Un economista para la sucesión

Mario Monti tiene apoyo para ocupar el cargo de primer ministro tras la renuncia de Berlusconi. Se define en estas horas

La renuncia del primer ministro Silvio Berlusconi, con la que se puso fin a una era política de 17 años, abrió el camino al proceso de transición cuyo objetivo es evitar que Italia caiga en una crisis financiera potencialmente catastrófica.

Salvo alguna sorpresa, Il Cavaliere será remplazado por un tecnócrata, el economista Mario Monti, de 68 años, un experto en asuntos europeos y por diez años comisario europeo, quien cuenta con el apoyo de casi todos los partidos políticos, entre ellos el Partido Democrático (PD, izquierda), así como de los industriales.

Si bien el Pueblo de la Libertad (PdL) de Berlusconi había puesto algunos reparos, en las últimas horas expresó su "disponibilidad a que se confiera el encargo al senador Mario Monti para la formación de un gobierno técnico".

Monti fue designado senador vitalicio el pasado miércoles por el presidente de Italia, Giorgio Napolitano, en lo que ha sido interpretado como un respaldo a su candidatura. Pero, además, el economista cuenta con el interesado apoyo del Fondo Monetario Internacional, del francés Nicolas Sarkozy y de la canciller alemana, Angela Merkel.

UN CUADRO DELICADO

El nuevo primer ministro deberá enfrentarse con una crítica situación económica y de falta de credibilidad de Italia en el mercado financiero. Las obligaciones de deuda italiana a diez años habían superado esta semana el insostenible nivel de 7%.

Italia tuvo que acelerar el ritmo esta semana para aprobar un impopular paquete de medidas de ahorro, que incluyen fuertes recortes, exigidas por la Unión Europea (UE) y el FMI, ante el riesgo de que la crisis derribe al país, tercera economía de la Eurozona, con una deuda de 1,9 billones de euros (120% del PBI).

El plan de ajuste contempla rebajas fiscales para promover el crecimiento, privatización de propiedades estatales y, particularmente, una mayor flexibilidad del mercado laboral. También prevé -y este es uno de los temas más conflictivos-un aumento de la edad de jubilación hasta los 67 años para 2026.

Habrá que ver cómo reciben los italianos estos recortes sociales. Monti, por su parte, cuenta por ahora con apoyo para avanzar en esa línea. Lo demuestran las declaraciones de la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, quien elogió este sábado "el progreso significativo" político logrado por Italia. "Conozco a Monti y lo respeto mucho. Es una persona con enormes cualidades y con el que he tenido siempre un diálogo fructífero", dijo.

RESPALDO

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, propuso a su homólogo italiano, Giorgio Napolitano, viajar a Roma junto con la canciller alemana, Angela Merkel, para apoyar la formación del Gobierno de Mario Monti, según informó ayer "Le Monde" en su edición digital.

El diario asegura que Sarkozy no se ha entrevistado con Monti para preservar las prerrogativas políticas italianas.

Napolitano, por su parte, indicó a Sarkozy que confía en el voto positivo en el Parlamento para que en los próximos días el ex comisario europeo pueda formar un nuevo Ejecutivo que sustituya al de Berlusconi, agrega "Le Monde".

Sarkozy hizo saber a su par italiano su deseo de que el nuevo Gobierno dure y no haya elecciones en los próximos meses, con el fin de asentar la salvación del euro, añade el diario, que indica que el presidente francés se ha ofrecido para entrar en contacto con responsables políticos transalpinos con el fin de apoyar la formación de un Gobierno duradero.

"Tras haber impulsado la salida de Berlusconi, el eje franco-alemán debe vigilar para no dar la sensación de que se inmiscuye en los asuntos internos italianos", señala Le Monde.

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