El yoga, la receta de una platense que cumplió 100 años

“Con el yoga se soluciona todo, lo importante es hacer los ejercicios de respiración y liberar la mente para conseguir la paz”, aconseja María Elena Rúa, instructora de esa disciplina, durante el almuerzo que le organizaron sus alumnas para agasajarla en su cumpleaños número 100.

Mary, como la llaman sus allegados, nació en La Plata, vive en la zona de 2 y 49 y ganó gran parte de los afectos que hoy la rodean gracias al yoga.

Comenzó con esa disciplina a los 55 años, cuando le sacaron un riñón y un médico le recomendó que lo tomara como un buen ejercicio.

Tanto le gustó el yoga que no sólo tomó clases sino que también se convirtió en instructora y, al tiempo, ya estaba dando clases en el Jockey Club, en el Club Ferroviario, en el Club Alemán y hasta en la iglesia San Ponciano.

Sus 26 alumnas coincidieron en que encuentran en ella a una gran referente; por ello no quisieron dejar pasar la fecha y la oportunidad para demostrarle lo importante que fue en sus vidas.

La cumpleañera luce jovial, elegante y es poseedora de una gran lucidez, por eso no es extraño que sus alumnas recurran a ella cuando necesitan escuchar una palabra equilibrada.

“Para mi el yoga es tan necesario como el alimento”, dice la centenaria al tiempo que señaló que dio clases hasta mayo último, cuando tuvo que interrumpir esa actividad a raíz de una dolencia en una pierna.

Para esta mujer nacida en La Plata, la vida ordenada y disciplinada, fue la clave para llegar tan saludable a esta etapa.

“Portarse bien, no hacer mal a nadie, comer de todo, pero poco, son algunas de las cosas que yo les recomiendo a mis alumnas”, aseguró Mary desde el centro de una larga mesa en la que ayer estuvieron gran parte de sus afectos