Esta tarde, Molina Campos se apea en el Teatro Argentino
El Argentino fue invadido por la paisanada de Molina Campos
| 4 de Agosto de 2004 | 00:00

Hoy a las 19 llegan a la sala Pettoruti del Teatro Argentino la paisanada de Florencio Molina Campos montando briosos caballos criollos, en carros o simplemente de fiesta o disputando una partida de naipes en alguna pulpería. Se trata de 225 óleos, témperas, tintas, dibujos y desde ya, sus célebres almanaques. Se quedarán allí hasta el 19 de setiembre para que los platenses puedan disfrutar de este creador de una iconografía bonaerense original, propia pero popular. Como decía ayer Ignacio Gutiérrez Zaldívar, curador de la megamuestra, "junto a Quinquela Martín, es el pintor argentino más popular".
La exposición de gran magnitud y que cuenta además de sus pinturas, hasta con gigantografías de las obras siempre pequeñas de Molina Campos y sus figuras trasladadas de manera impecable a las tres dimensiones, ha sido posible por el esfuerzo de la galería Zurbarán, Instituto Cultural Bonaerense, Teatro Argentino y Repsol-YPF. Gutiérrez Zaldívar conoce la obra de este plástico precozmente, cuando contaba sólo 14 años y adquirió su primer óleo de Molina Campos en una legendaria galería de Santa Fe y Cerrito. "Me hacían bromas mis hermanos porque había comprado un almanaque o me decían que en caricaturas. Y no es así. De la misma manera que los gordos de Botero no lo son, tampoco los gauchos de Molina Campos. No me sentí solo cuando conocí a Rafael Squirru que opinaba lo mismo. No era valorado lo que me permitió atesorar sus obras. En cambio en Estados Unidos, en donde residió años, tuvo otra acogida. Ahora cambió. Sólo en Córdoba concurrieron a ver esta exposición 650 mil personas y contando Buenos Aires y otras grandes ciudades en la que estuvo, ya la han visto millones de espectadores".
La exposición de gran magnitud y que cuenta además de sus pinturas, hasta con gigantografías de las obras siempre pequeñas de Molina Campos y sus figuras trasladadas de manera impecable a las tres dimensiones, ha sido posible por el esfuerzo de la galería Zurbarán, Instituto Cultural Bonaerense, Teatro Argentino y Repsol-YPF. Gutiérrez Zaldívar conoce la obra de este plástico precozmente, cuando contaba sólo 14 años y adquirió su primer óleo de Molina Campos en una legendaria galería de Santa Fe y Cerrito. "Me hacían bromas mis hermanos porque había comprado un almanaque o me decían que en caricaturas. Y no es así. De la misma manera que los gordos de Botero no lo son, tampoco los gauchos de Molina Campos. No me sentí solo cuando conocí a Rafael Squirru que opinaba lo mismo. No era valorado lo que me permitió atesorar sus obras. En cambio en Estados Unidos, en donde residió años, tuvo otra acogida. Ahora cambió. Sólo en Córdoba concurrieron a ver esta exposición 650 mil personas y contando Buenos Aires y otras grandes ciudades en la que estuvo, ya la han visto millones de espectadores".
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