Corsi rompió el silencio "Nos soy un monstruo"
En una carta pública, consideró que es víctima de "una lapidación"
| 13 de Agosto de 2008 | 00:00

El reconocido psicólogo Jorge Corsi, procesado bajo los cargos de "estupro con acceso carnal" y "corrupción de menores agravada" como presunto líder de una banda de pederastas, se autoproclamó inocente desde la cárcel y aseguró que no es "un monstruo".
"He sido condenado y he sufrido una especie de lapidación pública, de encarnizamiento mediático, que ha dado por hechos probados lo que en realidad son sorprendentes acusaciones que no han sido ni serán probadas, ya que se trata de hechos que nunca han existido", aseguró Corsi mediante una carta pública que hizo llegar a la prensa.
En ella, el psicólogo, quien está alojado en el penal bonaerense de Marcos Paz, dijo que es "objeto de un juicio que tuvo como sede los medios de comunicación. Tengo la íntima convicción de no haber cometido delito alguno en toda mi vida. También lo saben quienes me conocen en forma cercana. Pero a todas aquellas personas que me conocen en forma menos directa, les digo que yo soy como siempre me vieron", señaló el psicólogo.
En ese sentido, expresó que no existe "una sola prueba" en su contra, y que "solamente se han detenido a acumular evidencias sobre aspectos de mi vida privada, que deberían estar resguardados por el derecho a la intimidad que me asiste, y que no configuran delito alguno. Agradezco a la enorme cantidad de personas que me hacen llegar su apoyo y su solidaridad, precisamente porque saben que yo sería incapaz de ninguna de esa serie de barbaridades de las que se me acusa", concluyó en su carta Corsi.
Incluso, el profesional hizo un llamado a la "reflexión", y si bien calificó como "doloroso y humillante que se destruya de ese modo a mi persona, lo es aún más el efecto que se ha producido en relación a mi trayectoria profesional y académica. He dedicado la mitad de mi vida a investigar y producir conocimiento que contribuya a luchar contra toda forma de maltrato y abuso, y lo seguiré haciendo", afirmó Corsi.
También indicó que le parece "muy injusto" que esta "lamentable confusión" que lo involucra sea puesta "en tela de juicio una producción teórica que ha contribuido y contribuye a la comprensión de la violencia, el maltrato y el abuso de poder en nuestra sociedad, y que ha servido como material de estudio en múltiples ámbitos de formación profesional, tanto en nuestro país como en otros de habla hispana. Yo pido que se vuelva a la racionalidad que se ha visto afectada por el discurso mediático, y que no se sigan mezclando los niveles de análisis del problema", añadió.
Corsi está acusado de ser el líder de una banda de pedófilos que presuntamente reclutaba menores en cíbers y locales de comida rápida para luego de ganarse su confianza hacerlos participar de fiestas sexuales con adultos, las que eran filmadas y luego subidas a Internet. En un principio, la banda de pedófilos habría abusado de al menos seis chicos de clase media y alta de Recoleta, Palermo y Barrio Norte.
La causa se inició el año pasado, tras la denuncia que efectuó un joven de 13 años y entre los detenidos como presuntos miembros de la banda hay docentes que ya habían estado involucrados en causas similares.
"He sido condenado y he sufrido una especie de lapidación pública, de encarnizamiento mediático, que ha dado por hechos probados lo que en realidad son sorprendentes acusaciones que no han sido ni serán probadas, ya que se trata de hechos que nunca han existido", aseguró Corsi mediante una carta pública que hizo llegar a la prensa.
En ella, el psicólogo, quien está alojado en el penal bonaerense de Marcos Paz, dijo que es "objeto de un juicio que tuvo como sede los medios de comunicación. Tengo la íntima convicción de no haber cometido delito alguno en toda mi vida. También lo saben quienes me conocen en forma cercana. Pero a todas aquellas personas que me conocen en forma menos directa, les digo que yo soy como siempre me vieron", señaló el psicólogo.
En ese sentido, expresó que no existe "una sola prueba" en su contra, y que "solamente se han detenido a acumular evidencias sobre aspectos de mi vida privada, que deberían estar resguardados por el derecho a la intimidad que me asiste, y que no configuran delito alguno. Agradezco a la enorme cantidad de personas que me hacen llegar su apoyo y su solidaridad, precisamente porque saben que yo sería incapaz de ninguna de esa serie de barbaridades de las que se me acusa", concluyó en su carta Corsi.
Incluso, el profesional hizo un llamado a la "reflexión", y si bien calificó como "doloroso y humillante que se destruya de ese modo a mi persona, lo es aún más el efecto que se ha producido en relación a mi trayectoria profesional y académica. He dedicado la mitad de mi vida a investigar y producir conocimiento que contribuya a luchar contra toda forma de maltrato y abuso, y lo seguiré haciendo", afirmó Corsi.
También indicó que le parece "muy injusto" que esta "lamentable confusión" que lo involucra sea puesta "en tela de juicio una producción teórica que ha contribuido y contribuye a la comprensión de la violencia, el maltrato y el abuso de poder en nuestra sociedad, y que ha servido como material de estudio en múltiples ámbitos de formación profesional, tanto en nuestro país como en otros de habla hispana. Yo pido que se vuelva a la racionalidad que se ha visto afectada por el discurso mediático, y que no se sigan mezclando los niveles de análisis del problema", añadió.
Corsi está acusado de ser el líder de una banda de pedófilos que presuntamente reclutaba menores en cíbers y locales de comida rápida para luego de ganarse su confianza hacerlos participar de fiestas sexuales con adultos, las que eran filmadas y luego subidas a Internet. En un principio, la banda de pedófilos habría abusado de al menos seis chicos de clase media y alta de Recoleta, Palermo y Barrio Norte.
La causa se inició el año pasado, tras la denuncia que efectuó un joven de 13 años y entre los detenidos como presuntos miembros de la banda hay docentes que ya habían estado involucrados en causas similares.
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