año cinco oficiales Jefes y poco después se agregaron otros 21 hombres a la misión.
Hasta la llegada de este contingente, la gendarmería argentina tenía destinados en el área 22 hombres. La Misión de Administración Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo (UNMIK), a la que se sumaron los gendarmes argentinos, es una operación de mantenimiento de la paz establecida bajo la autoridad del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Con ella se busca reformar y restablecer a Kosovo, preparar el territorio para elecciones y su posterior autonomía.
Se trata de la primera misión de esa magnitud de fuerzas argentinas como personal de control policial en esta provincia que fue arrasada por una guerra feroz que finalizó en 1999, pero cuyas heridas aún perduran.
Los gendarmes argentinos arribaron al aeropuerto de Pristina y desde allí se trasladaron directamente a la zona de Prizren, en el sur de la provincia, donde se levantará el cuartel general.
La zona en que los gendarmes tendrán su cuartel corresponde al territorio controlado por Alemania y está a pocos kilómetros de la frontera con Macedonia, donde actualmente existen varios focos de conflicto.
Será precisamente en esa zona donde los gendarmes deberán realizar tareas de control policial, apoyo de allanamientos y otras relacionadas fundamentalmente con la prevención de atentados y disturbios.
La misión es denominada por la ONU como "UNMIK", una operación que ha recibido todo el poder para la reconstrucción de una zona virtualmente devastada en la que ahora se tratarán de levantar nuevamente 12 mil casas.
Un día soleado y frío recibió al contingente argentino tras un vuelo que duró poco más de 22 horas con escalas realizadas en Puerto Iguazú, Cabo Verde, una isla frente a Senegal, y las Canarias.
La policía internacional de Kosovo a la que se suman los gendarmes arribados ayer ha tomado el total control de la provincia y su servicio consiste en mantener la ley y el orden, patrullajes en las ciudades y poblados, control de las fronteras y el aeropuerto.
También se monitorean las estaciones de policía local que están en un proceso experimental. En la actualidad hay en Kosovo cerca de 5 mil policías internacionales desplegados en diferentes regiones.
El conflicto armado en esta provincia surgió después de que el pueblo albano-kosovar reclamó su independencia de la República Federal Yugoslava (que forman Serbia y la separatista Montenegro).
En marzo de 1989 el gobierno eliminó todo vestigio de autonomía en Kosovo y sometió a la región a la ocupación militar. Desde ese momento nació el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) que comenzó a luchar por la independencia de la región o su unión con Albania.
El 29 de enero de 1999 los aliados europeos y los Estados Unidos urgieron a las partes a sostener conversaciones de paz o sufrir las consecuencias de una ocupación militar.
Ante el fracaso de las negociaciones, el 24 de marzo de ese año la OTAN comenzó los ataques contra Yugoslavia. Poco más de dos meses después militares yugoslavos aceptaron retirarse de la zona, pero el odio quedó latente.
Miles de kosovares que huyeron dejando sus hogares y afectos, fundamentalmente para evitar la represión y las constantes vejaciones, ahora estaban de la otra vereda y no tardaron en llegar las represalias contra los pocos serbios que quedaron viviendo en la provincia.
En mayo de ese año, poco después de finalizado el conflicto armado en Kosovo, la Gendarmería Argentina a requerimiento de la ONU y por necesidades urgentes de esa organización, autorizó el traslado de 12 hombres de la misión de paz que desarrollaban en Bosnia para ser reubicados en Kosovo.
De la misma forma se destinó bajo la órbita de los Cascos Blancos, como misión humanitaria, a un oficial jefe quien se desempeñó como logístico del programa mundial de alimentos durante seis meses.
Autorizados por el decreto del PEN 875-99 y con el fin de colaborar en la organización de una nueva policía local, fueron destinados a UNMIK en julio de ese año cinco oficiales Jefes y poco después se agregaron otros 21 hombres a la misión.
Hasta la llegada de este contingente, la gendarmería argentina tenía destinados en el área 22 hombres. La Misión de Administración Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo (UNMIK), a la que se sumaron los gendarmes argentinos, es una operación de mantenimiento de la paz establecida bajo la autoridad del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Con ella se busca reformar y restablecer a Kosovo, preparar el territorio para elecciones y su posterior autonomía.
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