Diferencias en el oficialismo frenaron la ley de bosques

El proyecto de ley de protección de los bosques nativos, que es reclamado con insistencia por organizaciones ambientalistas, no podrá ser tratado mañana en el Senado nacional, tal como se preveía, debido a que una serie de diferencias en el bloque oficialista imposibilitaron la redacción de un dictamen consensuado.

En una reunión del bloque que preside Miguel Angel Pichetto se resolvió que este tema se trate en el recinto la semana que viene, luego de que se llegue a un acuerdo sobre la compensación que reclaman algunas provincias norteñas a cambio de respaldar la iniciativa.

El proyecto no tiene aún dictamen de comisión y, para ser considerado en el recinto sobre tablas, se necesita la aprobación de dos tercios de los presentes.

El proyecto de ley de protección de los bosques nativos ya cuenta con media sanción de Diputados, aunque muchos legisladores pretende modificar su texto para satisfacer las demandas de algunas provincias norteñas.

La senadora salteña Sonia Escudero, uno de los legisladores que se oponen al proyecto conocido "ley Bonasso" tal como fue aprobado por la Cámara de Diputados, afirmó que "todo proyecto es perfectible", cuando se le consultó sobre esta iniciativa.

De este modo, expresó diplomáticamente su oposición a este proyecto, si no se contemplan "compensaciones" a las provincias que hasta ahora no avanzaron sustancialmente sobre los bosques nativos, como Salta, aunque en los últimos tiempos comenzaron algunos desmontes para dedicar tierras al cultivo de soja.

De prosperar la "ley Bonasso", Salta y otras provincias deberían interrumpir esos desmontes, situación que consideran injusta si se la comparan con otros estados donde hubo grandes desmontes desde hace décadas.

Por ese motivo, reclaman la creación de un fondo compensador que contemple sus casos, y se les retribuya por "haber cuidado los bosques" hasta ahora.

El tratamiento de este tema se anunció hace dos semanas en el Senado, en una conferencia que brindó el jefe de la bancada oficialista, Miguel Angel Pichetto, acompañado por la secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Romina Picolotti.

Pichetto negó en esa ocasión que la iniciativa estuviera "cajoneada", en respuesta a la presión de organizaciones ambientales, entre ellas Greenpeace, que presentó un petitorio con 1.200.000 firmas exigiendo la aprobación de este proyecto.

Según datos de la Secretaría de Medio Ambiente, entre 1998 y 2002 desaparecieron 781.930 hectáreas pero en los últimos cuatro años, el proceso se acentuó y los desmontes arrasaron con 1.108.669 hectáreas, es decir 821 hectáreas por día.

En tanto, organizaciones ambientalistas y sociales enviaron al Senado un documento donde reclaman que la ley de Bosques cuente con una moratoria a los desmontes.

El documento fue firmado por Greenpeace, Vida Silvestre, Fundación Ambiente y Recursos Naturales y el Movimiento Campesino de Santiago del Estero, entre otras entidades que incluyen también a representantes del sector productivo como la Asociación Forestal Argentina.

Allí se afirma que "en menos de dos meses más de 1.300.000 argentinos se expresaron reclamando la urgente sanción de una ley de Bosques que decrete la moratoria a los desmontes hasta que cada provincia realice un ordenamiento territorial de sus bosques nativos".