Los hermanos Marino, una "institución" en City Bell
Amado, Antonio, Genaro, Giovanni y Viccenzo celebraron los cincuenta años de su llegada al país, allá por 1957
| 24 de Agosto de 2007 | 00:00

Con una gran fiesta, a la que invitaron a toda la "parentela", vecinos y amigos, los hermanos Marino conmemoraron el 50° aniversario de su arribo a la Argentina. Cuando eran adolescentes llegaron la país, y al poco tiempo se radicaron en City Bell, donde aprendieron oficios y se desempañan desde hace varias décadas como zapateros, peluqueros, albañiles y herreros de la zona. Varios de sus hijos y nietos han heredado sus habilidades y continúan con la tradición familiar, al mando de los negocios, ubicados, en su mayoría, en Cantilo entre 19 y 20.
Amado, Antonio, Genaro, Giovanni y Viccenzo llegaron desde Italia el 28 de abril de 1957, cuando tenían 19, 17, 15, 13 y 9 años, respectivamente. Vinieron con su madre, Doménica Villani de Marino, viajando durante 30 días en un barco llamado "Entre Ríos".
Luego de arribar al país fueron a vivir durante un tiempo a la casa de unos tíos ya radicados en Argentina, la familia Del Tufo. Allí permanecieron hasta lograr comprar el terreno ubicado en Cantilo entre 19 y 20 de City Bell, donde actualmente vive Genaro, y funciona la zapatería Marino (frente a la delegación municipal). De a poco, ellos mismos construyeron la casa familiar.
La "nona" Doménica fue la valiente mujer que se animó a venir con sus hijos a este país y es quien "enseñó a cada uno de los integrantes de la familia el significado de las palabras unión, familia y respeto". Mientras estuvo con ellos, "no dejó ni un sólo domingo de reunir a hijos y nietos, amasando la pasta casera para todos, y enseñándoles las tradiciones típicas de la familia italiana".
"Fue una mujer de gran carácter, pero a la vez llena de dulzura", tal como la recuerda la parentela: "falleció el 27 de febrero de 1990, pero su alma y espíritu sigue estando en cada uno de nosotros".
LOS HERMANOS
Amado Marino, más conocido en el barrio como "Matucho", es el mayor de los hermanos. Desde que llegó al país, pasó por varios empleos: trabajó de peón de albañil de su tío José Siano (Don "Pepino"), de quien aprendió todo lo necesario para luego iniciar la construcción de la vivienda familiar (primero la de su madre y hermanos, y luego la propia).
Durante cinco años trabajó en la fábrica textil "La Bernalesa", sin dejar su "changa" de peón de albañil. Luego, decidió aprender el oficio de su padre, la herrería, con el señor Antonio Maglio, donde conoció a su actual socio y amigo, Edgardo Elizaga.
Al poco tiempo, iniciaron su propio proyecto, al inicio la herrería, y hoy, la carpintería metálica "Elizaga y Marino", ubicada en camino General Belgrano entre 12 y 13, de City Bell, que hoy en día sigue funcionando atendida por sus dueños, Matucho y Edgardo, quienes continúan festejando juntos cada nuevo aniversario de su sociedad, que ya lleva 43 años.
Antonio y Genaro aprendieron juntos el oficio de zapatero, con el hermano de Antonio Maglio. Comenzaron con su negocio en el local del frente de la casa familiar, en Cantilo entre 19 y 20, donde aún funciona la zapatería "Marino", que lleva una trayectoria de varias décadas. Hoy en día, Miguel Angel Marino, hijo de Antonio, aprende la profesión junto a su padre y padrino, para seguir la tradición familiar.
Giovanni Marino, más conocido como "Yani", en sus comienzos trabajó en una carpintería, pero luego aprendió el oficio de peluquero. Luego, abrió la peluquería "Marino", en un pequeño local lindero a la zapatería de sus hermanos.
Viccenzo "Enzo" Marino aprendió el oficio de peluquero con su hermano, al finalizar sus estudios primarios, cuando empezaron a trabajar juntos. Después de varios años, se mudaron a un local más amplio, construido para tal fin por la familia de "Yani", frente adonde actualmente funciona la peluquería, en Cantilo entre 19 y 20. Hoy en día, continúan con la tradición familiar los hijos de "Yani": Miguel y Juan Pablo Marino, quienes aprendieron el oficio de su padre.
