Plantas silvestres, ¿alimento complementario de bajo costo?

Según la UNLP, algunas contendrían alta carga nutricional; otras pueden ser tóxicas

Marginales entre las plantas, las malezas que crecen al borde de los caminos y en terrenos baldíos son un alimento de alta carga nutricional y bajo costo que podrían formar parte de las mesas hogareñas.

"Los campos y baldíos son en definitiva un gran supermercado que debería servir a la gente para alimentarse. En definitiva, el problema del hambre tiene también un fuerte componente de falta de información", aseguró el doctor en Botánica Aplicada Rubén Correa.

Cardos de diferentes tipos, dientes de león, achicorias silvestres, cerrajas y ortigas se presentan como platos exóticos, aunque todavía bajo el estigma de ser consideradas "comida para los pobres".

CUIDADO, ALGUNAS SON TOXICAS

"En el viejo mundo las malezas siempre estuvieron asociadas como un recurso utilizado por los sectores marginales. Es por ello que la tradición de su uso no llegó con la inmigración", señaló Correa, quien se desempeña como profesor en la Facultad de Ciencias Naturales de Universidad de La Plata.

Esa importante carga negativa fue la razón que hizo que esos conocimientos ancestrales se olvidaran o no fueran transmitidos, pese a las propiedades nutricionales de las malezas.

Ante la duda de como identificar las plantas comestibles, Correa ofreció algunos "secretos" importantes para no cometer errores y sufrir algún tipo de indigestión. "Por lo general las plantas que tienen látex suelen ser tóxicas, con excepción de aquellas que están emparentadas con la familia de las margaritas, es decir, las que tienen flores amarillas como el diente de león, que son comestibles", aclaró.

En cuanto a los cardos, una planta que difícilmente pueda ser asociada con el alimento, el especialista destacó que "las del género argémones, con una flor muy parecida a la de las amapolas con cuatro pétalos amarillos o blancos, son muy tóxicas".

"Tampoco es recomendable consumir el denominado ®cardo santo®, porque presenta algunos productos con dosis de toxicidad. Estas plantas son reconocidas porque, pese a que la flor es parecida a la del cardo común, su color es violeta mientras que la comestible es amarilla", agregó. Distinto es el caso del cardo de Castilla originario de la cuenca del Mediterráneo, del cual se comen los tallos tiernos, las pencas y las cabezuelas.

"A mediados del siglo XVIII, en nuestras pampas se produjo una invasión del cardo de Castilla en toda la época del auge de la ganadería, a tal punto que desde el sur de Córdoba hasta el río Colorado era un cardal. Lo anecdótico es que esa circunstancia fue aprovechada por los ladrones quienes se escondían tras los cardos para asaltar a los viajantes", precisó.

Otro caso es el llantén, una planta perenne que presenta entre 3 y 5 nervaduras principales y unas raíces cortas y gruesas. "Puede ser comida en ensalada o cocidas como espinaca, mientras que las semillas, una vez molidas, sirven para la fabricación de bizcochos", dijo el botánico.

"Es una planta que contiene mucha vitamina C, algo de proteínas, lípidos y sales alcalinas. Es un buen purificador de la sangre y óptimo para aliviar dolores de estómago", destacó.

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