La coalición occidental intensifica su ofensiva contra el régimen libio

EE UU y sus aliados europeos calificaron el operativo "Odisea del Amanecer" como exitoso

TRIPOLI.- La coalición internacional ingresó en una nueva fase en su ofensiva en Libia, iniciada el sábado bajo el mandato de la ONU, con el fin de detener la sangrienta represión de una revuelta sin precedentes contra el régimen de Muammar Khadafi. La primera fase de ataques aéreos fue "un éxito" y permitió instaurar una zona de exclusión aérea, según declaró ayer el máximo oficial estadounidense, el almirante Michael Mullen, asegurando que las tropas leales a Khadafi ya no avanzan hacia Benghasi, feudo de la rebelión, a unos 1.000 km al este de Trípoli.

La coalición, liderada por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, pasó a la ofensiva el sábado bombardeando por aire y desde posiciones marítimas objetivos militares libios para tratar de detener la represión de la revuelta lanzada el 15 de febrero contra el régimen del coronel Khadafi. Tras haberse comprometido el viernes a un alto el fuego que no fue respetado, el régimen libio renovó el anuncio anoche, después de que el sábado la Unión Africana exigiese un "cese inmediato de las hostilidades".

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo esperar que Libia cumpla su promesa. Sin embargo, el consejero del presidente estadounidense Barack Obama para la Seguridad Nacional, Tom Donilon, aseguró que el nuevo alto el fuego "era una mentira" o fue "inmediatamente violado" por las fuerzas de Khadafi.

EXPLOSIONES EN TRIPOLI

Por la noche, se oyeron fuertes explosiones en la capital libia. Un edificio administrativo situado en el complejo residencial de Khadafi en Bab el Aziziya fue totalmente destruido por un misil. "Nosotros somos los victoriosos, ustedes los vencidos. Jamás abandonaremos el campo de batalla, porque defendemos nuestra tierra y nuestra dignidad", dijo el líder libio en un mensaje de audio, el segundo desde el inicio el sábado de la operación militar internacional, lanzada en virtud de la resolución 1973 de la ONU, adoptada el jueves. Khadafi, en el poder desde hace casi 42 años, predijo además una "larga guerra", agregando que "todo el pueblo libio está armado", y "vencerá".

Uno de los hijos del dirigente libio, Seif al Islam, excluyó el ataque a vuelos comerciales en el Mediterráneo al ser interrogado por una cadena de televisión estadounidense sobre las amenazas lanzadas por su padre el sábado, cuando prometió atacar "cualquier objetivo civil o militar" en la cuenca mediterránea.

Las fuerzas de la coalición prosiguieron ayer la operación militar, llamada "Odisea del Amanecer" por el Pentágono. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, señaló que sería "insensato" matar al líder libio Muammar Khadafi en el operativo militar de la coalición internacional.

Italia, Bélgica y España anunciaron que participarán en la operación y otros países árabes, como Qatar y Emiratos Arabes Unidos se sumarán a ellos dentro de poco, según Gran Bretaña. Cuatro cazas Tornado italianos participaron ya en las misiones de la víspera. Francia, el primer país que intervino militarmente el sábado en Libia, hizo zarpar ayer al mediodía del puerto de Toulon (sur) a su portaaviones "Charles de Gaulle".

Después de la primera ola de ataques contra las defensas antiaéreas y los vehículos blindados cerca de las líneas de los insurgentes, la próxima etapa consiste, según el almirante Mike Mullen, en atacar las líneas de aprovisionamiento de las fuerzas de Khadafi para limitar su capacidad de combate. "Sus fuerzas están dispersadas entre Trípoli y Benghasi y vamos a tratar de cortar el apoyo logístico a partir de hoy" (lunes), precisó el almirante. Los ataques no tienen la finalidad de "expulsar a Khadafi del poder", sino que están destinados a "proteger a los civiles" libios, aseguró Mullen, quien precisó que Estados Unidos "supervisa de cerca" las reservas de gas mostaza en posesión de Khadafi, al considerar que "podría causar muchos daños con eso".

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