Treinta años llenos de buenas canciones

El cantante y compositor español Pedro Guerra celebra sus 30 años de carrera con un disco antológico y una gira que este viernes lo tendrá en el escenario de La Trastienda, en nuestra ciudad.

Autor de canciones reconocidas como “Contamíname” -popularizada por Ana Belén y Víctor Manuel- y “El marido de la peluquera”, entre otras, Guerra nació en Tenerife, Islas Canarias, donde dedicó sus primeros diez años de carrera a ahondar en la identidad musical de su tierra natal. Una geografía particular que marcó su obra. “Para mí ha sido importante el hecho de haber vivido en las Islas Canarias porque es un territorio que pertenece a Europa, está al lado de Africa y siempre ha sido puente entre América Latina y Europa. Por eso creo que las Islas Canarias son un foco de mestizaje, con influencias de América, Africa y Europa, que han influido sustancialmente en mi manera de concebir el arte”, aseguró desde España, en diálogo exclusivo, horas antes de emprender la gira por Latinoamérica.

EN LA GRAN CIUDAD

Con 28 años cumplidos llegó a Madrid con su guitarra, un repertorio de bellas canciones y la amistad de algunos músicos que ya conocían y admiraban su obra. Uno de ellos, Víctor Manuel, le pidió una canción para el nuevo disco que pensaba grabar con su esposa, Ana Belén. Guerra acababa de componer “Contamíname”, una canción que le abriría las puertas a su primer disco solista que se llamó “Golosinas”.

Desde entonces ya son 13 los álbumes que ha grabado, con colaboraciones e invitados de la talla de Silvio Rodríguez, Joaquín Sabina, Luis Eduardo Aute, Fito Páez, Chico César, Julieta Venegas, Cesaria Evora, Jorge Drexler e Ismael Serrano, entre muchos otros.

TAN CERCA DE AMERICA

La gira que esta noche comenzará en nuestro país con su primer show en capital federal, significa el regreso de este juglar tras su visita en 2008, año en que presentó su disco “Vidas”. Pero su relación con Argentina comenzó en sus primeros años de vida, cuando su padre disfrutaba de las canciones de Gardel o clásicos como “Tonada de un viejo amor” en el equipo de música de su casa en Tenerife.

“No era algo propio de mi casa pero tampoco algo natural en Canarias, más bien se trataba de un fenómeno propio de un sector social. Mi padre, con un grupo de amigos de la universidad, escuchaba música del sur de América, y de ahí la recibí yo. Hay un grupo muy emblemático de las Islas Canarias que se llaman Los Sabandeños que llegaron a grabar tres discos dedicados a la música de hispanoamérica y ahí ya grabaron canciones de Los Chalchaleros y muchos otros grupos”, recuerda el músico, confeso amante de la literatura de Julio Cortázar.

Su regreso a la Argentina, en un show en el que cantará acompañado por su guitarra, resumirá la esencia de su propuesta artística.

“El hecho de poder tocar sólo con la guitarra me permite construir un tipo de concierto muy particular. Tocar con una banda demanda patrones más establecidos, mientras que la guitarra te permite un nivel mayor de improvisación y una mayor comunicación con el público. Cuando llegué a Madrid construí mi historia de esta forma, que es lo que intenta reflejar mi primer disco, ‘Golosinas’. Y del mismo modo grabé las canciones de mi último disco, en el que repaso mis treinta años con la música. Creo que ésta es la esencia de mi trabajo”, concluyó.

Andrés Rivelli