Los juicios por mala praxis ahora son contra abogados
Cada vez hay más demandas por errores o mal desempeño profesional. Datos e historias
| 23 de Septiembre de 2007 | 00:00

En marzo pasado, y después de un largo proceso, la Cámara Civil porteña condenó a un abogado a indemnizar con $20 mil pesos a un matrimonio a quien tenía como cliente, luego de comprobar que su mal desempeño profesional les hizo perder la chance de iniciar una demanda contra quien atropelló y mató a su hijo de 19 años, en un accidente de tránsito.
El abogado condenado dejó vencer, por negligencia o por descuido, el plazo prescriptivo de dos años contado desde la fecha del siniestro para promover el reclamo. Los camaristas subrayaron en su fallo que su responsabilidad en la extinción de la acción civil, con un objeto indemnizatorio, resultaba "incuestionable".
Fallos como el de la Cámara porteña son cada vez más comunes, como consecuencia de una tendencia que va en aumento y que genera polémica y debate en el ámbito profesional: las demandas contra abogados por mala praxis o mal desempeño.
Aunque hasta ahora parecía un fenómeno ligado estrictamente al mundo de la medicina, los abogados se enfrentan cada vez con más frecuencia a planteos y reclamos por parte de sus clientes ante la detección de una acción -o en su caso, inacción- que pueda haber perjudicado sus intereses.
Quienes trabajan a diario con este tipo de cuestiones detallan que los motivos que más frecuentemente disparan demandas por mala praxis están ligados a fallas en los escritos, a ausencias en audiencias y a desatenciones y descuidos que generan vencimiento en plazos y caducidad de instancias.
Y aseguran que detrás del fenómeno aparece un cambio en la actitud de quienes contratan servicios profesionales. "Hay menos confianza y más información, una combinación que hace que los clientes cada vez más se acerquen a consultar", explican desde uno de los pocos estudios jurídicos en el país que se dedica a patrocinar demandas por mala praxis jurídica.
INCREMENTO EN LOS CASOS
Pedro Augé, presidente del Colegio de Abogados de La Plata, reconoce que en el último tiempo se ha producido un incremento en la cantidad de demandas por mala praxis contra profesionales, aunque dice que el organismo no lleva un registro. "Lo que sí tenemos son las actuaciones disciplinarias, que muchos inician para preconstituir prueba para luego iniciar un juicio", explica.
Con registro o no, lo cierto, dice Augé, es que se ha observado en el último tiempo un incremento del fenómeno de las demandas por mala praxis contra abogados. "Los que salen en los diarios son los médicos, pero ha crecido mucho la litigiosidad también en la práctica profesional de los abogados. Como es más nuevo, el crecimiento es exponencial, aunque quizás comparativamente los números todavía son bajos", señala.
Para Augé, la tendencia está directamente relacionada con un aumento de las demandas por mala praxis en todos los ámbitos. "Hay juicios en todos los ámbitos, contra médicos, contra abogados, contra odontólogos, contra escribanos, contra ingenieros...", apunta.
Según explica, las demandas en la mayoría de los casos tienen que ver con la detección de errores procesales "porque nadie está exento de cometer equivocaciones durante un proceso".
Sin embargo, aclara, no muchas demandas logran avanzar y llegar a juicio. "Lo que sucede es que la evaluación de un profesional es de medios. Uno se compromete a obrar de la mejor manera, pero siempre hay un resultado", dice. Y hace una analogía con la medicina: "A veces el paciente se muere, más allá de que el médico haga todo lo que tenga que hacer. Para poder probar la existencia de una mala praxis en el derecho tiene que haber un error que quede plasmado en la actuación del profesional".
COLEGA CONTRA COLEGA
Vanesa Di Cataldo es abogada y dirige el que quizás sea el único estudio jurídico en el país que se especializa en estas cuestiones. Y aunque asegura que el incremento en los casos es notorio, también reconoce que quizás su mirada no sea del todo objetiva. "Es que acá llegan todos los casos que los demás estudios no quieren agarrar por la fuerza de la corporación", informa.
Di Cataldo hace referencia a un aspecto que todos mencionan a la hora de analizar el tema: la fuerte resistencia que existe en muchos abogados a la sola idea de patrocinar una demanda contra un colega.
"La actitud de los abogados que no quieren llevar adelante demandas contra colegas en realidad no dignifica a la abogacía. Nos pone a todos en un mismo nivel, como si todos fuésemos deshonestos", asegura.
Pedro Augé reconoce que en muchos abogados "puede existir un prurito a la hora de demandar a un colega". Sin embargo, aclara, en su caso particular no tendría ningún reparo en hacerlo "contra alguien que haya cometido una negligencia o que haya actuado contra los intereses de su cliente". "Yo no tengo nada que ver con un abogado así, y no tendría problemas en demandarlo", detalla.
