Seguidilla de errores que podrían beneficiar al asesino de Oklahoma

El divorcio del FBI con los norteamericanos se hizo patente en los últimos tiempos, y no sólo por el caso del "topo" Robert Hanssen. El otro tema que los sensibiliza, sin dudas, es el de Timothy McVeigh, el autor del mayor atentado en territorio norteamericano que se recuerde, cuya ejecución fue postergada hasta el 11 de junio. Y una vez más, aquí el FBI aparece como responsable. Ahora McVeigh, hallado culpable y que reconoció ser el autor de la masacre, pedirá un nuevo aplazamiento, que le permitiría salvar su vida. No es la primera vez que la impericia del FBI le causa problemas a una administración estadounidense. El 19 de abril de 1993, cuando sus fuerzas asaltaron la granja de la secta de David Koresh en Waco (Texas), comenzaba a escribirse una de las páginas más oscuras de la todopoderosa organización. El ataque provocó la muerte de 80 personas, y una grieta profunda se abrió en la credibilidad de la sociedad estadounidense.
Muchos pensaron que las autoridades federales norteamericanas actuaron con excesiva brutalidad. Otros, como el propio McVeigh, consideraron el episodio como una verdadera declaración de guerra contra "los ciudadanos libres del país". Años después, el propio Bill Clinton tuvo que admitir que el operativo de Waco "fue un terrible error", y que nunca se perdonaría por ello. Sin embargo, las muestras de excesivo uso de la fuerza por parte del FBI se reprodujeron, como quedó inmortalizado en la foto en que Elián González, el balserito cubano, fue retirado de la casa de sus familiares en Florida. Desde entonces, la lista de desatinos a los que se acusa al FBI parece interminable.
Antes, el Departamento de Justicia había sometido a 18 meses de investigación al laboratorio forense del FBI, supuestamente el más confiable del mundo. La conclusión fue que este laboratorio tenía un nivel científico deplorable y solía falsear sus conclusiones para adaptarlas a las necesidades de los fiscales. Uno de esos sumarios erróneos fue precisamente el correspondiente al atentado de Oklahoma. Por eso ahora Timothy McVeigh puede volver a pedir una postergación en su ejecución y también podría reclamar un nuevo juicio. Nadie sabe si es por estos temas o no, pero lo cierto es que después de 10 años, Louis Freeh, director del FBI, dejará su cargo. Y se anticipa que este alejamiento no será el único.

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