Económicas ensaya una nueva fórmula contra la deserción

Al finalizar primer año, sólo 3 de cada 10 alumnos quedan en condiciones de anotarse en el segundo curso

La secretaria de Asuntos Académicos de la facultad de Ciencias Económicas de la UNLP, María Laura Catani, recuerda especialmente el año 2000. "A partir de ese momento empiezan a llegar a la Universidad los alumnos que arrastran más deficiencias en la formación; las cuales persisten hasta hoy", dice, y enseguida afirma que "no se puede vivir echándole la culpa al secundario. Entendemos la educación como un proceso continuo y debemos encontrar una respuesta al desafío que representa la diversidad del estudiantado actual". Para ello implementaron un posgrado dirigido a los profesores titulares de las asignaturas de la formación básica -primeros años- con el fin de frenar la deserción, que arroja números preocupantes: al concluir 1º año, sólo el 30% está en condiciones de anotarse en las materias de segundo.

"Ya no sirve seguir hablando de que los chicos vienen sin suficiente conocimiento, o con problemas de expresión... Es así. Y tenemos que buscar estrategias para aumentar la retención", apunta Catani, y señala que una de las herramientas centrales es el sistema de tutorías. "Esta facultad cuenta con el Paceni desde el 2009, pero los números de abandono siguen siendo altos (ver aparte), de modo que con este posgrado, del que están participando todos los profesores de primer año, queremos reformularlo fuertemente para frenar ese fenómeno", indicó.

Cabe recordar que el Paceni (Proyecto de apoyo para el mejoramiento de la enseñanza en primer año de carreras de grado de ciencias exactas y naturales, ciencias económicas e informática) es financiado por la secretaría de Políticas Universitarias de la Nación con el objeto de "fortalecer las condiciones institucionales, curriculares y pedagógicas" para mejorar "la inserción y la promoción de los estudiantes ingresantes" en base a la instrumentación de tutorías.

CAMBIO DE LOGICA

Catani, quien remarca que en la facultad de 6 y 48 no hay curso de ingreso obligatorio y la cantidad de inscriptos -sumando los centros regionales- alcanza unos 2.000 al año, admite que "en 2009 iniciamos la experiencia nombrando un tutor (alumno avanzado o recién graduado) cada 40 ingresantes. La idea pasaba por evitarles el choque que significa pasar de la escuela a la universidad, era una contención más humana que académica. En el 2010 vimos que los chicos empezaban a responder en ese sentido, no obstante, cuando llegaba el 1º parcial abandonaban; ya se trataba de problemas de aprendizaje", dice y aporta un dato: "Si las clases empiezan en febrero, antes de la primera evaluación deserta el 30%".

"Fue entonces cuando se planteó brindar apoyo para que prepararan los exámenes. Pero muchos profesores no vieron con buenos ojos que gente que no perteneciera a las cátedras les brinde contenidos académicos. Es por eso que organizamos este posgrado, donde se cambió la lógica; partimos de la opinión de los docentes, con el fin de que las tutorías pasen a ser un instrumento más de sus cátedras".

Así y todo, Catani opina que "debería existir un programa provincial o nacional de articulación con el secundario; hoy todo pasa por esfuerzos individuales de las facultades".

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