Historia de una psicóloga que busca a su madre biológica

Tiene 37 años y la necesidad de conocer a su familia biológica surgió cuando tuvo a su primera hija. Sabe poco. Nació en la casa de una partera de barrio Hipódromo y el mismo día la dieron en adopción. Le dijeron que su madre era una joven estudiante universitaria. Ella busca la verdad

"A mi madre o padre, algún familiar o persona conocida que pueda darme algún dato. Busco mi origen biológico y nací el 17 de enero de 1964 en la ciudad de La Plata". Así comienza su carta (ver el texto completo en la nota adjunta), Laura, una psicóloga de 37 años que no vive en nuestra ciudad, pero que ha sentido la necesidad de conocer la puntada inicial de su vida. Su madre biológica, de la que no sabe absolutamente nada, sólo dos o tres datos que fue acumulando en una búsqueda que comenzó totalmente a ciegas.
Laura, que en realidad no es Laura, pero que es ese el nombre que quería para ella su madre biológica, cuenta su vida con la ansiedad que le proporciona su búsqueda. "La mía fue una adopción directa, no por juzgado. Mis padres querían adoptar y un médico amigo les avisó que había nacido una nena en La Plata y que la mamá estaba dispuesta a darla en adopción. Viajaron esa noche para aquí, a la casa de una partera y me recibieron de manos de ella".

No saben nada más, prácticamente, "porque ellos habían ya tenido una experiencia traumática. Habían adoptado un nene, lo tuvieron unos diez días y la mamá se arrepintió y se los quitó. Esta vez no quisieron saber nada de la madre aunque se enteraron, por boca de la partera, que era una chica estudiante universitaria, muy joven, y que había pedido que me pusieran Laura. Algo que ellos no cumplieron y yo los comprendo. Tenían todo el derecho de ponerme el nombre que ellos quisieran porque al fin y al cabo son mis padres a los que amo, a los que tengo muchísimo que agradecer y que me acompañaron desde el inicio en toda esta locura". Pero ahora, en la búsqueda, vuelve a ser Laura.
Cuenta que a los seis años le dijeron que era hija adoptiva y lo vivió con normalidad siempre. "Estuvieron muy bien y actuaron como era debido". Y ella nunca, ni siquiera en la adolescencia que es cuando se despierta esa curiosidad por ligarse a la propia sangre, se sintió tentada por conocer a su familia biológica. Fue a la escuela, al colegio, a la facultad, tuvo y tiene amigas y amigos, se recibió de psicóloga, ejerce su profesión, se puso de novia, se casó, quedó embarazada, tuvo su primera hija y aquí cambió su historia.
"Fue en 1992. Yo venía con esa asignatura pendiente de mi adolescencia de no buscar mi origen. Pero nació mi hija y ese acontecimiento hizo que todo eso se me comenzara a revolver adentro. Hablé con mis padres que después de tanto tiempo se habían olvidado de mucho. Por ejemplo, no recordaban dónde quedaba la casa de la partera. Fueron de noche y una sola vez. Se acordaba de la puerta, de que habían cruzado las vías y lo que le había dicho la partera, que me llamaran Laura y que mi mamá biológica era una chica universitaria. Pero me dieron un dato, el médico que había servido de nexo".
Cuenta que "me costó que hablara conmigo, tuve que insistir. Me encontré con él y no me contó nada. No se acordaba, dijo, y me aconsejó que mirara para adelante, que me olvidara, que viviera, que tenía mi propia familia y le hice caso. Miré para adelante hasta que hace dos años leí todo lo que había hecho una mujer para conocer a su familia biológica y el encuentro. Y todo surgió con más fuerza y empecé a investigar como Sherlock Holmes acompañada y ayudada por mi marido. Insistí con el médico que todavía vivía. Se negó por teléfono pero lo jorobé tanto que me recibió y me dio el nombre de la partera. Me vine a La Plata a buscarla. No figuraba en guía, busqué a parteras viejas a través de mis amigas y de las madres de mis amigas. Hasta que llegué a una que estaba internada en terapia intensiva en el Policlínico. Cuando le dije que yo había sido dada en adopción empezó a repetir: yo no se nada, yo no se nada. Vaya a saber lo que habrá pensado, pobre. Después que le expliqué la historia y que no la buscaba a el
¿Qué fantasía acuña después tanta búsqueda? "No quiero pensar en nada concreto, desde ya, pero tengo una buena fantasía. Pienso que voy a encontrar algo interesante. No me imagino un cuento de hadas. Para nada. Se que por ahí no era verdad que mi mamá fuera una estudiante universitaria, es posible que la partera lo hubiera dicho para darles tranquilidad a mis padres. No me importa, sea quien sea. No sé con qué mujer me puedo encontrar ni qué causas la motivaron a darme en adopción. Me gustaría preguntárselas. Tengo derecho a saberlo. Pienso que tomaré muchos recaudos incluido un análisis de ADN, porque también voy a necesitar estar segura. Ya llevo casi dos años y por ahí me llevará mucho más tiempo, pero si ,e llaman y me dicen, 'apareció', no se como voy a reaccionar".

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