Justificada advertencia de una sociedad médica por la vacunación antigripal

En numerosas ocasiones se ha enfatizado aquí sobre la importancia de garantizar el pleno cumplimiento de las campañas de vacunación antigripal, a través de la mayor eficacia funcional de los operativos y, también, de los seguimientos que, en el caso de los niños de menor edad, deberían realizar con mayor esmero los responsables de esos pequeños.

De allí que origine una justificada inquietud la advertencia que acaba de realizar la Sociedad Argentina de Pediatría, en el sentido de que sólo el 25 por ciento de los niños y las niñas de entre 6 meses y dos años recibe la segunda dosis de la vacuna contra el virus H1N1 o gripe A.

La entidad destacó un informe realizado recientemente por médicos, que señalaron que la mayoría de los chicos recibe la dosis inicial, pero muy pocos completan la inmunización y, de ese modo, quedan expuestos a la influenza que, en grupos vulnerables como las embarazadas y los bebés, puede ser fatal.

Como se sabe, la vacuna contra el virus H1N1 se incorporó recientemente al calendario oficial y los pediatras aconsejan inmunizar a todos los niños y niñas entre seis meses y dos años, a las madres con niños menores de seis meses y a las mujeres embarazadas, para evitar un brote como el que ocurrió en 2009, considerándose como también prioritario que las madres se vacunen.

Es evidente que toda campaña de vacunación antigripal resulta un paso trascendente en defensa de la salud de la población y, asimismo, implica para las autoridades sanitarias el compromiso de procurar que los programas se completen, aventándose las dificultades que suelen registrarse en la instrumentación de este tipo de campañas.

Tal como se informó anteriormente en este diario, a partir del análisis de la situación epidemiológica efectuado por los expertos de la Organización Mundial de la Salud y de la Organización Panamericana de la Salud, se decidió en los primeros meses de 2011 aplicar la vacuna trivalente que previene contra los virus de la gripe A (H1N1), A (H3N2) y B.

Se sabe muy bien que la gripe, bajo todas sus formas, encierra grandes riesgos, sobre todo para los niños y personas mayores o en aquellas que están expuestas a debilidades inmunológicas. De allí que resulte imperativo que se ajusten todos los mecanismos y, al mismo tiempo, se promuevan en la población conceptos que inculquen la necesidad de cumplir con prescripciones que resultan vitales para la salud y vida de las personas.

Se sobreentiende que, justamente a partir de la mayor divulgación de conocimientos en la población, se acrecentará un mayor acceso a las vacunas programadas y, al mismo tiempo, será mayor también la cultura preventiva tan indispensable para elevar el nivel sanitario de los argentinos, muchas veces debilitado por simple desaprensión o desconocimiento y expuesto, así, temerariamente, a una extrema vulnerabilidad.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE