Masacre en Irak deja más de 130 muertos
| 26 de Octubre de 2009 | 00:00

BAGDAD.- Al menos 132 personas murieron ayer y cerca de 600 resultaron heridas por la explosión coordinada de dos poderosos coches bombas conducidos por suicidas en el centro de Bagdad, en el atentado más mortífero en Irak desde 2007. Las detonaciones se sintieron con varios minutos de diferencia durante la hora pico matinal -cuando miles de iraquíes se dirigían a sus trabajos-, la primera en el estacionamiento del Ministerio de Justicia, en el barrio de Al Salehiya, y la segunda en las oficinas de gobierno de la provincia de Bagdad, cerca del gran hotel Mansur. Ambos puntos del brutal ataque se encuentran en los alrededores de la Zona Verde, un área que cuenta con estrictas medidas de seguridad y donde están emplazadas las embajadas de Estados Unidos y el Reino Unido, además de algunos edificios gubernamentales iraquíes.
INCENDIOS Y DAÑOS SEVEROS
Las potentes detonaciones provocaron numerosos incendios en autos estacionados, además de abundantes daños en numerosos edificios aledaños. El portavoz del Gobierno, Ali al Dabagh, que se encontraba en el hotel Mansur, explicó que sobre él y sus acompañantes cayeron varios trozos de cristal de las ventanas rotas por la potencia de la explosión. Pese a la alto número de víctimas, las autoridades creen que la cifra de muertos podría elevarse aún más, a medida que los servicios de socorro intentan excavar y remover escombros en busca de posibles sobrevivientes.
El número de heridos obligó a utilizar -además de las ambulancias- vehículos privados para trasladar a las víctimas hasta los hospitales. El ataque suicida se produce cuando el Comité Político de la Seguridad Nacional tiene previsto reunirse con el objetivo de tratar la reforma de la ley electoral, asunto de discusión en los últimos días entre los distintos bloques políticos.
La semana pasada, el presidente estadounidense Barack Obama (que ayer condenó el doble ataque), pidió al primer ministro iraquí Nuri Al Maliki, que la norma se encuentre lista para que las elecciones de enero próximo. Si bien aún nadie reivindicó el atentado, las primeras investigaciones apuntan a la célula iraquí de la red Al Qaida o a miembros del antiguo partido del fallecido dictador Saddam Hussein, el Baas, mientras autoridades gubernamentales dijeron que que el ataque intentó boicotear los próximos comicios, previstos para el 16 de enero de 2010.
INCENDIOS Y DAÑOS SEVEROS
Las potentes detonaciones provocaron numerosos incendios en autos estacionados, además de abundantes daños en numerosos edificios aledaños. El portavoz del Gobierno, Ali al Dabagh, que se encontraba en el hotel Mansur, explicó que sobre él y sus acompañantes cayeron varios trozos de cristal de las ventanas rotas por la potencia de la explosión. Pese a la alto número de víctimas, las autoridades creen que la cifra de muertos podría elevarse aún más, a medida que los servicios de socorro intentan excavar y remover escombros en busca de posibles sobrevivientes.
El número de heridos obligó a utilizar -además de las ambulancias- vehículos privados para trasladar a las víctimas hasta los hospitales. El ataque suicida se produce cuando el Comité Político de la Seguridad Nacional tiene previsto reunirse con el objetivo de tratar la reforma de la ley electoral, asunto de discusión en los últimos días entre los distintos bloques políticos.
La semana pasada, el presidente estadounidense Barack Obama (que ayer condenó el doble ataque), pidió al primer ministro iraquí Nuri Al Maliki, que la norma se encuentre lista para que las elecciones de enero próximo. Si bien aún nadie reivindicó el atentado, las primeras investigaciones apuntan a la célula iraquí de la red Al Qaida o a miembros del antiguo partido del fallecido dictador Saddam Hussein, el Baas, mientras autoridades gubernamentales dijeron que que el ataque intentó boicotear los próximos comicios, previstos para el 16 de enero de 2010.
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