Sin embargo, asegura Di Cataldo, la presión de los clientes damnificados por errores o descuidos de sus abogados ha generado un cambio importante en el escenario. "La gente está cada vez más enterada del tema porque hay mucha más información dando vueltas. Hoy, si tienen una duda hacen otras consultas y plantean la cuestión", explica.
El abogado condenado dejó vencer, por negligencia o por descuido, el plazo prescriptivo de dos años contado desde la fecha del siniestro para promover el reclamo. Los camaristas subrayaron en su fallo que su responsabilidad en la extinción de la acción civil, con un objeto indemnizatorio, resultaba "incuestionable".
Fallos como el de la Cámara porteña son cada vez más comunes, como consecuencia de una tendencia que va en aumento y que genera polémica y debate en el ámbito profesional: las demandas contra abogados por mala praxis o mal desempeño.
Aunque hasta ahora parecía un fenómeno ligado estrictamente al mundo de la medicina, los abogados se enfrentan cada vez con más frecuencia a planteos y reclamos por parte de sus clientes ante la detección de una acción -o en su caso, inacción- que pueda haber perjudicado sus intereses.
Quienes trabajan a diario con este tipo de cuestiones detallan que los motivos que más frecuentemente disparan demandas por mala praxis están ligados a fallas en los escritos, a ausencias en audiencias y a desatenciones y descuidos que generan vencimiento en plazos y caducidad de instancias.
Y aseguran que detrás del fenómeno aparece un cambio en la actitud de quienes contratan servicios profesionales. "Hay menos confianza y más información, una combinación que hace que los clientes cada vez más se acerquen a consultar", explican desde uno de los pocos estudios jurídicos en el país que se dedica a patrocinar demandas por mala praxis jurídica.
INCREMENTO EN LOS CASOS
Pedro Augé, presidente del Colegio de Abogados de La Plata, reconoce que en el último tiempo se ha producido un incremento en la cantidad de demandas por mala praxis contra profesionales, aunque dice que el organismo no lleva un registro. "Lo que sí tenemos son las actuaciones disciplinarias, que muchos inician para preconstituir prueba para luego iniciar un juicio", explica.
Con registro o no, lo cierto, dice Augé, es que se ha observado en el último tiempo un incremento del fenómeno de las demandas por mala praxis contra abogados. "Los que salen en los diarios son los médicos, pero ha crecido mucho la litigiosidad también en la práctica profesional de los abogados. Como es más nuevo, el crecimiento es exponencial, aunque quizás comparativamente los números todavía son bajos", señala.
Para Augé, la tendencia está directamente relacionada con un aumento de las demandas por mala praxis en todos los ámbitos. "Hay juicios en todos los ámbitos, contra médicos, contra abogados, contra odontólogos, contra escribanos, contra ingenieros...", apunta.
Según explica, las demandas en la mayoría de los casos tienen que ver con la detección de errores procesales "porque nadie está exento de cometer equivocaciones durante un proceso".
Sin embargo, aclara, no muchas demandas logran avanzar y llegar a juicio. "Lo que sucede es que la evaluación de un profesional es de medios. Uno se compromete a obrar de la mejor manera, pero siempre hay un resultado", dice. Y hace una analogía con la medicina: "A veces el paciente se muere, más allá de que el médico haga todo lo que tenga que hacer. Para poder probar la existencia de una mala praxis en el derecho tiene que haber un error que quede plasmado en la actuación del profesional".
COLEGA CONTRA COLEGA
Vanesa Di Cataldo es abogada y dirige el que quizás sea el único estudio jurídico en el país que se especializa en estas cuestiones. Y aunque asegura que el incremento en los casos es notorio, también reconoce que quizás su mirada no sea del todo objetiva. "Es que acá llegan todos los casos que los demás estudios no quieren agarrar por la fuerza de la corporación", informa.
Di Cataldo hace referencia a un aspecto que todos mencionan a la hora de analizar el tema: la fuerte resistencia que existe en muchos abogados a la sola idea de patrocinar una demanda contra un colega.
"La actitud de los abogados que no quieren llevar adelante demandas contra colegas en realidad no dignifica a la abogacía. Nos pone a todos en un mismo nivel, como si todos fuésemos deshonestos", asegura.
Pedro Augé reconoce que en muchos abogados "puede existir un prurito a la hora de demandar a un colega". Sin embargo, aclara, en su caso particular no tendría ningún reparo en hacerlo "contra alguien que haya cometido una negligencia o que haya actuado contra los intereses de su cliente". "Yo no tengo nada que ver con un abogado así, y no tendría problemas en demandarlo", detalla.
Sin embargo, asegura Di Cataldo, la presión de los clientes damnificados por errores o descuidos de sus abogados ha generado un cambio importante en el escenario. "La gente está cada vez más enterada del tema porque hay mucha más información dando vueltas. Hoy, si tienen una duda hacen otras consultas y plantean la cuestión", explica.
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