Héctor Jorge Carattoli

El fallecimiento de Héctor Jorge Carattoli, un escribano de la Ciudad que se destacó en el plano institucional de la profesión, causó numerosas muestras de pesar entre quienes también lo valoraron por su bonhomía.

Había nacido el 27 de diciembre en La Plata. Sus padres fueron Ida Fiordomi y José, un reconocido boxeador que fue campeón argentino y sudamericano en los pesos medio pesado y pesado. Creció junto a sus hermanos Walter y Gladys.

Cursó los estudios primarios en la Escuela Nº 15; los secundarios en el Colegio Nacional y de la Universidad Nacional de La Plata se graduó como procurador y escribano.

Sus primeros trabajos tuvieron lugar en el Hipódromo local y en el Ministerio de Salud de la Provincia.

Luego ejerció su profesión en el Registro notarial de General Lamadrid hasta que ganó en La Plata el Registro 215. En ese lugar trabajó hasta que se jubiló en febrero de este año. No obstante continuó colaborando con esa dependencia de manera entusiasta hasta sus últimos días.

Héctor Carattoli además tuvo una respetada actuación en el ámbito institucional: fue presidente del Colegio de Escribanos de La Plata entre 1982 y 1986; presidente de Colegio de Escribanos de la Provincia entre 1988 y 1990 y presidente del Consejo Federal del Notariado Argentino entre 1990 y 1994.

Además fue vicepresidente de la Unión Internacional del Notariado Argentino entre 1996 y 1998.

Adhirió a la Unión Cívica Radical y fue convencional nacional constituyente en el congreso que abordó la Reforma de 1994.

La seguridad social fue uno de los temas a los que más se dedicó y la abordó a través de la formación de las cajas de profesionales.

En 1982 fundó el Instituto Notarial de Estudios de la Seguridad Social y fue su presidente durante un período.

En ese terreno fue un impulsor incansable de mejoras para los profesionales. En 1994 vio coronado su esfuerzo cuando se reconoció constitucionalmente en el artículo 125 la existencia de las cajas de seguridad social para los profesionales.

Además participó de numerosas jornadas profesionales y de publicaciones que fueron reconocidas no sólo en el plano nacional sino también en el internacional.

También fue escribano del Club Estudiantes durante tres décadas.

En 1963 conformó su proyecto familiar junto a Lidia Roccia, radicaron su hogar en la zona del parque San Martín. De la unión nacieron sus tres hijas, María Laura, María Fernanda y María Martha que a su vez lo convirtieron en abuelo de Melina, Catalina, Rodrigo, Francisco, Pilar y Adonay.

Siempre mantuvo un vínculo muy estrecho con su familia; fue un esposo, padre y abuelo dedicado y pendiente de cada una de las necesidades de sus seres queridos.