Acá mando yo

Gamberini y Martini, los capitanes de Camba y la Villa, analizan el gran duelo de mañanaPor LEANDRO DUBA

A medida que se aproxima el día del clásico entre Villa San Carlos y Defensores de Cambaceres, que será decisivo para los dos equipos, la ansiedad y el entusiasmo va en pleno aumento.

La Villa, con todo a su favor, sabe que necesita un sólo punto para pegar la vuelta (inclusive, podría festejar sin jugar en caso de que hoy Villa Dálmine no derrote a Cañuelas) y ascender directamente a la Primera B.

Mientras que Camba buscará arruinarle la fiesta para intentar "salvar el año" y alimentar un poco más sus chances de ingresar al torneo Reducido.
Berisso y Ensenada están a la expectativa de lo que pueda suceder en este encuentro. Por eso, se espera un partido abierto, de ida y vuelta y con resultado incierto hasta el final.

A pocas horas de un encuentro que será para alquilar balcones, Leandro Martini y Gastón Gamberini, los "capitanes" de cada equipo, analizaron las posibilidades de ambos y de la importancia que tiene esta nueva edición del clásico ribereño, que se jugará mañana en el Bosque.

- Para Cambaceres, ¿es el partido más importante del año?

- G.G. Lo único que nos queda es ganar e intentar ingresar al Reducido. Hay que llevarse los tres puntos cómo sea.

- ¿Y para la Villa?

- L.M. Es el partido más importante en la historia del club. Por eso lo tomamos como tal, pero con los pies sobre la tierra, porque sabemos que vamos a enfrentar a un rival durísimo. Hay que ver qué sucede. Ojalá podamos ganarlo.

- Cambaceres ha tenido un año irregular, y los últimos resultados no lo favoreció. ¿Ganarle a San Carlos es el incentivo que necesitan para encarar el último tramo con mayor impulso?

- G.G. Por ahí, ganando el clásico tapás algunos resultados. Pero somos concientes de que nos jugamos la vida en este encuentro. Si ganamos, sin dudas que será una inyección anímica de cara al final, porque nos permitirá buscar la clasificación con otro estado de ánimo.

- ¿El rival es Cambaceres o el propio San Carlos?

- L.M. No, Cambaceres. Sabemos muy bien que clase de equipo es. Si bien no han encontrado una regularidad, sigue siendo un rival durísimo. Y debemos estar preparados para ello.

- Esta semana ¿en qué se hizo mayor hincapié?

- G.G. En todo. De cómo jugarle, de cómo hay que estar preparados. Venimos trabajando fuerte porque sabemos que enfrentaremos a un adversario que por algo está ahí arriba. El lunes se verá cuál de los dos se lleva la victoria.

- ¿Cómo se maneja la ansiedad en este tipo de compromisos?

- L.M. Obvio que es difícil, nadie lo puede negar. La gente te estimula permanentemente, y eso te puede generar un poco de presión, pero nosotros somos de hablar mucho. Acá hay que estar tranquilo porque todavía no se logro nada. Estamos a un paso.

- ¿El objetivo es arruinarle la fiesta a San Carlos?

- G.G. Y sí. Es lo que nos queda para poder terminar mejor el año. A ellos les alcanza con empatar, pero nosotros, necesitamos ganar cómo sea. Además, no está tan lejos que digamos la posibilidad de entrar al reducido. Así que nos jugamos la vida de este encuentro, y después, pelearemos hasta el final.

- ¿Qué te preocupa de Cambaceres?

- L.M. Tiene un muy buen equipo, con individualidades interesantes. Un mediocampo de lucha y un delantero como Jaime que desequilibra. Además, tiene despliegue y la experiencia de jugadores como Gamberini y Ceccato. De todos modos, ojalá que podamos ganar el clásico y cerrar un gran año.

- ¿Y de San Carlos...?

- G.G. Tiene una defensa que hace tiempo que viene jugando junta. En el medio, cuenta con jugadores de experiencia y adelante dispone de dos jugadores muy buenos. Pero Cambaceres tiene lo suyo. Y vamos a tratar de ganar.

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