Las boyas, una elección decisiva
| 5 de Julio de 2007 | 00:00

Un dicho pescador asegura que parte del éxito de la pesca radica en saber elegir la boya de acuerdo con la tarea que se piensa desarrollar. Los modelos varían según las condiciones climáticas, los ámbitos y las modalidades de pesca.
Antes de decidirse por un tipo de boya en particular entonces será necesario saber si hay viento, si hay correntada, si se pesca anclado, al garete, o si lanza desde un muelle, embarcación o costa. No olvidemos que la boya tiene una función principal y que una incorrecta elección puede llevar a no ver el pique, lo que se traducirá en una posible pérdida de la pieza.
Estos elementos que en sus comienzos fueron simples trozos de madera han evolucionado muchísimo, al punto de presentar en la actualidad una gran variedad y formas hidrodinámicas que se adaptan a todos los ámbitos y a todas las líneas.
VARIEDAD
Hoy no sólo de formas debemos hablar sino también de la cantidad de materiales que han aparecido por lo que disponemos de muchas variantes para elegir; no sólo tenemos hoy en día, como en el comienzo, boyas de madera balsa, sino también de poliuretano, poliestirenos expandido y las clásicas de plásticos.
También hay que agregarles la diferenciación por colores para facilitar de la visualización del pescador, y además, algo que aún se discute y mucho, las tonalidades que podrían atraer a los peces; hay boyas de colores fluor y otras que son opacas y que están especialmente confeccionadas para evitar que en ellas se refleje el sol.
FORMAS
Además están los clásicos modelos esféricos ideales para la pesca de pejerreyes de río: los más chicos (hasta 20 mm) se emplean desde los muelles y los grandes para lanzar lejos o desde una embarcación.
Dentro de las esféricas, la yo-yo es una variante que permite enrollar la brazolada en una canaleta que la circunvala, y modificar su longitud con sólo desenrrollar el nailon.
La puntera puede ser también esférica: su función es dar peso a la línea para que gane distancia durante el lanzamiento, y aportar resistencia a la madre para que el pez se clave mejor cuando toma la carnada.
El resto de los modelos que ofrece el mercado, en general se caracteriza por levantarse o deslizarse para ofrecer al pescador una mayor superficie visible. Hay modelos que se desplazan a mayor velocidad, algunos que flotan mejor y otros que cortan el agua con mayor facilidad.
Por ello es necesario llevar en la valija de pesca modelos de distintas formas y modelos con pesos diferentes para optar por el más conveniente según la situación.
RESISTENCIA
Un secreto: se podría pensar que cuando más grande una boya, mejor. Sin embargo en ocasiones muchos peces sueltan la carnada si encuentran resistencia al tirar de la línea.
La solución es utilizar boyas que tengan un centro de gravedad más bajo que el nivel del agua, de esa manera el pique más leve que se produzca será detectado y el pez casi no opondrá resistencia a la toma del cebo.
El estado de las aguas también influye en el tamaño de la boya. Las redondas pequeñas pueden utilizarse en ámbitos de calma. Si aumenta la marejada deberá crecer el tamaño o diámetro.
COLORES
En cuanto a los colores, la elección dependerá de la luminosidad y de su reflejo en el agua.
Por lo general se utiliza el blanco, el amarillo, el rojo o el anaranjado cuando el sol está por detrás. Si viene de frente o el día está nublado es posible colocar negras o rojas que se ven a distancia.
MODELOS
Los modelos más tradicionales podemos reunir un puñado de nombres. Las "cometa" tienen forma romboidal y permiten un avance muy bueno sin casi resistencia cuando se está gareteando, al igual que las de forma de lágrima.
La "palito" es la tradicional boya redonda atravesada precisamente por un palito, que permite que, cuando estamos anclados, sea arrastrada mejor por el viento, además de marcar muy bien el pique poniéndose de costado muy rápidamente.
Los barranquines son claves para pescar a más de medio metro de profundidad, ya que se lastran para que trabajen paradas.
Desde ya que hay varias formas aerodinámicas más, producto de la creación y fruto de la experiencia de los pescadores.
COMBINACIONES
Existen varias combinaciones donde podemos agregar una boya más chica que acompañe a la de mayor volumen ya sea dentro de la madre de la línea (llamada combinada) o agregándole una pata saliendo de un micro esmerillón con el nailon de la brazolada (comúnmente llamada pata de tero o tramposa) donde tendremos la boya esférica más chica; de este modo tendremos dos ventajas, en el caso la combinada podremos regular la brazolada y facilitar el arrastre de la carnada con una boya más chica casi sin oponer resistencia, y con la tramposa se facilita aún más el pique pero tendremos menos recorrido en la brazolada.
