Tarde negra: una mala salida, lesión y afuera

Parece que la relación entre Justo Villar y Estudiantes nunca llegará a buen puerto. No hubo comunión hace un año y medio cuando llegó, pasó al olvido el semestre pasado, cuando el paraguayo pasó a ser el tercer arquero del plantel y, parece, tampoco habrá luna de miel ahora, luego de la seguidilla de goles en contra que tuvo el equipo y, en todos ellos, el arquero fue protagonista principal.

Ayer ratificó su mal momento. Fue a los 18 minutos del primer tiempo, cuando en un centro cruzado de derecha a izquierda volvió a mostrar sus dificultades aéreas, tal como le sucedió en Santa Fe en el segundo gol de Unión y el sábado en el estadio Unico cuando Rafaela se puso en ventaja.

El arquero dio el paso adelante y se dio cuenta que no llegaba a cortar. Para colmo, desde el lateral izquierdo Diego Placente le ganó las espaldas a Germán Ré y, de cabeza, le dejó servido el gol de Barzola, que solo por el segundo palo se aprovechó del error del paraguayo para poner el 1-0.

Esta vez no se hizo cargo como la semana pasada, sino que simplemente buscó la pelota de adentro del arco y buscó que los segundos pasaran rápidamente.

LESION MUSCULAR

No habían pasado más de diez minutos del gol de Argentinos cuando en un despeje dentro de su área Justo Villar sintió un fuerte dolor muscular en su pierna derecha. No habían llegado los médicos cuando se sacó los guantes y se fue de la cancha.

Molesto, dolorido y resignado se fue del campo. Ni siquiera dio tiempo para que Agustín Silva lograra calentar lo suficiente. Pero el pibe tuvo que entrar y ponerse unos guantes que estaban más calientes que el suelo la semana pasada con la ola de calor.

El diagnóstico no fue confirmado, salvo la distensión en el isquiotibial izquierdo . Cagna lo puso en duda. ¿Atajará contra el Rojo? Parece que no. ¿Volverá después? Difícil, salvo algún horror de Silva.