La gran mayoría de la familia Marino continúa viviendo en City Bell, a pesar de haber formado diferentes hogares: "todos hemos seguido el ejemplo de vida de cada uno de nuestros padres y tíos; la 'nona' ya no está, pero aún disfrutamos de las reuniones familiares, en las que aprendimos el significado las palabras trabajo, honestidad y dignidad. Con muchísimo amor, y orgullosos de ser portadores del apellido Marino, festejamos todos juntos los 50 años de llegada al país de nuestros queridos Matucho, Antonio, Genaro, yani y Enzo".
Amado, Antonio, Genaro, Giovanni y Viccenzo llegaron desde Italia el 28 de abril de 1957, cuando tenían 19, 17, 15, 13 y 9 años, respectivamente. Vinieron con su madre, Doménica Villani de Marino, viajando durante 30 días en un barco llamado "Entre Ríos".
Luego de arribar al país fueron a vivir durante un tiempo a la casa de unos tíos ya radicados en Argentina, la familia Del Tufo. Allí permanecieron hasta lograr comprar el terreno ubicado en Cantilo entre 19 y 20 de City Bell, donde actualmente vive Genaro, y funciona la zapatería Marino (frente a la delegación municipal). De a poco, ellos mismos construyeron la casa familiar.
La "nona" Doménica fue la valiente mujer que se animó a venir con sus hijos a este país y es quien "enseñó a cada uno de los integrantes de la familia el significado de las palabras unión, familia y respeto". Mientras estuvo con ellos, "no dejó ni un sólo domingo de reunir a hijos y nietos, amasando la pasta casera para todos, y enseñándoles las tradiciones típicas de la familia italiana".
"Fue una mujer de gran carácter, pero a la vez llena de dulzura", tal como la recuerda la parentela: "falleció el 27 de febrero de 1990, pero su alma y espíritu sigue estando en cada uno de nosotros".
LOS HERMANOS
Amado Marino, más conocido en el barrio como "Matucho", es el mayor de los hermanos. Desde que llegó al país, pasó por varios empleos: trabajó de peón de albañil de su tío José Siano (Don "Pepino"), de quien aprendió todo lo necesario para luego iniciar la construcción de la vivienda familiar (primero la de su madre y hermanos, y luego la propia).
Durante cinco años trabajó en la fábrica textil "La Bernalesa", sin dejar su "changa" de peón de albañil. Luego, decidió aprender el oficio de su padre, la herrería, con el señor Antonio Maglio, donde conoció a su actual socio y amigo, Edgardo Elizaga.
Al poco tiempo, iniciaron su propio proyecto, al inicio la herrería, y hoy, la carpintería metálica "Elizaga y Marino", ubicada en camino General Belgrano entre 12 y 13, de City Bell, que hoy en día sigue funcionando atendida por sus dueños, Matucho y Edgardo, quienes continúan festejando juntos cada nuevo aniversario de su sociedad, que ya lleva 43 años.
Antonio y Genaro aprendieron juntos el oficio de zapatero, con el hermano de Antonio Maglio. Comenzaron con su negocio en el local del frente de la casa familiar, en Cantilo entre 19 y 20, donde aún funciona la zapatería "Marino", que lleva una trayectoria de varias décadas. Hoy en día, Miguel Angel Marino, hijo de Antonio, aprende la profesión junto a su padre y padrino, para seguir la tradición familiar.
Giovanni Marino, más conocido como "Yani", en sus comienzos trabajó en una carpintería, pero luego aprendió el oficio de peluquero. Luego, abrió la peluquería "Marino", en un pequeño local lindero a la zapatería de sus hermanos.
Viccenzo "Enzo" Marino aprendió el oficio de peluquero con su hermano, al finalizar sus estudios primarios, cuando empezaron a trabajar juntos. Después de varios años, se mudaron a un local más amplio, construido para tal fin por la familia de "Yani", frente adonde actualmente funciona la peluquería, en Cantilo entre 19 y 20. Hoy en día, continúan con la tradición familiar los hijos de "Yani": Miguel y Juan Pablo Marino, quienes aprendieron el oficio de su padre.
La gran mayoría de la familia Marino continúa viviendo en City Bell, a pesar de haber formado diferentes hogares: "todos hemos seguido el ejemplo de vida de cada uno de nuestros padres y tíos; la 'nona' ya no está, pero aún disfrutamos de las reuniones familiares, en las que aprendimos el significado las palabras trabajo, honestidad y dignidad. Con muchísimo amor, y orgullosos de ser portadores del apellido Marino, festejamos todos juntos los 50 años de llegada al país de nuestros queridos Matucho, Antonio, Genaro, yani y Enzo".
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