Hizo agua

Salió mal. Esta vez, los cambios hicieron ruido en la previa, más que aquella vez para el partido con Arsenal. Esa tarde en el Viaducto Gimnasia venía de ganarle a Newell's (sin sobrarle nada) y Gorosito puso a Guillermo Fratta por Maximiliano Coronel, Nicolás Colazo por Lucas Licht y cambió los dos de adelante (Matías Miranda y Sebastián Cocimano ´por el Pulga Rodríguez y Rodrigo Holgado. Hoy, el impacto fue mayor porque los cambios fueron más (solamente uno obligado, Fratta por el lesionado Guiffrey) y porque el impacto del 5 a 2 a Talleres había sido grande. Más que grande, enorme fue la sorpresa al confirmarse que Brahian Aleman, Luis Rodríguez, Joghan Carbonero y Eric Ramírez iban a ser suplentes. Pero Argentinos Juniors tiene mejores jugadores y una idea muy superior a la de Arsenal y el planteo de "partido largo" murió a los 12 del primer tiempo con el gol de Gabriel Ávalos. Y desde ahí, todo fue cuesta arriba porque si bien tuvo chances para empatarlo (con los tiros libres de Guillermo Fratta y Matías Pérez García y un borbollón que casi termina adentro), el equipo no encontró nunca a Miranda y Pérez García para generar juego y menos a Holgado en ofensiva.

Y en el segundo tiempo, 3 minutos y cortina baja para el partido porque llegó el gol de Carabajal y a otra cosa. Si hasta después pareció no tener sentido el ingreso de los titulares que no iban a poder levantar el resultado y arriesgaban alguna molestia física en una cancha pesada y con charcos. Obviamente que un 3 a 0 en contra no es el mejor de los antecedentes para el clásico del domingo y que con el diario del lunes el planteo ante el Bicho fue erróneo, pero lejos está Gorosito de autopresionarse con este resultado. Gimnasia carga con una mochila pesadísima desde hace casi 12 años, pero no es ni del DT ni de la mayoría de los jugadores. Será el primer clásico para Gerometta, Fratta, Insaurralde y el Pulga, Y Rey, Morales, Cecchini y Carbonero jugaron solamente el último, que fue empate. Para 8 de los 11, más que el peso de la historia reciente es la oportunidad de empezar a escribir otra. Ni hablar para Pipo, que mejoró un equipo que empezaba a mirar con cierto sufrimiento la tabla de promedios y lo dejó a tiro de volver a una Copa internacional. Aun con esta derrota, depende de sí mismo. Y, personalmente, no creo qe este resultado le agregue IVA a lo que pase el domingo que viene. Ya de por sí, el clásico es EL PARTIDO que cambia los humores y convierte en bueno lo no tan bueno y en malo lo no tan malo, dependiendo del resultado.

Desde el martes, llegará el tiempo del laboratorio, el misterio y las dudas, pero no existirán las molestias físicas y el equipo será parecido al que le ganó a Talleres. Adentro Cecchini e Insaurralde, adentro Aleman, Carbonero, Pulga y Eric. Y ante la lesión de Guiffrey. el uruguayo Fratta con su cabezazo y personalidad gozará del respaldo de Pipo, que evaluará muy finito si Licht será titular o si es hora de Nicolás Colazo en el lateral izquierdo.

"Ni fenómenos cuando ganamos ni desastre cuando perdemos", decía el Gordo Garisto. Pipo dijo algo parecido en el Diego Maradona. Es verdad. No era el cuadrazo para jugar copas el martes ni es un equipito hoy. Está para pelearla, como casi todos en el fúbol argentino. Ahora, vuelta de página y la hora de la verdad en el Bosque, en un partido que se puede ganar o perder en detalles y que en la cancha de arriba le genera al Lobo una desventaja que deberá trabajar. De una estructura que funcione y de la inspiración del Pulga y la velocidad de Carbonero, dependerá gran parte del clásico que viene.