Soledad Villamil llega con sus nuevos ritmos

Con “Canción de Viaje”, su tercer disco solista, Soledad Villamil se aleja del mundo criollo que supo cultivar con sus anteriores producciones para incursionar en nuevos géneros en los que siempre había querido ahondar.

Esta propuesta, con la que llegará esta noche, a las 21, al Teatro Municipal Coliseo Podestá, no significa que abandone el apasionado mundo del tango, sino una pausa, necesaria, para poder transitar por otros caminos que siempre la sedujeron con sus improntas tan particulares.

En diálogo con EL DIA, Villamil contó cómo surgió este nuevo material con el que continúa su carrera discográfica tras los exitosos “Canta” (2007) y “Morir de amor” (2009), los dos galardonados con el Premio Gardel.

“Trato de concebir cada disco como una película y todos se presentan de una forma diferente. Mis anteriores producciones estaban muy ligadas a lo criollo y quería darme la posibilidad de probar y de incorporar canciones más festivas y de incluir un aire más latino. Estoy muy contenta con el resultado porque tocamos músicas increíbles, pude hacer lo que tenía ganas de hacer y puse en el repertorio todo lo que tuve ganas”, aseguró.

COMPOSICIONES PROPIAS

En “Canción de viaje”, a diferencia de sus anteriores álbumes, cobran mayor presencia sus composiciones propias. En colaboración con Teixidó, la artista se animó a probar nuevos estilos con la rumba “Ya traté de olvidarte” , el bolero “Así nomás”, la melancólica “Mi condena” y el vals “La vida seguirá”.

Las cuatro piezas se integran a “Desde el alma”, “Maldigo del alto cielo”, “De qué callada manera”, “Biromes y servilletas”, “Volver, volver” y “O samba e o tango” para dar forma a lo que la artista presenta como “un disco muy orgánico”.

De entre las canciones ajenas, destacan “Maldigo del alto cielo”, de la chilena Violeta Parra; “De qué callada manera”, de los cubanos Pablo Milanés-Nicolás Guillén y “Biromes y servilletas”, del uruguayo Leo Maslíah.

Para resumir el espíritu que impera en “Canción de viaje” y que esquiva la tradición tanguera, consignó que “no hay tango ni bandoneón en un proceso que ya venía pasando en los conciertos. La posibilidad de que hubiera otras canciones me animaba muchísimo, pero no es que abandoné el tango sino que quedó para más adelante”.

“Ilusionada”, con regresar a La Plata, ciudad en la que nació, la cantante presentará estos nuevos temas y hará un recorrido por los más clásico, acompañada por Augusto Argañaraz (batería y percusión), Daniel Maza (bajo), Juan Tarsia (piano), Hernán Rinaudo (guitarra) y Estanislao Irigoyen (acordeón).