La voz neutra de Boedo

POR AUGUSTO MUNARO

El poeta y narrador Fabián Casas nació en el barrio de Boedo, Buenos Aires, en 1965. A los veinte, publicó "Otoño, poemas de desintoxicación y tristeza". Cinco años más tarde, "Tuca", para muchos la piedra inaugural de la poética noventista. A estos míticos poemarios le siguieron entre otros, "El salmón" (1996), "Pogo" (2000), y "El Spleen de Boedo" (2003). Asimismo en narrativa, Casas ha logrado desarrollar con sus libros, una prosa despojada y personal. "Ocio" (Novela, 2000), "Los Lemmings" (relatos, 2006) y "Ensayos bonsai" (ensayos, 2007), son prueba de su ingenioso mirar el mundo a través de una mixtura entre alta y baja cultura, lo épico y lo lírico.

Su libro de poemas "Oda" (Mansalva), se acaba de reeditar, ocasión que permite acceder a una voz intensa y expresiva. Su tono seco y áspero, que mucho se debe a su profesión de periodista, propicia con audacia luminosa, una música que refleja la experiencia de la calle. Aunque no hay trascripción fonética de ella, Casas se nutre del habla popular, para buscar romper el sentido unívoco de las palabras con acertadas metáforas. Versos que discurren al ritmo de la naturalidad. Retrata -como en los poemas "Cosas que hace tu bata blanca", "Deseos" y "El Renaciente: Bar- Parrilla"-, la vida y sus minucias sin estridencias.

José Luis Mangieri, editor y amigo, en ocasión afirmó: "su poesía cuenta de las grandes pérdidas, es decir, del dolor de cada uno, de él, de todos".

Fabián Casas, es un poeta lírico que al sortear los hermetismos, los juegos de palabras y eufemismos, erradica ciertos conceptos idílicos para alcanzar la sencillez y sobre todo, la sinceridad sin matices, "el miedo es la distancia que existe entre el dolor y la nada". Como consecuencia, prevalece cierto atisbo de profecía en sus versos. Un aura neutra de austero misticismo, o de "voluntad de pobreza", como él opta definir. Poemas que se expanden, con un aire de apacible y contenido desengaño. Casas sabe que la Verdad no es siempre bella. Su poesía depuradamente desacralizadora, cáustica pero precisa y humana, además de valerle distinguidos premios, ha sido traducida al inglés, alemán, francés, armenio, e italiano. También integra numerosas antologías de Latinoamérica.

-Poeta, narrador, periodista. ¿Con cuál de las tres profesiones se siente más cómodo al escribir?, ¿por qué?

-Me siento más cómodo escribiendo periodismo, ya que no involucra nada complicado: el periodismo siempre está en estado de respuesta, la poesía siempre está en estado de pregunta, de riesgo.

-Editar un libro de poesía es algo difícil. Pero más aún resulta lograr una segunda edición, cosa que acaba de ocurrirle a "Oda". ¿Cómo explica este hecho?

-Es inexplicable.

-¿Suele interesarle el itinerario de sus libros una vez publicados?

-No.

-El poeta escribe un poema, luego otro, y así, hasta llegar a una serie. ¿Cómo y cuándo percibió que Oda se había transformado en libro?

-Creo que lo que hace que determinados poemas se conviertan en un libro es el estado de ánimo que los recubre. Oda está escrito a lo largo de seis años complicados.

-¿De modo que lo autobiográfico ha sido un factor determinante a la hora de concretar este libro en particular?

-Todo parte de un principio de experiencia. Beckett solía decir que todo lo que había escrito era fruto de su experiencia aunque a simple vista no se notara. Yo que carezco de imaginación, muerdo ese hueso de la misma manera.

-¿Oda dio un giro respecto a su obra poética anterior constituida por poemarios como Tuca y El salmón?, ¿qué valores intentó explorar en este libro?

-Creo que en Oda hay más literatura y filosofía como disparadores de poemas. También yo estaba pasando por la primera depresión grande de mi vida y eso se nota en los rasgos de rezo de los poemas.

-Es cierto, se ve claramente en "Good bye", aquel que cierra el libro otorgándole un tono místico, ¿verdad?

-Good Bye es un poema sobre mi perro que había muerto. Amo a los animales por encima de los seres humanos.

-Uno de los poemas más logrados es sin dudas "Ezeiza". ¿Cuál es su historia?

-Ezeiza es un poema sobre la vida de mi primo. Mi primo era como mi hermano mayor, y fue a Ezeiza a recibir a Perón. Ese día no volvió a dormir y todos en casa estuvimos preocupados e insomnes esperando que volviera ya que las noticias que llegaban eran muy malas. Desde esa época cada vez que un ser querido se demora en volver a casa, me agarra la misma angustia. Así que el poema habla sobre mi primo, sobre esa gloriosa generación a la que perteneció. En términos literarios, el comienzo del poema "charla" con el comienzo del hermoso poema de Pavese "Los mares del Sud". El final de Ezeiza es una transcripción de lo que dice el narrador de Mad Max II al final de la película. Yo había anotado esto en mi libretita y sabía que lo iba a usar en algún lado. La Mortificación ordinaria, un relato de los Lemmings, también habla de la vida de mi primo.

