Acto de municipales en el centro porteño terminó con detenidos

Una protesta de empleados municipales bonaerenses en plena avenida 9 de Julio terminó ayer con siete militantes detenidos y otros tres heridos en medio de un operativo de la Policía Federal. La manifestación, que alteró el tránsito en la zona céntrica de la Capital, tuvo un trasfondo político para la Provincia, puesto que se registraron duras críticas para intendentes del Conurbano.

De hecho, la protesta se centró frente a la Federación Argentina de Municipios (FAM), que conduce el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra. La sede de esa entidad, ubicada sobre la calle Cerrito, se encuentra a metros de la 9 de Julio y Córdoba, donde se concentraron los manifestantes para reclamar la apertura de una paritaria única para los municipales bonaerenses.

Además de Pereyra, los municipales apuntaron contra otros dos jefes comunales, Alberto Descalzo (Ituzaingó) y Raúl Othacehé (Merlo). “Queremos que nuestro salario deje de ser mínimo”, dijo antes del desalojo Rubén García, secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de la Argentina, quien en mayo pasado había protagonizado una protesta similar en La Plata.

García, un ex diputado provincial identificado con el kirchnerismo que en su momento desbancó del gremio al ex duhaldista Alfredo Atanasof, fue uno de los que ingresó a la sede de la FAM para plantear las demandas del sector, al igual que Aldo Castro, quien encabeza la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FESIMUBO), pero allí no obtuvieron respuesta a su pedido.

Luego de tres horas, entró en acción la Policía Federal, que desalojó a los manifestantes -llegados de distritos del Conurbano- por una denuncia realizada por el Gobierno porteño. “Que se hagan cargo los que mandaron a reprimir”, dijo “Cholo” García. A su vez, Castro sostuvo que cuando los municipales se estaban “retirando, dieron la orden de avanzar sobre los trabajadores”.

Los tres heridos, ninguno de gravedad, recibieron atención en el hospital Rivadavia, mientras que los siete detenidos fueron primero trasladados a la comisaría tercera y luego a la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal, ubicada en la intersección de la calle Madariaga y la avenida General Paz, en el barrio porteño de Villa Lugano. Desde fueron liberados esta madrugada.

El comisario Guillermo Calviño, a cargo del operativo, afirmó que a los manifestantes “se les pidió que desalojen y no quisieron, nos agredieron con palos y piedras y tuvimos que detener a las personas que provocaban disturbios para restablecer el orden”.

Mientras tanto, el alcalde porteño, Mauricio Macri, y su jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta repudiaron el piquete.

“Espero que no se repita”, dijo Macri, al tiempo que Rodríguez Larreta informó que el Gobierno porteño hizo una denuncia “y actuaron los fiscales de la Ciudad”, que ordenaron el desalojo a la Policía. Las autoridades porteñas estaban especialmente preocupadas porque se interrumpió el servicio del Metrobus, inaugurado el miércoles pasado en la avenida 9 de Julio.

Los municipales bonaerenses reclaman la apertura de una paritaria para toda la Provincia y la derogación de la Ley 11.757, algo que es resistido por intendentes con peso político en la Legislatura. “Es un pedido que ya tiene siete años”, aseguró García mientras era desalojado junto al resto de los manifestantes. Ahora se prepara una marcha nacional de trabajadores del sector.