Sigue el debate por los escraches y también la ligó Nelson Castro

El periodista Nelson Castro fue a tomar un café en un bar de la avenida Santa Fe y cuando intentó ser atendido, un mozo le dijo que por una orden no lo iban a atender porque estaba declarado persona no grata dentro del lugar, en un hecho que vino a sumarse a los escraches que vienen siendo objeto en los últimos días miembros del oficialismo.

Castro relató el incidente en un programa radial, donde dijo que “estaba a las tres y media en la avenida Santa Fe, antes de ir a la radio. Entré a un bar para tomar algo, pasaron 15 minutos de que no me atendieron y reclamé. Un muchacho que estaba el caja se acercó y me dijo ´no lo vamos a atender porque es persona no grata. Si usted quiere quedarse, quédese, pero no lo vamos atender´”, contó Castro.

“Cuando me levanté un mozo me pidió disculpas. No sé si era de La Cámpora. No había mucha razón para que yo sea una persona no grata. Lo que mata es la situación”, afirmó el periodista. Luego, agregó: “Era la primera vez en mi vida que iba a ese bar”. Sin embargo el hecho de inmediato tuvo repercusiones y por las redes sociales se llamó a realizar un escrache al bar donde se habría producido el incidente. Sin embargo el propio Castro tuvo que salir a desmentir que el local fuera el que circulaba por las redes sociales y se negó a identificar el bar donde no quisieron atenderlo.

MAS POLEMICA

Mientras tanto, ministros y secretarios del Estado Nacional repudiaron ayer las agresiones verbales contra el viceministro de Economía, Axel Kicillof, mientras que el jefe de Gobierno porteño se manifestó en “desacuerdo” con lo ocurrido, aunque responsabilizando por los insultos al gobierno nacional.

Entre quienes se manifestaron en contra de las agresiones que sufrió Kicillof con su familia al volver en Buquebús de un descanso en Uruguay, estuvo el canciller Héctor Timerman, quien catalogó los insultos como “métodos fascistas” de comunicación.

“Me da pena que, en un país democrático donde todos nos podemos expresar y decir lo que se quiera, donde es fácil acercarse a un dirigente político, se utilicen métodos fascistas, porque es eso, una persona con su familia, en un lugar cerrado y agredido de esa manera”, dijo Timerman desde Londres, en el marco de un reportaje radial.

Por su parte, el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, señaló que lo que le ocurrió al viceministro de Economía fue “una vergüenza” y lo atribuyó a “sectores minoritarios”. “La mayoría de argentinos no estamos de acuerdo con ese tipo de actitudes”, señaló Randazzo, en el marco de un reportaje radial.

En tanto, el secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, emitió un comunicado en el que afirmó: “Repudiamos todo hecho de violencia, sobre todo cuando es organizada, de algunos sectores que eligen la descalificación a los funcionarios, en lugar de dedicar tiempo para solucionar los problemas que hoy sufren los santafesinos”.

CUESTIONAMIENTO DE MACRI

Quien se diferenció de la ola de repudios de ayer y hoy contra las agresiones sufridas por funcionarios nacionales fue el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, quien, a pesar de manifestarse en “desacuerdo” con lo ocurrido responsabilizó al gobierno nacional por el episodio.

Macri consideró que el ataque que sufrió Kicillof “hay que atribuirlo al clima de confrontación que ha generado como nunca antes ningún otro gobierno en estos 30 años, lo cual no significa que uno esté de acuerdo o que lo disculpe, sobre todo en un momento en el cual la persona se encuentra con la familia”.

“Esa parte no la comparto y estoy totalmente en desacuerdo. Los hijos no tienen la culpa de lo que hagan los padres”, señaló el líder de PRO Esta opinión, fue coincidente con la manifestada ayer por el titular del bloque de la UCR en Diputados, Ricardo Gil Lavedra, quien justificó la agresión sufrida por el viceministro de Economía al entender que “con el clima existente, viajar en Buquebús desde Uruguay, no me parece que haya sido prudente”.

Dirigentes políticos opositores y del oficialismo repudiaron las agresiones que tuvieron por blanco Kicillof, al tiempo que coincidieron en condenar la práctica del “escrache”.

Entre quienes manifestaron su desacuerdo se encuentran el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, la diputada Laura Alonso, y el titular de la CTA oficialista, Hugo Yasky, entre otros.