Agrupación feminista pintó la casa de Barreda

Pintaron de color violeta la casa del odontólogo Barreda Lo hicieron como forma de repudio a la violencia de género. Exigen cesión del inmueble para asistencia de potenciales víctimas

Agrupaciones feministas pintaron de color violeta la casa donde el odontólogo Ricardo Barreda asesinó a escopetazos a su esposa, su suegra y sus dos hijas, en noviembre de 1992, en pleno centro de nuestra ciudad.

Se trata de la vivienda de dos plantas ubicada sobre la calle 48 Nº 809, entre 10 y 11, la cual, desde que fue cometida la masacre, está abandonada y sujeta a un prolongado litigio judicial, que tramita por ante el Juzgado Civil y Comercial Nº 17 de La Plata.

Según pudo saber este medio, distintas agrupaciones feministas de La Plata se reunieron anteayer frente a la propiedad y, tras limpiar el frente, procedieron a pintarlo de violeta, color que identifica a ese movimiento.

Posteriormente, se supo, las manifestantes escribieron con pintura amarilla la leyenda: "Barreda asesino de mujeres. La sociedad te condena".

Al parecer, en principio la intención de las participantes era pintar todo el frente del inmueble, incluso la parte alta. Para ese fin habían llevado una escalera. Pero aparentemente al advertir que podían quedar expuestas al accionar policial, decidiron pintar hasta donde pudieron.

RECLAMO

Esta no es la primera oportunidad en que agrupaciones se congregan frente a la casona de la calle 48. Como se recordará, a fines de abril último, representantes de la "Casa Abierta María Pueblo", que brinda alojamiento y asistencia a las mujeres víctimas de violencia doméstica, realizaron allí un acto en repudio de los femicidios que se cometen en el país.

Días antes, varios pasacalles habían sido colgados en distintos puntos de la Ciudad -entre ellos en la esquina de la casa de Barreda- para reclamar la libertad condicional otorgada al odontólogo.

"Barreda asesino de mujeres. Los jueces te liberan. La sociedad te condena", se leía en dichos carteles.

Las agrupaciones feministas reclaman que la casa de Barreda sea cedida a esas organizaciones con el fin de que allí se realicen tareas de asistencia a las víctimas de violencia de género.

En noviembre de 1992, Ricardo Barreda mató a escopetazos a su esposa, su suegra y sus dos hijas, hecho por el que fue condenado en 1995 a reclusión perpetua, pero a fines de marzo último obtuvo la libertad condicional

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