La banda chilena La Ley se despidió del público argentino

Con su espectáculo "Hasta pronto" y tres funciones colmadas en el estadio Luna Park, el grupo de pop rock chileno La Ley se despidió de sus fanáticos seguidores argentinos.

"Es importante para mí que me pronuncie en este escenario del pequeño receso que nos vamos a tomar", dijo el cantante y guitarrista Beto Cuevas, a propósito de su decisión de emprender una carrera en solitario, aunque dejando la puerta abierta para una posible futura reunión con sus compañeros de década y media de carrera Mauricio Clavería (batería) y Pedro Frugone (guitarra).

El espectáculo de despedida de La Ley de los escenarios en tanto banda se había iniciado, en la primera de las funciones de una serie de tres en el predio de Corrientes y Bouchard, poco después de las diez de la noche y luego de que se mostraran imágenes de archivo de los chilenos en una gigantesca tela blanca puesta sobre el escenario a modo de pantalla.

"Ciertos civiles" fue la canción con la que La Ley abrió el juego, ante un público que coreó todas y cada una de las canciones y mostró su lamento por la separación de una banda que, en la Argentina, cuenta con un éxito sin precedente en la historia del pop rock chileno.

Con un Beto Cuevas tan glamoroso como de costumbre -lentes oscuros, calzas negras con cadenas y campera rockera pero no de cuero sino de raso-, La Ley contó en escena con Belinda McGill en segunda guitarra, Archie Frugone en bajo, Andrés Sylleros en teclados y Elizabeth Meza en coros.

El show, de características impecables en cuanto a lo musical y en cuanto a la puesta en escena, continuó con composiciones como "Histeria" y "Animal", y el consabido saludo de bienvenida a la troupe de incondicionales seguidores.

"Buenas noches Argentina. Es un gusto estar acá esta noche. Ustedes realmente nos han sorprendido con estas tres noches llenas", dijo Cuevas, más que conmovido, y antes de seguir con "Aquí", "Doble opuesto", "Paraíso" y "Mate y sálvate".

Precisamente después del más flamante hit de La Ley llegó la alusión a la tragedia de República Cromagnon y, particularmente, a la noticia sobre la posibilidad de que Omar Chabán aguarde el juicio oral en libertad. "En la época de Año Nuevo todos nos enteramos de la tragedia que ocurrió en Buenos Aires. Y hoy, escuchamos en la radio que salió libre el máximo responsable. Nosotros sentimos el dolor de quienes perdieron a sus familiares. Por eso queremos dedicar este concierto a toda esa gente que perdió su vida en aquel Año Nuevo", expresó Cuevas.

"Desiertos" y, ya a modo de bises, "Mentira", "Fuera de mi", "Hombre" y "El duelo" fueron las canciones que siguieron. Para la despedida final quedó un tema que, seguramente, no fue elegido en forma fortuita.

La banda chilena se despidió de los escenarios argentinos con "Tejedores de ilusión", una composición que data de 1992 y corresponde al disco titulado "La Ley". "La vida sigue igual" dice su último verso, acaso para dar cuenta de que hay vida después de La Ley. Sobre todo para Beto Cuevas.

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