Cambaceres sí que dio el campanazo ante Dálmine
| 23 de Agosto de 2009 | 00:00
Cambaceres se burló de la historia y ayer, con una actuación que invita a soñar, pegó el primer grito del campeonato, al superar por 1-0 a Villa Dálmine, en Campana.
El trabajo de Cambaceres, en el balance general, fue de menor a mayor. Arrancó bastante confundido, pues Dálmine insinuó algo más en ataque gracias al trabajo de Gorosito y Díaz.
Sin embargo, con el correr de los minutos, el "nuevo Camba" se fue acoplando a las exigencias, y después de la media hora se hizo dueño de la pelota, fundamentalmente en la mitad de la cancha.
A tres minutos del final, Diego Jaime (una de las incorporaciones), armó una jugaba bárbara en ataque. Mostró su coraje en la pelota dividida y después de dejar en el camino a un defensor, cuando pisó el área, De Nicola, infantilmente, le cometió infracción. Penal...
La pena máxima la ejecutó otro de los debutantes, Julio San Esteban, que con un violento remate, a la derecha del arquero, rompió el cero.
Camba, en el complemento, sabía que Dálmine se le iba a venir encima. No obstante, siguió trabajando el partido con inteligencia, sobretodo, con orden y equilibrio táctico en todas sus líneas.
Entre los 20 y 25 minutos, el Rojo la pasó mal, a tal punto de Zurlo anduvo varias veces por el suelo, y así, se convirtió en una de las figuras.
Los minutos pasaban y Dálmine moría en el intento. Y eso generó que el once de Borgarelli saliera del asedio y consiguiera emparejar las acciones en virtud al muy buen trabajo de los volantes. Cambaceres pudo ganar por primera vez en Campana. De los nueve enfrentamientos, el Rojo jamás había ganado. Y ayer quebró ese maleficio, nada menos que en el estreno.
El trabajo de Cambaceres, en el balance general, fue de menor a mayor. Arrancó bastante confundido, pues Dálmine insinuó algo más en ataque gracias al trabajo de Gorosito y Díaz.
Sin embargo, con el correr de los minutos, el "nuevo Camba" se fue acoplando a las exigencias, y después de la media hora se hizo dueño de la pelota, fundamentalmente en la mitad de la cancha.
A tres minutos del final, Diego Jaime (una de las incorporaciones), armó una jugaba bárbara en ataque. Mostró su coraje en la pelota dividida y después de dejar en el camino a un defensor, cuando pisó el área, De Nicola, infantilmente, le cometió infracción. Penal...
La pena máxima la ejecutó otro de los debutantes, Julio San Esteban, que con un violento remate, a la derecha del arquero, rompió el cero.
Camba, en el complemento, sabía que Dálmine se le iba a venir encima. No obstante, siguió trabajando el partido con inteligencia, sobretodo, con orden y equilibrio táctico en todas sus líneas.
Entre los 20 y 25 minutos, el Rojo la pasó mal, a tal punto de Zurlo anduvo varias veces por el suelo, y así, se convirtió en una de las figuras.
Los minutos pasaban y Dálmine moría en el intento. Y eso generó que el once de Borgarelli saliera del asedio y consiguiera emparejar las acciones en virtud al muy buen trabajo de los volantes. Cambaceres pudo ganar por primera vez en Campana. De los nueve enfrentamientos, el Rojo jamás había ganado. Y ayer quebró ese maleficio, nada menos que en el estreno.
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