Mito y ciencia detrás de las profecías mayas
La película 2012, convertida en un éxito de taquilla, renueva la costumbre, periódicamente reeditada, de ponerle fecha de vencimiento al mundo. Las razones de un hábito que dice presente desde los inicios de la humanidad y en las más diversas culturas. Y la visión de la ciencia sobre los cataclismos que plantea la película.
| 13 de Diciembre de 2009 | 00:00

Sucede cada tanto: un pronóstico agorero se instala poniéndole fecha de vencimiento, generalmente cercana, al mundo en que vivimos. La recientemente estrenada película "2012", convertida en éxito de taquilla, popularizó el último de estos pronósticos que, basándose en una predicción maya, anuncia el apocalipsis para el 21 de diciembre del año que da nombre al film. La profecía se instala a poco de que cayera en el olvido, refutado por astrónomos, el anuncio apocalíptico más reciente: ese que advertía sobre el acercamiento del asteroide Apophis para el año 2029 con altas posibilidades de que impacte contra el planeta con catastróficas consecuencias. Como muchos otros pronósticos, finalmente fue descartado.
La aparición periódica de este tipo de advertencia no sorprende a los especialistas. Según el antropólogo Héctor Lahitte, se trata de una característica de todas las culturas, que crean sus mitos de origen, de pasaje y de finitud del planeta, con un objetivo que garantiza que el recurso va a vivir tanto como viva el hombre: el de darle sentido a la existencia.
Desde el Observatorio Astronómico local, el secretario de Extensión Roberto Venero no se sorprende de que el espacio sea el ámbito donde se ubica la mayoría de estos mitos.
Esto sucede, dice, porque es un ámbito para muchos desconocidos y proclive a inspirar fantasías apocalípticas. Lo que también dice Venero es que la mayoría de estas advertencias no tienen mayor fundamento científico: "El espacio suele ser escenario de explosiones y colisiones, pero son excepcionales, no son frecuentes".
UNA ANTIGUA PROFECIA MAYA
Convertida en un éxito de taquilla, "2012" rescata la historia de una vieja predicción precolombina que augura el fin de todos los habitantes del planeta.
La trama gira alrededor del calendario maya, uno de los legados más importantes de esta misteriosa civilización, que todavía hoy sorprende por su exactitud y que menciona en 2012 un cataclismo absoluto.
A partir de este dato, el realizador Roland Emmerich -responsable de "Día de la Independencia"- filmó con gran presupuesto "2012", una visión pesimista de un final que le espera a la humanidad, según esta leyenda, en menos de tres años.
Para Lawrence Joseph, autor del libro "Apocalipsis 2012", lo peor está por venir, con cambios en el polo magnético del planeta y un súper volcán en la región de Yellowstone. Para él, tanto los mayas como los físicos solares contemporáneos saben que en 2012 se darán cambios cruciales e irreversibles que afectarán a la humanidad en su conjunto, tales como un aumento de las explosiones solares y la radiación emitida por el sol que repercutirá en la vida en la Tierra. También la predicción habla de un alineamiento de planetas del sistema solar en esa fecha que afectará fatalmente a nuestro planeta.
Esta versión de los hechos no tardó en dividir opiniones, entre astrólogos y estudiosos. Desde hace décadas se viene hablando en los círculos "New Age" sobre el significado del fin del Calendario Maya en el año 2012. Para algunos, se trata de una imagen que representa el cambio espiritual que le depara a la humanidad, mientras que otros pronostican un cataclísmico.
En la vereda de enfrente está John Jenkins, quien en su obra "Cosmogénesis Maya 2012" explica que sí habrá tiempos de transformación y renovación, pero en el plano espiritual.
Y en una postura intermedia, Daniel Pinchbeck afirma que se avecina un cambio paradigmático en la civilización humana, en el que crisis ecológica terminará integrando la ciencia moderna con el misticismo.
Pero más allá de estas hipótesis, Hollywood volvió a demostrar inteligencia y sentido de la oportunidad al lanzar con una gran promoción esta cinta, que ya bate récords en todo el mundo y en la que poco importa el rigor científico.
QUE DICE LA CIENCIA
Al referirse a las profecías anticipadas por la película los especialistas consultados destacan que no tienen el menor asidero científico, pero se inscriben dentro de los mitos de finitud del planeta, que junto a aquellos de origen y pasaje son utilizados para explicar el sentido de la vida en distintas culturas.
Según Venero "ya ha habido numerosísimos anuncios del 'fin del mundo' como éste y cada tanto, a través de la ficción o de relatos pseudocientíficos se pretende ponerle fecha de vencimiento al planeta a través de fenómenos originados en el espacio. Esto sucede cuando en el espacio no es tan frecuente que se produzcan colisiones o explosiones. Y los verdaderos riesgos para el planeta son más reales y están más cerca, como el cambio climático".
Según Venero, "todo el planteo de la película no tiene ningún asidero científico y es sólo imaginación. Por ejemplo, se postula que el sol puede registrar una actividad inusualmente intensa y provocar radiaciones que generen cambios fatales en el planeta, pero eso es un disparate desde el punto de vista científico, ya que el sol tiene una actividad muy estable y ningún cambio en ella podría repercutir de esa forma en el planeta".
Otro de los aspectos que destaca Venero es que en la película se alude a los efectos de una particular de los planetas en torno al centro galáctico. "Se sabe que el centro galáctico es un agujero negro, pero se han conocido los más atípicos alineamientos planetarios sin que hayan tenido la menor consecuencia en nuestro planeta", dice Venero.
Por su parte, el antropólogo Héctor Lahitte no se sorprende por la vigencia de mitos que vuelvan a instalar, desde la ficción o desde la pseudociencia, el concepto de "fin del mundo".
