Advertencia por el Río contaminado
Especialistas elaboraron recomendaciones para la población
| 5 de Mayo de 2004 | 00:00
La presencia de algas tóxicas en la ribera de nuestra región y las aguas del Río de la Plata llevó a especialistas de Argentina, Uruguay y Brasil a aconsejar la creación de un equipo -integrado por funcionarios e investigadores- para prevenir el fenómeno y combatir sus causas. Al mismo tiempo, los profesionales -que participaron en un taller internacional que se desarrolló en nuestra ciudad- elaboraron una serie de recomendaciones tendientes a evitar las que podrían ser "graves consecuencias" para la salud de quienes tomaran contacto con los organismos contaminantes.
Entre esas conclusiones se instó a generar bancos de datos, buscar puntos estratégicos de monitoreo, diseñar ensayos de detección y alerta temprana, y promover análisis de riesgo para la salud humana y animal. También se aconsejó incorporar tecnologías hoy no utilizadas _procesos de ozonificación, carbón activado y radiaciones ultravioleta- al tratamiento del agua para consumo humano que se obtiene del Río.
El encuentro, con la denominación de "Floraciones toxicogénicas en el Río de la Plata y sus efectos sobre la salud humana", fue convocado por la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia (CIC) y el FREPLATA, un proyecto binacional que reúne a profesionales argentinos y uruguayos y tiene como meta prevenir y controlar la contaminación del Río y su frente marítimo.
Allí se calificó como "fundamental" que la sociedad cuente con información acerca del problema de las algas -que saltó que a la consideración pública a inicios de este año, tras varios episodios de mortandad de peces en Punta Lara-, y que las autoridades se "sensibilicen" ante la situación.
Según se precisó, las cada vez más frecuentes floraciones de algas verdeazuladas o cianobacterias -que pueden liberar toxinas perjudiciales para el hígado y el sistema nervioso de animales y personas- están asociadas "entre otras causas, a fenómenos de eutrofización de cuerpos de agua, y posiblemente a tendencias de cambio climático".
El término eutrofización alude a procesos en los que la actividad humana genera una fertilización excesiva del ambiente acuático. Esto produce una proliferación artificial de algas: especialmente, en aguas dulces, las cianobacterias. En ese sentido Ana Ruibal, experta del Instituto Nacional del Agua (INA), señaló que "los lugares más propicios para el desarrollo de las algas son aquellos con poco movimiento de aguas, alta cantidad de nutrientes orgánicos y alta temperatura". Y el Río de La Plata recibe a diario miles de toneladas de desechos cloacales e industriales sin tratamiento alguno.
LO QUE SE ENCONTRO
Las "microcystis aeruginosa" son cianobacterias que durante sus floraciones generan microcistina; una hepatotoxina cuya ingestión o inhalación puede desde provocar diarreas, vómitos y malestar general, hasta resultar fatal. También actúa por acumulación, favoreciendo la formación de tumores. En el Río también se encontró el alga "anabaena spiroides", productora de neurotoxinas. Estos compuestos pueden ser letales, produciendo temblores, diarrea, vómitos, y luego sofocación a través de calambres y parálisis.
De los talleres convocados por la CIC y el FREPLATA que analizaron la contaminación por algas en la región, participaron técnicos y científicos de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), el Organismo Regulador de Aguas y la Secretaría de Política Ambiental bonaerenses (ABSA y SPA), el INA, la Universidad Nacional del Uruguay (UNROU), la Intendencia de Montevideo, Obras Sanitarias de la República del Uruguay (OSE-ROU), y la Universidad Federal de Río de Janeiro, entre otras instituciones.
La microcistina es una toxina que no se elimina con la potabilización tradicional. En ese sentido -aunque Aguas Bonaerenses afirmó en varias oportunidades que "no hay riesgo de contaminación algal en el agua de red de la región"- Ana Grabier, de OSE-ROU, destacó la necesidad de incorporar tecnología a las plantas de agua para consumo humano. También a las de tratamiento de aguas servidas, ya que según dijo, "cuanto menos se invierte en purificar lo que se arroja a un río, más caro se hace potabilizar lo que se extrae de él".
Entre esas conclusiones se instó a generar bancos de datos, buscar puntos estratégicos de monitoreo, diseñar ensayos de detección y alerta temprana, y promover análisis de riesgo para la salud humana y animal. También se aconsejó incorporar tecnologías hoy no utilizadas _procesos de ozonificación, carbón activado y radiaciones ultravioleta- al tratamiento del agua para consumo humano que se obtiene del Río.
El encuentro, con la denominación de "Floraciones toxicogénicas en el Río de la Plata y sus efectos sobre la salud humana", fue convocado por la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia (CIC) y el FREPLATA, un proyecto binacional que reúne a profesionales argentinos y uruguayos y tiene como meta prevenir y controlar la contaminación del Río y su frente marítimo.
Allí se calificó como "fundamental" que la sociedad cuente con información acerca del problema de las algas -que saltó que a la consideración pública a inicios de este año, tras varios episodios de mortandad de peces en Punta Lara-, y que las autoridades se "sensibilicen" ante la situación.
Según se precisó, las cada vez más frecuentes floraciones de algas verdeazuladas o cianobacterias -que pueden liberar toxinas perjudiciales para el hígado y el sistema nervioso de animales y personas- están asociadas "entre otras causas, a fenómenos de eutrofización de cuerpos de agua, y posiblemente a tendencias de cambio climático".
El término eutrofización alude a procesos en los que la actividad humana genera una fertilización excesiva del ambiente acuático. Esto produce una proliferación artificial de algas: especialmente, en aguas dulces, las cianobacterias. En ese sentido Ana Ruibal, experta del Instituto Nacional del Agua (INA), señaló que "los lugares más propicios para el desarrollo de las algas son aquellos con poco movimiento de aguas, alta cantidad de nutrientes orgánicos y alta temperatura". Y el Río de La Plata recibe a diario miles de toneladas de desechos cloacales e industriales sin tratamiento alguno.
LO QUE SE ENCONTRO
Las "microcystis aeruginosa" son cianobacterias que durante sus floraciones generan microcistina; una hepatotoxina cuya ingestión o inhalación puede desde provocar diarreas, vómitos y malestar general, hasta resultar fatal. También actúa por acumulación, favoreciendo la formación de tumores. En el Río también se encontró el alga "anabaena spiroides", productora de neurotoxinas. Estos compuestos pueden ser letales, produciendo temblores, diarrea, vómitos, y luego sofocación a través de calambres y parálisis.
De los talleres convocados por la CIC y el FREPLATA que analizaron la contaminación por algas en la región, participaron técnicos y científicos de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), el Organismo Regulador de Aguas y la Secretaría de Política Ambiental bonaerenses (ABSA y SPA), el INA, la Universidad Nacional del Uruguay (UNROU), la Intendencia de Montevideo, Obras Sanitarias de la República del Uruguay (OSE-ROU), y la Universidad Federal de Río de Janeiro, entre otras instituciones.
La microcistina es una toxina que no se elimina con la potabilización tradicional. En ese sentido -aunque Aguas Bonaerenses afirmó en varias oportunidades que "no hay riesgo de contaminación algal en el agua de red de la región"- Ana Grabier, de OSE-ROU, destacó la necesidad de incorporar tecnología a las plantas de agua para consumo humano. También a las de tratamiento de aguas servidas, ya que según dijo, "cuanto menos se invierte en purificar lo que se arroja a un río, más caro se hace potabilizar lo que se extrae de él".
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