Abrumador apoyo en la OEA al gobierno de Evo Morales

WASHINGTON.- El grueso de los países de la OEA respaldaron ayer "al gobierno boliviano legalmente constituido", entre otros Argentina y Brasil, y la única voz disonante fue la de Estados Unidos que sólo pidió tener en cuenta a la oposición.

El abrumador respaldo de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Perú, Ecuador, Colombia y Chile, entre otros, fue comentado por la agencia alemana DPA como un triunfo del presidente de Bolivia, Evo Morales, frente los prefectos (gobernadores) de la oposición, que en este mismo escenario de la OEA lo acusaron de poner en riesgo a la democracia boliviana.

Robert Manzanares, representante en la Organización de Estados Americanos (OEA) de los Estados Unidos, país habitualmente crítico con el gobierno de La Paz, fue el único que se limitó a pedir que la oposición sea tenida en cuenta. "En asuntos tan críticos como una reforma constitucional, todos los sectores deben participar, para evitar cualquier noción de exclusión", afirmó Manzanares.

Al comenzar la semana, los líderes de la oposición se imaginaron otro escenario. Cuatro de los prefectos que encabezan el enfrentamiento con Morales fueron a Washington y Nueva York para reclamar la intervención de la OEA y de las Naciones Unidas ante la "agresión a la democracia" que según ellos se está produciendo en Bolivia. "El gobierno de Bolivia no debería tener problema para autorizar una misión de la OEA", afirmó Mario Cossío, prefecto de Tarija, que estuvo acompañado en Estados Unidos por Rubén Costas, prefecto del Departamento de Santa Cruz, Manfred Reyes Villa, de Cochabamba, y Ernesto Suárez, de Beni.

El Ejecutivo boliviano reaccionó enviando a dos viceministros, Sacha Llorente y Héctor Arce, que se dedicaron a seguir los pasos de los prefectos en la OEA y la ONU.

DENUNCIAN RACISMO

Mientras tanto, un relator de la ONU sobre la situación de los derechos de los indígenas llamó la atención por el rebrote del racismo en Bolivia debido al conflicto político que vive el país. Rodolfo Stevenhagen dijo en rueda de prensa que en su visita de doce días recibió "numerosas quejas y testimonios de la represión y la violencia que a veces se abate sobre líderes y miembros de organizaciones indígenas que se atreven a cuestionar las tradicionales estructuras de poder en algunas regiones". Señaló que "resulta preocupante que el conflicto político que atraviesa actualmente Bolivia haya dado lugar a un rebrote de expresiones de racismo, más propio de una sociedad colonial que de un estado democrático moderno".

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