"Es una característica del hombre buscar explicación del origen a través de mitos. Esos mitos no sólo explican el origen, sino también los hay de pasaje y de finitud del planeta y su objetivo es explicar el sentido de la vida. Por lo tanto puede esperarse que este tipo de mitos duren tanto como el ser humano", explicó.
Para Venero, en tanto, la propuesta de Hollywood "se puede considerar también una falta de respeto hacia los mayas, al reducir su cultura a un sólo elemento, como es el calendario".
La aparición periódica de este tipo de advertencia no sorprende a los especialistas. Según el antropólogo Héctor Lahitte, se trata de una característica de todas las culturas, que crean sus mitos de origen, de pasaje y de finitud del planeta, con un objetivo que garantiza que el recurso va a vivir tanto como viva el hombre: el de darle sentido a la existencia.
Desde el Observatorio Astronómico local, el secretario de Extensión Roberto Venero no se sorprende de que el espacio sea el ámbito donde se ubica la mayoría de estos mitos.
Esto sucede, dice, porque es un ámbito para muchos desconocidos y proclive a inspirar fantasías apocalípticas. Lo que también dice Venero es que la mayoría de estas advertencias no tienen mayor fundamento científico: "El espacio suele ser escenario de explosiones y colisiones, pero son excepcionales, no son frecuentes".
UNA ANTIGUA PROFECIA MAYA
Convertida en un éxito de taquilla, "2012" rescata la historia de una vieja predicción precolombina que augura el fin de todos los habitantes del planeta.
La trama gira alrededor del calendario maya, uno de los legados más importantes de esta misteriosa civilización, que todavía hoy sorprende por su exactitud y que menciona en 2012 un cataclismo absoluto.
A partir de este dato, el realizador Roland Emmerich -responsable de "Día de la Independencia"- filmó con gran presupuesto "2012", una visión pesimista de un final que le espera a la humanidad, según esta leyenda, en menos de tres años.
Para Lawrence Joseph, autor del libro "Apocalipsis 2012", lo peor está por venir, con cambios en el polo magnético del planeta y un súper volcán en la región de Yellowstone. Para él, tanto los mayas como los físicos solares contemporáneos saben que en 2012 se darán cambios cruciales e irreversibles que afectarán a la humanidad en su conjunto, tales como un aumento de las explosiones solares y la radiación emitida por el sol que repercutirá en la vida en la Tierra. También la predicción habla de un alineamiento de planetas del sistema solar en esa fecha que afectará fatalmente a nuestro planeta.
Esta versión de los hechos no tardó en dividir opiniones, entre astrólogos y estudiosos. Desde hace décadas se viene hablando en los círculos "New Age" sobre el significado del fin del Calendario Maya en el año 2012. Para algunos, se trata de una imagen que representa el cambio espiritual que le depara a la humanidad, mientras que otros pronostican un cataclísmico.
En la vereda de enfrente está John Jenkins, quien en su obra "Cosmogénesis Maya 2012" explica que sí habrá tiempos de transformación y renovación, pero en el plano espiritual.
Y en una postura intermedia, Daniel Pinchbeck afirma que se avecina un cambio paradigmático en la civilización humana, en el que crisis ecológica terminará integrando la ciencia moderna con el misticismo.
Pero más allá de estas hipótesis, Hollywood volvió a demostrar inteligencia y sentido de la oportunidad al lanzar con una gran promoción esta cinta, que ya bate récords en todo el mundo y en la que poco importa el rigor científico.
QUE DICE LA CIENCIA
Al referirse a las profecías anticipadas por la película los especialistas consultados destacan que no tienen el menor asidero científico, pero se inscriben dentro de los mitos de finitud del planeta, que junto a aquellos de origen y pasaje son utilizados para explicar el sentido de la vida en distintas culturas.
Según Venero "ya ha habido numerosísimos anuncios del 'fin del mundo' como éste y cada tanto, a través de la ficción o de relatos pseudocientíficos se pretende ponerle fecha de vencimiento al planeta a través de fenómenos originados en el espacio. Esto sucede cuando en el espacio no es tan frecuente que se produzcan colisiones o explosiones. Y los verdaderos riesgos para el planeta son más reales y están más cerca, como el cambio climático".
Según Venero, "todo el planteo de la película no tiene ningún asidero científico y es sólo imaginación. Por ejemplo, se postula que el sol puede registrar una actividad inusualmente intensa y provocar radiaciones que generen cambios fatales en el planeta, pero eso es un disparate desde el punto de vista científico, ya que el sol tiene una actividad muy estable y ningún cambio en ella podría repercutir de esa forma en el planeta".
Otro de los aspectos que destaca Venero es que en la película se alude a los efectos de una particular de los planetas en torno al centro galáctico. "Se sabe que el centro galáctico es un agujero negro, pero se han conocido los más atípicos alineamientos planetarios sin que hayan tenido la menor consecuencia en nuestro planeta", dice Venero.
Por su parte, el antropólogo Héctor Lahitte no se sorprende por la vigencia de mitos que vuelvan a instalar, desde la ficción o desde la pseudociencia, el concepto de "fin del mundo".
"Es una característica del hombre buscar explicación del origen a través de mitos. Esos mitos no sólo explican el origen, sino también los hay de pasaje y de finitud del planeta y su objetivo es explicar el sentido de la vida. Por lo tanto puede esperarse que este tipo de mitos duren tanto como el ser humano", explicó.
Para Venero, en tanto, la propuesta de Hollywood "se puede considerar también una falta de respeto hacia los mayas, al reducir su cultura a un sólo elemento, como es el calendario".
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