Federer se despidió de la Argentina con un justo triunfo
| 13 de Diciembre de 2012 | 00:00

El tenista suizo Roger Federer se tomó revancha de Juan Martín Del Potro y se despidió de Argentina con un triunfo, al vencerlo por 6-4 y 7-6(1), en el último de los dos partidos de exhibición que se jugaron en Tigre.
Pese a que se trató de sendos encuentros amistosos, al igual que ayer Federer y Del Potro jugaron un tenis de altísimo vuelo y brindaron un espectáculo que permanecerá por siempre en la memoria de los fanáticos del tenis que pudieron acercarse a la zona norte del Gran Buenos Aires.
Es que sobre el cemento del estadio Pipa Tigre desplegó todo su talento quien es considerado por muchos el mejor tenista de todos los tiempos.
La soltura de su drive, la naturalidad de su revés y la excelencia de su servicio fueron parte de un abanico casi interminable de recursos que desplegó el suizo y que hicieron delirar a los más de 20.000 fanáticos que, por segunda noche consecutiva, colmaron el escenario especialmente montado para la ocación.
Del resultado nadie guardará registro, pero su tenis, capaz de hipnotizar por su belleza estética y su agresividad, quedará marcado a fuego en la memoria de los fanáticos.
El suizo y el tandilense jugaron al palo por palo y eso devino en un show memorable. El duelo de estilos contrapuestos, con Federer variando ángulos y golpes y Del Potro con su habitual arsenal de disparos mortales, fue una fusión perfecta.
De tramité parejo y con puntos espectaculares, esta vez el partido fue para el segundo mejor tenista de la actualidad (detrás del serbio Novak Djokovic). En el primer set Federer quebró el saque de Del Potro en el décimo juego y cerró el parcial por 6-4, mientras que el segundo, aún más equilibrado, lo ganó en tie break, por 7-1.
El público disfrutó de un espectáculo inolvidable y Federer, con una sencillez que abruma, agradeció y devolvió cada gesto de admiración y cariño de los fanáticos.
El final fue el que todos esperaban. Federer y Del Potro en el centro de la cancha, recibiendo el cariño de miles de personas que le agradecieron por semejante espectáculo. A su lado, Guillermo Vilas y José Luis Clerc, quienes se enfrentaron en la previa de ambas exhibiciones.
Fue, en definitiva, uno de los eventos más importantes de la historia del tenis nacional.
"Fue el mejor viaje de mi vida"
Roger Federer miraba y sonreía, casi sin entender por qué el público deliraba ante su sola presencia y cantaba, gritaba su nombre y le declaraba admiración.
"Fue el mejor viaje de mi vida", dijo Federer al ingresar al estadio, previo al segundo y último partido frente al tandilense Juan Martín Del Potro. Con esas palabras, el suizo resumió todo lo que vivió en los muy agitados tres días que estuvo en Buenos Aires.
Comió asado, probó la extensa variedad de vinos y conoció La Bombonera. Pero a Federer lo que más lo impactó fue el recimiento del público. Es que en los dos enfrentamientos, más de 20.000 fanáticos no pararon de gritar su nombre y venerarlo ante cada intervención.
No importaba si jugaba un potente derechazo que dejaba parado y sin chances a Del Potro, o si dejaba un saque en la red. Todas sus acciones eran motivo de devoción para los hinchas argentinos.
El suizo recorrió el mundo, es admirado en cada rincón del planeta, pero aquí en Argentina vivió algo especial.
Antes del inicio del segundo y último partido en Tigre, Federer se tomó unos segundos para con su mirada tranquila recorrer cada rincón del imponente estadio. Levantó las cejas, sonrió y movió la cabeza de un lado a otro, como quien no entiende por qué tanto afecto.
Y él se tomó el tiempo para agradecer cada gesto, cada grito. Lo hizo con una sonrisa, con una mano levantada o simplemente con una mirada.
La visita de Federer fue acaso uno de los eventos más importantes en la historia del tenis argentino. Fue la visita de quien es considerado por muchos como el mejor tenista de todos los tiempos, y eso el público lo agradeció
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