10=11

     Con uno menos, corrió igual que el más corredor y ahora el punto sirve.

     Partido difícil de analizar. Punto difícil de mensurar. A priori, no servía. Con el 0-0 consumado, una hora con un jugador menos y tras el 3 a 0 de Boca sobre los tucumanos, la cuenta cierra bastante más. No es para alegrarse, tampoco para festejarlo. Sí para quedarse tranquilo, por la entrega de los jugadores y porque Gimnasia fue el único equipo ambicioso en el Bosque. Y además, porque Racing hizo su negocio, pero Yacob en el palo y Ramírez mano a mano con Sessa casi le dan al equipo visitante un premio exageradísimo: la salvación absoluta.
     La promoción es objetivo y deseo. La firmaba Gastón Sessa hace meses. Me animé a escribirlo tras la caída en Banfield. Más allá del bajón de Central, pensar en descontarle a Racing tres partidos (7 puntos) era una quimera. Viene bien poner blanco sobre negro: este equipo se armó pensando en 38 partidos que podían ser 40. Por ahora, el duelo con San Martín viene bien y los rosarinos permiten la posibilidad de un reaseguro por si el equipo de Roldán logra el milagro de sumar más de 6 puntos. Pero nada más. Objetivos claros: Colón y Boca afuera, los jujeños en el Bosque. Después, el destino dirá.
     ¿Qué fue Gimnasia-Racing como partido? Un combate emotivo. El metro cuadrado costaba sangre. Gimnasia quiso jugar, intentó siempre y casi lo gana gracias a un pelotazo de Cuevas que pegó en el travesaño. Y Migliore encontró un tiro de Diego Alonso que casi, casi. Racing no cambió el libreto ni siquiera tras la correcta expulsión de Cardozo. Pocos espacios, foules tácticos constantes (blando Pezzota, no me gustó) y a esperar alguna contra. Amarrete pero efectivo, la Academia en el final tuvo un par de buenas chances.
     El equipo de Madelón tuvo puntos altos en el juego. Primero Cuevas, que generó todo lo que pudo y más, siempre llevando la pelota cortita, gambeta va, gambeta viene. Sebastián Romero es el mejor jugador de este equipo, aún desdoblándose para ser volante y marcador. Gastón Sessa tuvo un muy buen partido, con una gran atajada ante Ramírez. Y Teté González jugó un buen segundo tiempo. El resto, sin demasiados cuestionamientos. Esfuerzo puro. Diez jugadores corrieron tanto o más que el equipo más corredor de primera división. El dato es valioso, para poner la cabeza en la almohada con la conciencia tranquila. Y para entender que -ya se dijo- entran 11 y deben salir 11, que la cosa no está para venganzas plagadas de ingenuidad.
     Los aplausos del final premiaron a un equipo que dejó todo. Los gritos en la Bombonera agregaron tranquilidad para el receso. Ahora, a sacar cuentas. Rosario Central a dos puntos, será local con Argentinos, juega con Tigre en Victoria y cierra en el Gigante con Godoy Cruz. Y si los tucumanos ganan 2 de 3, a Gimnasia le alcanzaran 5 puntos para jugar la promo, pero esa será otra historia.