Buzios, un clásico de Brasil

Buzios se encuentra a unos 200 km al norte de Río de Janeiro. Se trata de una península que parece una isla en la que conviven restaurantes con cocina francesa, italiana, japonesa o tailandesa, con sencillas barracas en que se asan los peces recién sacados del mar.

Tiene más de 20 playas con olas o sin ellas, profundas o en declive, cálidas o frías, concurridas o desiertas, donde se puede nadar, bucear, surfear o simplemente descansar. Un recorrido por Buzios no debe pasar por alto Praia do Canto, Joo Fernandes -con aguas cálidas, playa rodeada de vegetación y arenas que se han contagiado del color bermellón de la tierra- y Jo¦o Fernandinho -pequeña y tranquila- se encuentran casi en la punta de la península.

Dando vuelta a la península, están Praia Brava, Olho de Boi -elegida por los que practican nudismo- la rocosa Praia do Forno, Foca y, un poco más allá, Ferradura y Ferradurinha, abrigadas en profundas ensenadas y bordeadas por las mansiones más lujosas de la península.

Geribá, amplia y de arena clara, es amada por los surfistas y las familias con niños.Por fin las últimas playas de mar abierto: Tucuns y Zé Gonçalves, elegidas por los que prefieren la soledad, las caminatas y la observación de la naturaleza; y Caravelas ubicada en plena reserva ecológica, encerrada entre altas serranías, bravía, con grandes olas y declives bruscos.

Sin embargo, el corazón de Buzios está en Rua das Pedras, una calle empedrada con losas desiguales donde es posible encontrar desde las mejores marcas y los restaurantes más sofisticados hasta locales de comida por kilo, pequeñas tiendas de souvenirs y boliches con música en vivo.

Sin dudas, un destino de ensueño, para los gustos mas variados.