Murió electrocutado luego de pasar cinco años preso

Se trata de Ismael Gauna, que fue absuelto en el caso Bru II

El pasado 23 de diciembre de 2008 el ex policía Ismael Gauna dejó la cárcel luego de más de cinco años, en los que había estado acusado junto a otro oficial, Enrique Luján Martínez, por la muerte en 2002 de un evadido de la comisaría de El Dique y testigo de la causa por el secuestro, asesinato y desaparición del estudiante de periodismo Miguel Bru. Pero la libertad le duró al ex agente muy poco: el 10 de enero murió electrocutado en su casa de Tolosa.

Gauna tras el fallo favorable dictado por un Tribunal Oral de nuestra ciudad, había vuelto a vivir con su familia en su vivienda de Tolosa, ubicada en la zona de 525 y 119.

Pero el sábado pasado, señalaron fuentes policiales, el ex agente de la policía bonaerense decidió lavar su auto. Una vez que había terminado la tarea, el hombre decidió desconectar una radio que había puesto a metros de su vehículo.

Eran cerca de la 1 de la mañana cuando Gauna decidió irse a descansar.

Todo sin darse cuenta que estaba mojado por el agua usada para lavar el auto, ayudado por precarias instalaciones que hizo que los cables sueltos provoquen una descarga eléctrica que fue fulminante.

Más tarde llegó hasta el lugar una ambulancia que lo trasladó a Gauna casi sin signos vitales a un hospital de nuestra ciudad. Sin embargo, los esfuerzos fueron en vano: cerca de las 3.30 murió.

FALLO FAVORABLE

El 23 de diciembre, un tribunal de La Plata absolvió a los policías Gauna y Martínez acusados en el caso Bru II. Tras el fallo, familiares y amigos de los acusados se abrazaron y lloraron de alegría, al enterarse que recuperaban la libertad luego de estar más de 5 años en prisión.

Anteriormente, en extensas declaraciones, los imputados se consideraron inocentes y dieron su versión sobre el operativo montado en una casa, donde se presumía estaba escondido el joven Mauro Martínez, tras su fuga, meses antes, de la comisaría de El Dique.

El policía Martínez reconoció que aquel 21 de junio, en calle 121 bis y 84, le disparó al joven, pero como acto de defensa de su compañero Gauna -ahora fallecido-, que ya había recibido un disparo en la pierna por parte del prófugo, y con quien estaba forcejeando.

En tanto, Gauna narró que golpeó en esa casa, que salió el joven con un arma, que se la agarró y en el medio del forcejeo recibió un disparo en su pierna.

Para los jueces Samuel Saraví Paz, Guillermo Labombarda y Patricia de la Serna, en el juicio no surgieron evidencias para desvirtuar la versión de los acusados ni mantener los planteos de la parte acusadora.

Para la fiscalía y la querella, ese día trágico los policías habrían esposado al joven, supuestamente lo ejecutaron de un tiro en el abdomen, y luego simularon un enfrentamiento. Pero nada de eso pudo, al menos para los magistrados, ser probado durante el debate.

También alegaron que el imputado Gauna se habría disparado un tiro en una pierna, con un arma, que luego fue plantada en la causa, como la misma que llevaba el prófugo y testigo del caso Bru.

En el fallo, los jueces afirmaron que las pericias médicas, tanto al
abatido evadido como al policía Gauna, más las declaraciones de otros colegas que participaron de ese operativo, permiten concluir que hubo un enfrentamiento y que en la emergencia el otro acusado disparó para salvarle la vida al primero.

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