Otro reconocimiento mundial a la ciencia cardiovascular platense

Por sus aportes en este campo, la doctora Alicia Mattiazzi acaba de recibir el premio de la Sociedad Internacional

LA DOCTORA ALICIA MATTIAZZI, INVESTIGADORA SUPERIOR DEL CONICET EN EL CENTRO DE INVESTIGACIONES CARDIOVASCULARES DE LA PLATA, AL RECIBIR EL PREMIO DE LA SOCIEDAD INTERNACIONAL DÍAS ATRÁS

Cuando a principios de los sesenta, Alicia Mattiazzi llegó a La Plata a estudiar Medicina traía apenas lo justo: el deseo de convertirse en investigadora y una beca que le había otorgado el Centro de Estudiantes Universitarios de su ciudad para pagar la pensión y los libros, y sin la cual -reconoce ella misma- no hubiera podido venir. Tras toda una vida dedicada a investigar el funcionamiento del corazón, la Sociedad Internacional de Investigaciones Cardiovasculares acaba de entregarle el Premio anual al Líder Sobresaliente, un prestigioso reconocimiento que sólo reciben quienes han realizado aportes trascendentales en este campo de investigación.

La distinción -que vuelve a poner a la ciencia cardiovascular platense en un plano de reconocimiento mundial- le fue otorgado a la doctora Mattiazzi por diversos hallazgos, pero en particular por haber aportado las primeras evidencias de que la inhibición de una enzima conocida como Quinasa dependiente de calcio y calmodulina puede proteger al corazón y por su compromiso por el crecimiento de la ciencia en Latinoamérica.

TODA UNA TRAYECTORIA

Aunque fuera del ambiente su nombre no es tan conocido como el de René Favaloro, Julio Palmaz y Liliana Grinfeld, entre otros colegas suyos de la Universidad Nacional de La Plata que han realizado valiosos aportes en el campo de la medicina cardiovascular, la doctora Mattiazzi goza de enorme reconocimiento entre sus pares tanto dentro como fuera del país. De hecho la nominación que acaba de traducirse en el premio de la International Society for Heart Research, no era la primera que recibía para esa distinción, y años antes había ganado también una beca de la Fundación Guggenheim (1983) y el Premio Bernardo Houssay (1989).

Hasta el año pasado directora del Centro de Investigaciones Cardiovasculares de La Plata, Alicia Mattiazzi hizo parte de su carrera en Suecia y Estados Unidos, y actualmente se desempeña como investigadora superior del CONICET.

Al entregarle el premio días atrás en la ciudad de San Diego, los referentes de la International Society for Heart Research destacaron que, más allá de “la dedicación y el compromiso de Alicia con la investigación cardiovascular y la difusión del conocimiento”, ella “siempre ha sido una mentora que ha inspirado a otros; prueba de lo cual es que muchos de sus becarios han tenido también un importante rol en la ciencia a nivel internacional”.

En lo que hace a sus hallazgos, los organizadores del Premio pusieron en especial relevancia los trabajos de la doctora Mattiazzi “sobre los mecanismos celulares que intervienen en la contracción cardíaca así como los mecanismos subcelulares por los que la acidosis y reperfusión esquémica afectan la contractilidad del corazón”.

“Hace muchos años que venimos trabajando en los mecanismos de contracción del músculo cardíaco y debemos haber sido unos de los primeros en describir el efecto dual de una enzima llamada Quinasa dependiente de calcio y calmodulina, que en algunos casos ayuda a mejorar la contractilidad, pero también produce arritmias y muerte celular luego de un infarto de miocardio”, cuenta la doctora al explicar el motivo por el cual se la premió.

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