Toque de queda con otros 29 muertos

El ejército salió a la calle en medio de gravísimos enfrentamientos con pobladores que piden la renuncia del presidente Mubarak

EL CAIRO.-Los militares salieron a las calles de El Cairo para reforzar un toque de queda nocturno al atardecer de ayer, en un día de motines y caos que representa una intensificación del desafío al gobierno autoritario de 30 años del presidente Hosni Mubarak, quien reiteró que no renunciará pese a la violencia de los choques que habrían dejado un saldo provisorio de 29 muertos.

Miles de personas desafiaron el toque de queda en la capital, extendido luego a todo el país, y trataron de irrumpir en dos edificios del gobierno, la televisión estatal y la cancillería. Otros rezaban en las calles cairotas al caer la noche.

SE EXTIENDE AL INTERIOR

En varias ciudades del país los manifestantes incendiaron neumáticos y patrulleros de la policía. Aún la sede central del partido gobernante ardía en llamas como consecuencia de la indignación, resentimiento y frustración con un régimen considerado corrupto, represivo y negligente de la pobreza que afecta a casi la mitad de los 80 millones de egipcios. Algunos manifestantes saqueaban televisores y ventiladores eléctricos del edificio en llamas.

Según los primeros balances no confirmados de las agencias internacionales, entre ellos EFE, citando a las agencias árabes Al Yazira y Al Arabiya destacan que por lo menos 16 personas murieron en El Cairo y otras 16 en Suéz, en tanto centenares de manifestantes estarían internados en estas dos ciudades y en otros puntos del interior.

De esta forma, ya serían al menos 36 las víctimas fatales de la rebelión, que ayer alcanzó su pico más alto violencia en cuatro días de protestas.

"No puedo creer que nuestra propia policía, nuestro propio gobierno, nos esté golpeando así", se asombró un manifestante en El Cairo, Ahmad Salah, de 26 años. "Este es un gobierno cobarde y tiene que caer. Vamos a asegurarnos de que así sea".

En una de muchas escenas insólitas el viernes, miles de manifestantes antigubernamentales provistos de rocas, vidrios y garrotes desalojaron a cientos de policías antimotines de la plaza central y varios de los policías se despojaron de sus uniformes e insignias y se unieron a los manifestantes. Un reportero de la Associated Press vio a los manifestantes recibir alborozados a los policías que se les sumaban y cómo llevaban a algunos en andas en señal de triunfo.

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