Caso Ferreyra: separan a perito acusado de alterar bala

La jueza de instrucción Wilma López, quien investiga el asesinato del militante del Partido Obrero denunció a Roberto Locles por presunta destrucción de la bala mortal

El perito de parte Roberto Locles negó hoy haber deformado el proyectil que le quitó la vida al militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra y denunció ante la Justicia "hostigamiento permanente y malos tratos" de parte de la Policía Federal tras ser separado de la causa.

En un escrito dirigido a la jueza de instrucción Wilma López, quien investiga el asesinato de Ferreyra, ocurrido en octubre del año pasado, Locles expresó que se siente perseguido por "el solo hecho" de no estar de acuerdo con la hipótesis esgrimida por los peritos de la Federal.

Locles, ahora separado de la causa, sostiene que la bala impactó en el cuerpo de Ferreyra después de un rebote y no "en forma directa", como indicaron los peritos oficiales.

En este sentido, consideró como "absurdas y ridículas" a las explicaciones que brindaron los peritos de la Policía Federal al sostener su hipótesis, de acuerdo con el escrito que presentó ante la Justicia y al que tuvo acceso Noticias Argentinas.

"Si tenemos en cuenta el verdadero ángulo de penetración, son tan absurdas y ridículas y nunca se podrían considerar en una pericia seria", remarcó Locles, quien se jactó de ser profesor universitario en Criminalística, licenciado en Criminalística y profesor instructor de tiro.

Locles indicó que mantuvo una discusión con peritos oficiales en una reunión conjunta porque "tomaban lo que les convenían" del informe del médico que llevó adelante la autopsia al cuerpo de Ferreyra, sin tener en cuenta el "ángulo de penetración" de la bala "verdadera" ni la "distancia de la boca de fuego" cuando se analizó su trayectoria externa.

"Los peritos oficiales me respondieron con agresión y con gritos. Fue en ese momento que tomo el proyectil extraído de la víctima, lo apoyé sobre la mesa y les dije: ntomen el ángulo de rebote con el proyectiln", relató.

"Éste es el momento que dicen que deformé el proyectil, y se invalidó la prueba", agregó Locles, perito de parte de la defensa de Guillermo Uño, un empleado ferroviario acusado de matar a Ferreyra, en el barrio porteño de Barracas.

Por último, sostuvo que "nunca apoyando un proyectil de plomo y antimonio, de relativa dureza, puede deformarse por ser apoyado aunque sea con fuerza sobre una mesa de madera".

"Es un absurdo", manifestó Locles, cuya hipótesis es similar a la que esgrimen los peritos de la Gendarmería Nacional sobre que Ferreyra podría haber recibido un disparo de "rebote".

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