HIPERBREVES (Entrega #1)

1.      Acompañaba la película con tremendas risotadas. Por eso le pidieron retirarse de la sala. No estuvo bien poner un filme en el celular durante el velatorio.

2.     La maestra dispuso que escribiéramos un breve texto sobre la primavera. Yo no pude. Era otoño y se me cayeron todas las hojas que tenía sobre el pupitre.

3.     Él le hizo lugar en el cajón para poner sus joyas. Ella no usó el espacio ni para ropa que nadie utilizaría. Y lo enterró desnudo, boyando en las maderas.

4.     Las Bases del Concurso de minicuentos son demasiado generosas. Permiten utilizar hasta 10 caracteres cuando escribir minicuentos requiere solamente 11.

5.     Escribía minicuentos mientras caminaba todo el perímetro de la plaza. Será por eso que su inspiración giraba siempre en torno a un mismo tema.

6.     No voy al cine porque me hartan las escenas de sexo que nada tienen que ver con el argumento que desarrollan los actores, que acaban fastidiándome.

7.     La persiguen las mayúsculas. Encabezan todo lo que hace y le dan nombre a cuanto nace de ella. Al final ha decidido no preocuparse por cosas tan minúsculas.

8.     Me discute que los mejores minicuentos son los de los Hnos. Grimm. Cómo explicarle que un minicuento nada tiene que ver con la edad de sus destinatarios.

9.     La Búsqueda del Tesoro con abuelos con los papelitos con pistas no puede hacerse hasta que los jóvenes no terminan la búsqueda de los anteojos de los abuelos.

10.                      El día en que le cambió el idioma al teclado, la computadora reaccionó como si le hubiesen sacado la lengua.

11.                      Lo acariciaba y el perro le dejaba sus pelos; le daba de comer y el perro le dejaba sus pelos. Nunca supo en qué momento el perro hacía de peluquero con él.

12.                      Tuvimos la sensación que una cerrada silbatina desde la oscuridad nos envolvía mientras hacíamos el amor. Después nos enteramos que habíamos confundido la puerta del camerino con la del ingreso al escenario del teatro.

13.                      El único problema que tuvieron Gaspar y Baltasar esa noche en el festival de magos fue en el parking.

14.                      Hacía lo imposible por vivir a las carcajadas. Decía que así evitaría que lo tiraran en un cementerio, pues a los muertos de risa no los dejan entrar.

15.                      Me propuse explicar cómo escribir un minicuento de hasta ciento sesenta caracteres como máximo, con espacios incluidos, pero hasta aquí ya me los gasté todos.

16.                      La noche que por un descuido el padre de Natasha nos dejó encerrados en su heladería probé todas las cremas y me quedé con la rusa.

17.                      Era una historia que había nacido de un minicuento. Y la historia creció y se reprodujo, mientras que el minicuento murió sin hacer historia.

18.                      Le gustaba ir al cementerio. Cada domingo iba antes de los ravioles. Leía los epitafios y, si allí no se veía, de regreso compraba tranquilo el queso rallado.

19.                      Me esperaba desnuda, debajo de sus sábanas con muchas flores, un árbol, sus ramas y hasta un nido de gorrión. No saben, cuando yo me arrimaba, cómo me picaba el pájaro.

20.                      No podía dormir. Observaba las manchas del techo y no hallaba explicación de cómo tantas ovejas se convirtieran en despreciables hongos imposibles de contar.

21.                      La misma maestra que tuvo en primer año la tuvo en sexto. A esa altura eran los mismos, pero ahora se había invertido quién estaba en la falda de quién.

22.                      Yo creí que en esto del juego previo hablábamos el mismo idioma. Pero ella acabó usando una lengua inusual.

23.                      Quiso contar los postes del alambrado y por ese motivo se perdió de hacer una buena siesta. Pero cuando pretendió contar las ovejas terminó durmiéndose.

24.                      Lo mejor que pudo pasarles a las ánimas que se cayeron al suelo fue encontrarse con los ánimos que andaban por el piso.

25.                      Ella me confesó que para escribir sus mejores minicuentos sobre los hombres se encerró horas en un baño, hasta que la echaron para limpiar los mingitorios.