Bocca culminará un sueño que comenzó hace 27 años

En medio de la serie de seis presentaciones en el Coliseo Podestá con las que comienza su despedida del público platense, el gran bailarín accedió a un diálogo mano a mano para hablar de su decisión de alejarse de los escenarios este fin de añoPor ANDRÉS RIVELLI

Julio Bocca ha decidido abandonar los escenarios en la plenitud de carrera. Desde hace varios meses, el 22 de diciembre de 2007 tiene para él un significado más que especial. Ese día, cuando el Obelisco sea testigo de los últimos pasos sobre un escenario del bailarín más grande que ha dado nuestro país, Bocca culminará un sueño que comenzó hace 27 años. Y lo hará como pocos han podido: siendo él mismo quien le haya puesto las condiciones al tiempo, y no a la inversa.

Desde el miércoles pasado y hasta el martes, el bailarín presenta en nuestra ciudad seis funciones de su espectáculo "Bocca Tango" con el que comienza su despedida de nuestra ciudad. Y decimos "comienza" porque una de las buenas noticias de esta semana fue que su despedida definitiva será con una función gratuita al aire libre, antes de fin de año, "para que me puedan ver aquellos que no pudieron estar en el Coliseo".

En el confortable y remozado camerino del Coliseo Podestá, poco antes de la segunda función de las seis que está brindando en nuestra ciudad, Julio Bocca accedió a dialogar en exclusiva con EL DIA sobre su presente, las razones que lo llevaron a tomar esta decisión y algunos de los proyectos que lo tendrán como protagonista en el futuro.

Corren tiempos de despedidas en tu vida... ¿has tenido tiempo de las primeras evaluaciones de lo que fue tu carrera?

"La realidad es que no me voy a poner a evaluar nada. Fue una carrera maravillosa y estoy feliz de haber llegado a esta altura como llegué, disfrutar del escenario y terminar en lo más alto, como me había propuesto. Feliz con todo eso. Además, terminar fue una decisión mía y eso es genial. Ayer (por el miércoles) hicimos la primera función acá y fue un público maravilloso. Me hizo acordar de las primeras épocas en que veníamos a La Plata".

¿El reencuentro con la ciudad tuvo el marco de la reapertura del Coliseo?

"Me fascina estar en un teatro como éste, en las condiciones que está y saber que se trata de cuidar. Sobre todo me alegra ver que la cultura sigue creciendo y cuidándose. En La Plata tienen la suerte de contar con dos teatros muy lindos. El Argentino, un teatro espectacular, por lo menos en la parte interna, la parte exterior para mí es muy frío, pero lo que es la parte funcional es maravilloso. Y el teatro Coliseo que para compañías pequeñas como la nuestra y otra clase de espectáculos tienen un lugar donde uno puede venir y contar con las condiciones necesarias para hacer un buen espectáculo".

Además, en su momento, tuviste que ver con la reapertura del Coliseo...

"Sí. A mediados de los 80 vinimos a La Plata para inaugurar este teatro Coliseo Podestá. Por eso te decía que la primera función (del miércoles) me hizo acordar por la emoción del público a aquella primera. Calculo que en esta ocasión también tendrá mucho que ver con que se trata de la última vez".

Cuando te preguntaba sobre las evaluaciones, pensaba en los sueños de Julio Bocca a los 15 años, en sus primeros pasos, y éste que llega a su retiro en las condiciones que vos mismo elegiste. ¿Te acordás de lo que soñabas alcanzar?

"El pasado ya está. No quiero ni me gusta estar recordando cosas. Quizá si en el contexto de una entrevista me preguntan te cuento algo que me paso... Me refiero a que en el día a día no estoy pensando en cuando tenía 15 años, cuando hice esto o lo otro. Estoy disfrutando esto y tratando de ver qué va a pasar en el futuro. Quizá soñando, tratando de hacer proyectos o viendo cómo me voy a manejar. El pasado sólo me sirve para tratar de seguir aprendiendo. Tal vez aprender de los errores que uno cometió, pero no soy nostálgico. Trato de borrar de mi mente aquello y disfrutar el presente".

PROYECTOS A FUTURO

La importancia que Bocca atribuye al pasado pareció una invitación a hablar del futuro. "Pero el futuro tampoco lo tengo muy claro", aseguró inmediatamente entre risas.

Bueno, a eso me refería, hay cierto interrogante. A lo largo de tu carrera has incursionado en la actuación, también te has manifestado alguna vez interesado por el género de la comedia musical. ¿Tenés idea de lo que deparará el futuro después de los 22 de diciembre?

"No, la verdad es que no tengo idea y tampoco me interesa mucho. Obviamente sé que volveré con el Ballet Argentino, al que trataré de mantenerlo lo más posible. Por suerte ya tiene su nombre y su espacio ganado, y el año que viene ya tiene sus funciones. Por otra parte, voy a tratar de seguir con la escuela de Buenos Aires y la Fundación. Y estar metido dentro de lo que yo sé que es la danza y el arte. Quizá produciré o dirigiré algún espectáculo. Es algo que me llama mucho la atención y me gusta. Es algo en lo que me siento cómodo".

¿Cuáles fueron las principales razones que te llevaron a pensar en dejar la danza a esta edad?

"Son 27 años de carrera y uno sabe cuáles son los límites. A mí me ayudó mucho tener la suerte de compartir, admirar y ver en las buenas épocas a figuras como Alicia (Alonso), Maia (Plisiétskaia), (Rudolf) Nureyev o Misha (Mijail Baryshnikov), y ver también cuando seguían trabajando y ya no era lo mismo. Para mí fue revelador y me llevó a pensar `yo a eso no quiero llegar'. No es lo que imaginaba como un buen final. Eso me ayudó mucho a tomar la decisión que tomé.

"Por otro lado, tal vez mencionaría todo lo que es la rutina de entrenamiento: las clases, los ensayos, las pruebas... Además la responsabilidad, el compromiso de estar siempre, atender a la prensa. Son cosas que nunca fueron un placer para mí. Hubo un tiempo en que lo disfrutaba mucho más porque era parte de un crecimiento mío y también porque sé que es parte de mi trabajo y de estar en comunicación con la gente.

"Pero fundamentalmente la disciplina diaria es lo que más me agotó. Por ejemplo ahora, estamos tres días en La Plata, el sábado bailamos en Bahía Blanca, y el domingo volvemos acá para seguir con tres días de funciones. Y no sólo eso sino que por las mañanas hay que levantarse y seguir trabajando en nuevos programas o nuevos repertorios. Un trabajo constante para estar en forma y poder crecer. Esta disciplina es la única forma, en lo nuestro, de llegar a algún lado y que cuando hacés un espectáculo sea digno".

Una carrera exitosa sin paradas, con interminables giras por el mundo. ¿Te ha hecho perder cosas que hubieras querido vivir?

"Mirá... he perdido cosas pero ha sido siempre una decisión mía. Estaba haciendo lo que a mí me gusta. Entonces no perdés sino que vivís esas cosas de una forma diferente. Por ejemplo, no recuerdo la vivencia de una cotidianeidad. Tal vez donde más viví eso fue en Nueva York, donde más tiempo estuve y donde viví los períodos más largos. Allí pude viajar en subte o autobús como cualquiera. Aquí en Argentina mi forma de vida ha sido distinta también por una cuestión de privacidad, porque al ser una persona conocida uno debe optar por otras costumbres a la hora de moverse en la ciudad. Pero, te repito, todo ha sido consecuencia de mi decisión y mi carrera".


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