También se debe nombrar a los punteros que hoy ya vienen para atar una brazolada y utilizarlos como boya impulsora. Estos vienen de madera, de plástico cargados con agua, y boyones cargados con plomo.
Antes de decidirse por un tipo de boya en particular entonces será necesario saber si hay viento, si hay correntada, si se pesca anclado, al garete, o si lanza desde un muelle, embarcación o costa. No olvidemos que la boya tiene una función principal y que una incorrecta elección puede llevar a no ver el pique, lo que se traducirá en una posible pérdida de la pieza.
Estos elementos que en sus comienzos fueron simples trozos de madera han evolucionado muchísimo, al punto de presentar en la actualidad una gran variedad y formas hidrodinámicas que se adaptan a todos los ámbitos y a todas las líneas.
VARIEDAD
Hoy no sólo de formas debemos hablar sino también de la cantidad de materiales que han aparecido por lo que disponemos de muchas variantes para elegir; no sólo tenemos hoy en día, como en el comienzo, boyas de madera balsa, sino también de poliuretano, poliestirenos expandido y las clásicas de plásticos.
También hay que agregarles la diferenciación por colores para facilitar de la visualización del pescador, y además, algo que aún se discute y mucho, las tonalidades que podrían atraer a los peces; hay boyas de colores fluor y otras que son opacas y que están especialmente confeccionadas para evitar que en ellas se refleje el sol.
FORMAS
Además están los clásicos modelos esféricos ideales para la pesca de pejerreyes de río: los más chicos (hasta 20 mm) se emplean desde los muelles y los grandes para lanzar lejos o desde una embarcación.
Dentro de las esféricas, la yo-yo es una variante que permite enrollar la brazolada en una canaleta que la circunvala, y modificar su longitud con sólo desenrrollar el nailon.
La puntera puede ser también esférica: su función es dar peso a la línea para que gane distancia durante el lanzamiento, y aportar resistencia a la madre para que el pez se clave mejor cuando toma la carnada.
El resto de los modelos que ofrece el mercado, en general se caracteriza por levantarse o deslizarse para ofrecer al pescador una mayor superficie visible. Hay modelos que se desplazan a mayor velocidad, algunos que flotan mejor y otros que cortan el agua con mayor facilidad.
Por ello es necesario llevar en la valija de pesca modelos de distintas formas y modelos con pesos diferentes para optar por el más conveniente según la situación.
RESISTENCIA
Un secreto: se podría pensar que cuando más grande una boya, mejor. Sin embargo en ocasiones muchos peces sueltan la carnada si encuentran resistencia al tirar de la línea.
La solución es utilizar boyas que tengan un centro de gravedad más bajo que el nivel del agua, de esa manera el pique más leve que se produzca será detectado y el pez casi no opondrá resistencia a la toma del cebo.
El estado de las aguas también influye en el tamaño de la boya. Las redondas pequeñas pueden utilizarse en ámbitos de calma. Si aumenta la marejada deberá crecer el tamaño o diámetro.
COLORES
En cuanto a los colores, la elección dependerá de la luminosidad y de su reflejo en el agua.
Por lo general se utiliza el blanco, el amarillo, el rojo o el anaranjado cuando el sol está por detrás. Si viene de frente o el día está nublado es posible colocar negras o rojas que se ven a distancia.
MODELOS
Los modelos más tradicionales podemos reunir un puñado de nombres. Las "cometa" tienen forma romboidal y permiten un avance muy bueno sin casi resistencia cuando se está gareteando, al igual que las de forma de lágrima.
La "palito" es la tradicional boya redonda atravesada precisamente por un palito, que permite que, cuando estamos anclados, sea arrastrada mejor por el viento, además de marcar muy bien el pique poniéndose de costado muy rápidamente.
Los barranquines son claves para pescar a más de medio metro de profundidad, ya que se lastran para que trabajen paradas.
Desde ya que hay varias formas aerodinámicas más, producto de la creación y fruto de la experiencia de los pescadores.
COMBINACIONES
Existen varias combinaciones donde podemos agregar una boya más chica que acompañe a la de mayor volumen ya sea dentro de la madre de la línea (llamada combinada) o agregándole una pata saliendo de un micro esmerillón con el nailon de la brazolada (comúnmente llamada pata de tero o tramposa) donde tendremos la boya esférica más chica; de este modo tendremos dos ventajas, en el caso la combinada podremos regular la brazolada y facilitar el arrastre de la carnada con una boya más chica casi sin oponer resistencia, y con la tramposa se facilita aún más el pique pero tendremos menos recorrido en la brazolada.
También se debe nombrar a los punteros que hoy ya vienen para atar una brazolada y utilizarlos como boya impulsora. Estos vienen de madera, de plástico cargados con agua, y boyones cargados con plomo.
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