-En una oportunidad, al afirmar la influencia que había tenido en usted el entrerriano Ricardo Zelarayán, remarcó que era el "único argentino vivo con genio". ¿Qué siente haber aprendido de él como poeta y escritor?

-Cuando yo tenía esa depresión Zelarayán me recomendó que fuera a nadar, cosa que hice. También me dijo que lo que yo tenía era El Horla, un personaje de un cuento fantástico que él había traducido. Tenía razón, desde ese entonces el Horla es mi compañero de ruta. Y Zelarayán también.

-Más allá de ser el lugar donde usted nació, ¿qué significa el Oeste, más precisamente el barrio de Boedo, que se filtra y se hace visible a través de muchos de los poemas de Oda?

-El barrio de Boedo es el lugar donde nací, que no es poco, ya que en él están las primeras impresiones de mi vida. Uno es un Proust de bolsillo.

-¿En qué sentido?

-En que intento recuperar el tiempo prohibido.

-Usted no suele hacer prensa de sus libros tanto en la Feria del Libro, TV o radio. ¿Siente que su obra puede prescindir de la publicidad y por ende, defenderse sola?

-Sí, no me gusta presentar libros e ir a la feria del libro y participar de mesas sobre libros, es la retórica de la literatura. Hago un reportaje si la persona que me llama me cayó bien y listo. Tampoco estoy en guardia contra nada que te termine volviendo un esclavo.

-¿Le incomoda la notoriedad?

-No, porque no la tengo.

-En un reportaje, afirmó que sus versos son el resultado de una poética "de cruce", donde la idea de "mezcla" es fundamental. ¿Podría referirse a este punto?

-Soy un escritor mestizo creado por la cantinela de todos los amigos que escuché en el Bar de la Guerra de las Galaxias.
-¿Recuerda cuándo nació ese escritor mestizo, es decir, su mirada respecto al mundo?

-Sí, en le patio de mi escuela primaria, rodeado de seres de todas las galaxias, una escuela pública y popular.

-¿Qué lugar ocupa el escepticismo en Oda?

-No soy escéptico, soy creyente. Creo que de seguir así, a todos nos van a tener que reconocer por la dentadura a la brevedad.

-¿Y la dicha?

-La dicha se engendra en el corazón de lo trivial.

-Usted y un grupo de poetas porteños, como indica en el prólogo de Oda, en los 90 "hicieron que la poesía cambie de piel, para mantenerse viva". ¿Por qué y de qué modo lo lograron?, ¿acaso para romper con el legado neobarroco y objetivista de los 80?

-No pienso en romper sino en incluir, en transmutar, cruzar. El objetivismo, el neobarroco, el romanticismo, todo es bienvenido para producir literatura o lo que sea. Hay que trabajar como Soldadores, no como soldados.

-Su voz renuncia a los hermetismos, juegos de palabras, inclusive los eufemismos; con el fin de ser natural y directa. Lo cual no es poco. Asimismo conserva el uso de la metáfora. ¿Cuál es el valor que usted le otorga a este recurso en su poética?. Pienso en sus poemas "Oda" y muy en especial en "Biografía no autorizada", donde "la ciudad de Iowa era una torta de cumpleaños"

-Uno no abjura de ningún recurso poético. Las comparaciones, las metáforas, las metonimias, están ok. Lo importante es el wabi: pobreza voluntaria.

-¿Una poética minimalista?

-No, una poética en contra de la habilidad que uno adquiere.

-¿Es decir a no repetirse?, ¿tratar de ir siempre hacia experiencias nuevas?

-En realidad creo que uno siempre adquiere un oficio, una tranquilidad en cuanto hace algo de manera continua. Por eso creo que un escritor debe ir contra su habilidad, intervenir los textos hasta que resurja la voz extraña y no la voz personal. La voz extraña es la garantía de que se está trabajando en buen rumbo ya que ahí donde está el peligro también está la salvación.

-Supongo que Osvaldo Lamborghini debe ser un escritor que admira.

-Osvaldo admiraba a Leónidas, su hermano, el poeta. Yo, por mi parte, gusto solo de La Causa justa, lo demás -por más garra que le pongo- me aburre. La biografía de Strafacce sobre él es genial.

-¿Cuánto de corrección hay en su modo de escritura?

-Corrijo bastante y escribo a lo largo de los años. No tengo apuro. Primero escribir, después publicar.

-¿Desconfía de los autores prolíficos?

-No. Lo que más me gusta de un autor que me gusta, es que sea prolífico, así hay más libros para leer. Me gustaría, por ejemplo, que Cormac McCarthy tuviera más libros publicados.

-¿Cómo ve en este momento la poesía argentina?

-No pienso en poesía argentina, sino en poesía mestiza, construida por múltiples voces que vienen desde Berlín hasta La Paz.

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