Garrafas: clausurarán comercios donde las vendan más caras

Así lo aseguró el ministro de Planificación Julio De Vido ante la faltante. Hay listas de espera para poder conseguirlas a precios exorbitantes de hasta 50 pesos


Ante la gravedad del faltante de garrafas, el ministro de Planificación, Julio De Vido, salió a amenazar hoy con clausuras a los comercios que especulen con ese producto, que sigue sin aparecer y hasta genera insólitos episodios de "listas de espera" para poder comprarlos a precios exorbitantes de hasta 50 pesos.

De Vido advirtió que en los casos en que las garrafas de gas sean vendidas a precios mayores a los fijados "se multará o se clausurará el local" una vez detectada la infracción.

Pero, en varias provincias del país las garrafas desaparecieron del mercado o se venden en un mercado paralelo a precios que superan largamente los precios "oficiales" de 16 pesos, y se llega a pedir hasta 50 pesos.

La falta de garrafas ya se siente en provincias como Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza y Córdoba.

Según De Vido, "hay muchos casos en que, aprovechando la situación de que la garrafa está subsidiada, en un gesto de muy poca solidaridad, están comprando garrafas porque es más barato".

"La Argentina produce gas licuado de petróleo en forma tal que es exportadora neta", aseguró De Vido, en respuesta a las críticas por los faltantes de energía.

Respecto de las garrafas, De Vido garantizó que se están "reforzando los puntos de venta", de manera tal de que el gas pueda "alcanzar para todos" este invierno.

"En el proceso de comercialización, el Ministerio no tiene jurisdicción", explicó el funcionario, aunque señaló que se debe "marcar donde está el problema" en los distintos puntos de venta.

"Se multará o se clausurará el local", indicó el ministro en declaraciones televisivas.

Pese a las críticas, el titular de la cartera de Planificación Federal insistió en que "el sistema eléctrico funciona perfectamente bien" y se ha "crecido casi un 38 por ciento en la generación desde 2003 a la fecha".

Por su parte, el titular de la Cooperativa Argentina de Provisión de Gas Licuado, Pablo Much, consideró que la intermediación es uno de los motivos por los cuales aumentaron los precios de las garrafas, y admitió que a raíz de eso, "los pobres son los que terminan pagando los platos rotos, como siempre".

En algunas provincias, la garrafa a precio social (fijado por el Gobierno en 16 pesos, para una de 10 kilos) se consigue en pocas distribuidoras, pero el costo se duplica por el envío a domicilio.

Según el directivo, "nuestra cooperativa está atendiendo la demanda y estamos respetando los precios acordados con el Gobierno. Y entiendo que el Poder Ejecutivo planea mantener este acuerdo hasta fin de año.

En declaraciones radiales, Much explicó que "el mercado de cilindro, hoy por hoy, se está pasando a la garrafa. Y esa puede ser una explicación por la falta de garrafas, o que en algunos casos de vendan más caras. Cada empresa tiene un cupo para vender".

El Gobierno aclaró que el precio de las garrafas está subsidiado y "debe ser de 16 pesos, no más, porque quien lo vende más caro está robando", según advirtió el ministro de Planificación Federal.


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