Huemules, pumas, ganado cimarrón y caballos salvajes
| 19 de Agosto de 2007 | 00:00

El Parque Nacional Los Glaciares es el hábitat natural más austral del huemul, el ciervo andino, un animalito en serio riesgo de extinguirse. Se calculan que quedan en nuestro país no más de 700 ejemplares en grupos aislados. Parte del trabajo de los guardaparque consiste en evitar su caza furtiva y monitorear la presencia de manadas.
En sus cuatro años como guardaparque en Los Glaciares y pese a sus múltiples recorridas por la región, Mariano Spisso reconoce no haber visto todavía ninguno de ellos. Tal es el grado de aniquilación al que lo ha llevado el hombre, ya sea por la caza o la introducción de especies exóticas, como el ciervo colorado, que compiten con él por la comida.
"He encontrado astas de huemel y he visto huellas, pero ningún ejemplar. Hace una década parecían casi extinguidos, pero en los últimos años vienen aumentando los avistajes. El verano pasado se registraron 6 en el parque", comenta Spisso.
Además de huemules, la fauna autóctona del Parque abarca guanacos, zorros colorados y grises, infinidad de aves y pumas. Estos últimos, tras encontrar una presa suculenta y fácil en las ovejas de la zona, parecen haber aumentado su población hasta convertirse en una plaga.
"Matan entre cuatro y seis ovejas día por medio. Los estancias de la región pierden alrededor de mil ovejas al año a consecuencia de los pumas. Algunos propietarios le pagan a los puesteros para que los maten. Les ponen trampas y los salen a cazar con perros; pero naturalmente eso no ocurre dentro del Parque, donde son una especie protegida".
Dentro del Parque, por el contrario, el problema no son las especies naturales, sino las introducidas por el hombre: vacas, caballos y ovejas que se reproducen sin control.
"Una de nuestras principales problemáticas es el ganado cimarrón, tenemos cerca de 5 mil vacas y unos 45 yeguarizos. Ramonean los renovales de las lengas impidiendo que crezcan, impactan el suelo, que es muy frágil, y hasta se han dado casos de toros salvajes que atacan a los turistas desprevenidos. En este momento estamos tratando de ejecutar un proyecto de extracción de esos animales, pero no es fácil y sus costos son muy elevados, porque algunos están del otro lado del río y hay que construir una barcaza para sacarlos", comenta el guardaparque platense.
En sus cuatro años como guardaparque en Los Glaciares y pese a sus múltiples recorridas por la región, Mariano Spisso reconoce no haber visto todavía ninguno de ellos. Tal es el grado de aniquilación al que lo ha llevado el hombre, ya sea por la caza o la introducción de especies exóticas, como el ciervo colorado, que compiten con él por la comida.
"He encontrado astas de huemel y he visto huellas, pero ningún ejemplar. Hace una década parecían casi extinguidos, pero en los últimos años vienen aumentando los avistajes. El verano pasado se registraron 6 en el parque", comenta Spisso.
Además de huemules, la fauna autóctona del Parque abarca guanacos, zorros colorados y grises, infinidad de aves y pumas. Estos últimos, tras encontrar una presa suculenta y fácil en las ovejas de la zona, parecen haber aumentado su población hasta convertirse en una plaga.
"Matan entre cuatro y seis ovejas día por medio. Los estancias de la región pierden alrededor de mil ovejas al año a consecuencia de los pumas. Algunos propietarios le pagan a los puesteros para que los maten. Les ponen trampas y los salen a cazar con perros; pero naturalmente eso no ocurre dentro del Parque, donde son una especie protegida".
Dentro del Parque, por el contrario, el problema no son las especies naturales, sino las introducidas por el hombre: vacas, caballos y ovejas que se reproducen sin control.
"Una de nuestras principales problemáticas es el ganado cimarrón, tenemos cerca de 5 mil vacas y unos 45 yeguarizos. Ramonean los renovales de las lengas impidiendo que crezcan, impactan el suelo, que es muy frágil, y hasta se han dado casos de toros salvajes que atacan a los turistas desprevenidos. En este momento estamos tratando de ejecutar un proyecto de extracción de esos animales, pero no es fácil y sus costos son muy elevados, porque algunos están del otro lado del río y hay que construir una barcaza para sacarlos", comenta el guardaparque platense.
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