Tardaron casi media hora en asaltar una panadería

Casi media hora duró un asalto en una panadería de 72 entre 15 y 16. Durante ese lapso los delincuentes tuvieron a su merced a los dueños del local, dos empleados con sus hijos de 7 y 10 años, más los clientes que iban llegando.

Todo ocurrió el viernes, pero trascendió recién ayer. Faltaban cinco minutos para las 21.00, y sobre el horario de cierre los encargados del negocio le permitieron pasar a un cliente.

Pero detrás de él entró también un ladrón, con el arma de fuego en la mano. Al mismo tiempo, tocaron el timbre sobre una puerta lateral: eran los otros dos delincuentes, que pretendieron también filtrarse por el sector trasero.

Todo empezó como un asalto más: el ladrón exigía la recaudación y no se conformaba con el efectivo que le entregaban. Tan insistente fue con las amenazas, que los damnificados tuvieron que darle “una suma importante” que no trascendió.

“Te los dejo por linda”

Pero era recién el primer tramo del asalto. Los otros ladrones fueron hacia el negocio, para continuar con la maniobra. “Mucha gente pasaba y al ver el local abierto entraban a comprar, sin saber que estaban robando”, le dijo a EL DIA Adriana Solivellas, la madre de la dueña del comercio.

Todos fueron obligados a tirarse al piso, en la parte trasera. Y a cada uno de ellos les quitaron sus billeteras con la plata, tarjetas y otras pertenencias. También se escaparon con sus celulares: eran diez en total.

Para colmo, los dos pequeños hijos de un empleado que trabaja en la cuadra de la panadería estaban de casualidad en el negocio y tuvieron que presenciar todo.

“Amenazaban con dispararles a los nenes”, señaló la mujer. A Adriana, que se negó a tirarse al piso, le arrancaron del cuello una cadenita que llevaba puesta y la mantuvieron encañonada durante buena parte del asalto.

Tanto a ella como a un empleado les pegaron en el piso. “Vos mirás muchas películas”, los increpó Adriana casi en tono de broma a uno de los delincuentes, al ver los gestos exagerados que tenían.

El último acto de los asaltantes fue romper dos contenedores de maple con huevos, que quedaron esparcidos sobre las víctimas, que yacían aterradas en el suelo.

“La Policía llegó media hora después” de iniciado el episodio, según contaron en el local. En una requisa por Altos de San Lorenzo, los efectivos sólo encontraron algunas billeteras vacías y algunas mercaderías que se habían robado.

Tras 10 años sin asaltos en esa panadería, ninguno de los damnificados recuperó lo que les quitaron. Sólo se salvó una empleada, que cuando rogó que no le sacaran los documentos, obtuvo como respuesta: “Te los dejo porque sos linda”.

Testimonio del dueño de la panadería