Los peligros que encierra la calle 1 desde 44 a 528

Pasos a nivel destruidos, falta de lugares para esperar el micro y de señalización

La calle 1 se ha convertido en una arteria que genera crónicas situaciones de riesgo para peatones y automovilistas, principalmente en el tramo de la Estación de Trenes -en la avenida 44- hasta el corazón de la localidad de Tolosa -en 528-. El intenso tránsito vehicular, las altas velocidades que se desarrollan, los pasos a nivel deteriorados y las interminables esperas de los automovilistas que llegan desde la autopista a la Ciudad, como así también las paradas de los micros ubicadas prácticamente sobre la propia calzada, son algunos de los problemas que se observan a diario y que parecen no tener solución.

Desde hace mucho tiempo, la 1 es una calle que se transformó en una vía de escape de la zona céntrica. Es única mano, y prácticamente no tiene cruces ni semáforos, por ella se accede directamente a la avenida 32, punto desde el cual se pueden adoptar otras alternativas rumbo a las localidades del norte del Gran La Plata, zonas ribereñas o bien para acceder a la autopista a Buenos Aires. Es por eso que el notable aumento en el tránsito vehicular en la actualidad se ha transformado en un trastorno cotidiano.

La velocidad con la que se transita ha generado una práctica peligrosa que adoptan cientos de conductores haciendo de las avenidas y calles de acceso y salida de la Ciudad como una extensión de la autovía, porque no hay controles de ningún tipo: prácticamente no hay señales viales, como así tampoco inspectores. Además, se debe tener en cuenta que la presencia de micros de media y larga distancia contribuye a que, por momentos, en esta avenida se vivan escenas de caos casi en forma permanente.

"En los únicos lugares que se toca el freno es cuando se acercan a los pasos a nivel, porque vienen muchos autos desde la autopista; después, es una pista de carrera y el peligro es latente ya que las paradas de micros sobre el lado de la vía no cuentan con garitas, no existe protección alguna para la gente, ya que no hay veredas y hay que esperar el colectivo sobre el pavimento", señaló Roberto Burgos, vecino de la zona de 1 y 36.

PUNTOS DE CONFLICTO

Dos de los puntos de conflicto en cuanto a las paradas de micros tan polémicas y criticadas por los usuarios por los riesgos que corren son 1 y 39, y 1 y 37. En el primer caso, hay muchos chicos que aguardan el colectivo rumbo a Ensenada y otras zonas del este de la región. Por ende, "en horas pico de salidas de los colegios se juntan varios pibes y hay veces que deben treparse a la reja que cerca las vías del tren para no quedar parados en la misma avenida", asegura Luján Dávalos.

"Esto es un disparate. Si un auto hace una mala maniobra o se roza con otro vehículo se lleva por delante a alguien que está esperando el micro. No hay vereda, es un adoquinado de 50 centímetros que ni siquiera tiene cordón y en ese espacio los chicos deben esperar el micro. Algo se debe hacer porque de lo contrario va a ocurrir una desgracia", afirmó Mirta Tevez, otra usuaria de las líneas que circulan por avenida 1.

CRUCES INTERMINABLES

Los pasos a nivel a la altura de las avenidas 32 y 38, a partir de la habilitación de la bajada de la autopista en la diagonal 74, son postales del caos cotidiano. En esta zona la fluidez vehicular aumentó en forma significativa y ni las calles, ni los cruces ferroviarios dan la sensación de estar preparados para albergar semejante volumen vehicular.

"Se debe encontrar una alternativa a esta problemática", dijo Jorge Bustos, un taxista que es víctima de este problema de tránsito, y sugirió que hay que "agrandar calle 1 o bien los pasos a nivel, porque la fluidez vehicular es terrible, cada día son más los autos que transitan por acá", sostuvo.

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